Cuando los checos le pusieron el Himno de Riego a Franco
El deporte español y los himnos parecen no llevarse del todo bien, repasamos una anécdota que ocurrió en Checoslovaquia en 1967
Este fin de semana, Carolina Marín se proclamó campeona del mundo de bádminton, pero aquí no vamos a pecar de cuñadismo yendo de expertos de un deporte que apenas conocemos, queremos centrarnos en la gran anécdota que empañó el triunfo de la andaluza: celebró el título al son del himno de Pemán, escrito durante la dictadura de Primo de Rivera. Antes ya vivimos curiosos episodios con el himno español y diversos deportes como el tenis, el ciclismo, el waterpolo... y obviamente el fútbol. De hecho, lo que vivió la selección de fútbol el 1 de octubre de 1967 en Checoslovaquia pudo haber provocado una crisis institucional.
En la pre-clasificatoria para la Eurocopa de 1968, a la selección española le toca bailar con uno de esos países satélites de la URSS, Checoslovaquia. Por aquel entonces, la dictadura franquista se encuentra en su punto álgido en España y los Amancio, Iribar, Sanchís, Pirri y compañía viajan más allá del Telón de Acero para disputar el encuentro en Praga con la misión de ganar para afianzarse su participación en la fase final, que se disputará en Italia. Los dos conjuntos salen al terreno de juego, primero suena el himno de los locales y acto seguido comienza a sonar otro. Los futbolistas españoles aguardan y algunos piensan que será el de la UEFA, pero no, están escuchando el Himno de Riego, el himno republicano.
"Nosotros habíamos nacido ya en la posguerra, y estábamos allí cuadrados sin tener ni idea de qué era aquello que sonaba. Cuando acabaron, nos miramos, y pensamos. ¡Y el nuestro no lo tocan!", explicaba Amancio. Todo quedó en una anécdota, se disputó el partido -con victoria local gracias a un solitario gol de Horváth- y de vuelta a Madrid. Fue en su regreso cuando los futbolistas se dieron cuenta de la repercusión que tuvo que a la España franquista le pusieran el Himno de Riego.
"Una banda militar fue la encargada de hacer sonar esos himnos, y los españoles nos quedamos estupefactos al escuchar el Himno de Riego, himno de la época de la República. El error de Checoslovaquia es francamente inadmisible. Las bandas, sean oficiales o no, deben tener en los archivos y puestos al día los himnos nacionales de todos los países. Y, si no se tienen, existen los discos, y si no existen tampoco, lo mejor es que no se interpreten nunca los himnos. Todo antes de incurrir en un error oficial.", recogía el diario ABC en su crónica del encuentro, pero no eran los únicos molestos.
Las autoridades españolas se tomaron este error como una provocación del bloque comunista, una afronta que iba más allá del deporte y que entraba en política. La indignación fue tal que obligó al presidente de la Federación Checoslovaca de Fútbol a enviar una carta a su homólogo español pidiendo disculpas y señalando que se trataba de un "error y negligencia" de la banda que tocó los himnos. El incidente no pasó a mayores, pero la selección española se cobró su venganza un par de semanas más tarde en el Santiago Bernabéu, derrotando a los checos por 2-1 y logrando el pase a la fase final de la Eurocopa de 1968.

