El Barcelona y la Copa del Rey sin Villarato
El Barcelona se negó a jugar una eliminatoria en la temporada 1999-2000

No es el mejor momento para la Copa del Rey. Un sistema de competición anticuado, unido a la falta de interés de los equipos grandes por alinear a sus mejores futbolistas exceptuando en las últimas rondas, han conseguido que el torneo del KO pierda mucho del atractivo con el que contaba en décadas anteriores.
No obstante, la Copa del Rey ha pasado por momentos más delicados que el actual. En la temporada 1999-2000, la competición vivió varias situaciones que le encaminaron a tocar fondo.
Real Madrid y Barcelona fueron protagonistas de dos hechos en los que la actuación de la federación tuvo verdadera incidencia. El primero de ellos fue excluir al Real Madrid de la ronda de dieciseisavos de final del campeonato. El motivo no fue otro que permitir al club madridista la disputa del mundial de clubes que había de celebrarse en Brasil por aquellas fechas. La medida produjo la indignación de Joan Gaspart y el silencio del resto de clubes, que encajaron la postura con resignación.
Lo cierto es que el Barcelona no era por aquel entonces, un equipo querido dentro de la Federación española de fútbol. No existían las acusaciones de "Villarato" y el Real Madrid era objeto de las más insignes críticas, debido a los favores arbitrales y burocráticos.
Pero el hecho más significativo de aquella Copa del Rey 1999-2000 estaba todavía por llegar. En la ronda de semifinales se enfrentan Atlético de Madrid y Fútbol Club Barcelona. Los dos equipos llegan al choque con la mente puesta en otros frentes; los "colchoneros" en su lucha por evitar el descenso y el Barça en la eliminatoria de semifinales de la Liga de Campeones que debía disputar frente al Valencia.
El partido de ída se salda con una contundente victoria del Atlético de Madrid por tres goles a cero. Hasselbaink, Baraja y Hugo Leal son los autores de los tantos que ponen la clasificación muy cerca del equipo madrileño. El encuentro de vuelta queda fijado para el Martes 25 de Abril, pero la coincidencia con partidos internacionales hace que el ente federativo acepte adelantarlo un día.
El Barcelona pide que el choque se posponga, ya que cuenta con muy pocos efectivos para poder afrontar con garantías el enfrentamiento. Las bajas de Kluivert, Reiziguer, Bogarde, Cocu, Frank de Boer, Zenden, Figo, Litmanen y Rivaldo, unidas a los lesionados Luis Enrique, Ronald de Boer y Amunike, hacen que el equipo de Van Gaal solo pueda contar con once futbolistas, dos de ellos porteros. En caso de jugar el partido... ¡Hesp tendría que actuar como jugador de campo!
En las horas previas no hubo forma de convencer a la federación, que insistió en que el partido debía jugarse, ya que elegir otra fecha era un hecho imposible debido a la delicada situación del Atlético en la Liga. El Barça consideró la postura un atropello. Lo que ocurrió después fue uno de los espectáculos mas bochornosos que se han presenciado en la historia de la Copa del Rey.
Barcelona y Atlético saltaron al terreno de juego uniformados y realizando el ritual de un partido de estas características. La alineación del equipo catalán era insólita; diez jugadores sobre el campo y un portero suplente en el banquillo. Tras formar líneas sobre el césped del Nou Camp, el capitán azulgrana Guardiola tuvo unas palabras con el colegiado del encuentro y el equipo se retiró del campo y de la competición. El Atlético se clasificaba a la final sin jugar.
Mucho han cambiado las cosas desde entonces. Todavía restan cosas para conseguir dignificar completamente el trofeo de la Copa del Rey con la implicación absoluta de los clubes y la modificación de algunas reglas. Por otro lado, el peso específico del Fútbol Club Barcelona en la Federación española, también ha cambiado por completo respecto a aquel año 2000. ¿Que hubiera pasado si ese encuentro de vuelta se hubiera disputado ahora?
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