El verano en que el Villarreal rechazó a Pastore por su físico

En verano de 2006, justo después de caer en semifinales de Champions ante el Arsenal, los groguets tuvieron en mano el fichaje del argentino

El Villarreal siempre se ha caracterizado por encontrar jóvenes talentos sudamericanos y saber explotarlos para que triunfen en Europa, unos auténticos chollos al otro lado del charco que no siempre han visto tan claro. Ocurrió en verano de 2006, pocos meses después de la dolorosa eliminación en semifinales de Champions League tras el fallo de Riquelme desde los once metros en el tiempo de descuento, y fue precisamente con uno de los grandes admiradores de Román que quedan en el fútbol: su compatriota Javier Pastore.

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Tras haber despuntado en las categorías inferiores de Talleres en su Argentina natal, Pastore decidió probar suerte en Europa con tan sólo 15 años. Primero probó suerte sin demasiada fortuna en el Saint Ettiene francés y después el Villarreal vió algo especial en él, por lo que le ofrecieron poder entrenar durante 15 días con el primer equipo. Tras este lapso de tiempo, en el que el mediapunta argentino pudo cumplir su sueño de entrenar junto a Riquelme, el Submarino Amarillo declinó la incorporación de Javier escudándose en que su físico levantaba demasiadas dudas por su altura y su poca masa muscular, tal y como el propio futbolista confesó en su día en una entrevista a El Mundo.

Después de recibir la negativa grogueta, Pastore tuvo una suerte similar en el resto de pruebas que realizó por el Viejo Continente y regresó a Argentina. Allí firmó por el CA Huracán, donde estuvo dos temporadas, hasta que por fin le llegó una llamada desde la otra parte del océano: el Palermo italiano quería contratar sus servicios. En el Calcio su historia es más conocida; tras un año regular, sorprendió a todos gracias a una sensacional segunda temporada en la Serie A que puso su nombre en las agendas de los grandes clubes de Europa, siendo finalmente el PSG quien se lo llevó.

Es inevitable pensar en lo que pudo ser y no fue si el argentino hubiera entrado en los planes de la cantera del Villarreal y de Manuel Pellegrini. Un año después de haber probado suerte en El Madrigal, los castellonenses lograron su histórico subcampeonato de Liga y a buen seguro que Pastore habría ayudado a conseguir algo más pese a su juventud, o puede que incluso hubiese sido la piedra angular que hubiera evitado el descenso en 2011. Pero todo esto son suposiciones, lo único cierto es que más de un aficionado groguet se arrepiente del poco ojo que tuvieron sus directivos en su día, pero parece que a Pastore no le importó tanto, al fin y al cabo logró fotografiarse con su ídolo, con Riquelme.

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