Bundesliga 2012-2013: En el nombre de Baviera…

Arranca la Bundesliga 2012-2013 con el Bayern de Munich como bandera del fútbol de la región de Baviera, que tendrá cuatro representantes en la máxima categoría con el Nuremberg, Augsburgo, y Greuther Fürth. José David López nos analiza que sucede en el fútbol de Baviera.

Fríos y calculadores, la sociedad alemana recibe miradas de recelo desde muchos puntos del continente en estos momentos de crisis global. Su economía es la más saneada, sus doctrinas entienden inteligentemente el concepto que nos ha tocado vivir y la mentalidad exigente, les permite salir de baches con eficacia respecto al resto. Serán los primeros en mejorar, aportar soluciones e imponerse al nervio generalizado a su alrededor, pero no todo el país responde a ese canon germano. Los países mediterráneos, aquellos que más indisciplina muestran en coyunturas peligrosas, tienen el respaldo de la zona sur de Alemania, Baviera, donde el carácter alegre y abierto de sus gentes, discrepa con la idea generalizada que circula sobre ellos.

Fiestas constantes, teoría del disfrute personal, acumulación de actos de ocio y, sobre todo, más éxitos deportivos que en ningún otro punto del país. Múnich ejerce de protagonista por sus recuerdos futbolísticos y sus tardes olímpicas, pues el Bayern (que significa Baviera en alemán) es el auténtico líder a nivel nacional y con proyección europea anual. Pero la sociedad bávara no se estanca en la capital, y este año más que nunca, la Bundesliga extiende sus tentáculos por el sur del país en busca de ‘vecinos’ competitivos en sus 71 distritos. Y es que al habitual derby bávaro contra el Nuremberg (Franconia-Central), se unió el pasado año con un gran rendimiento el del Augsburgo (Suabia) y este curso se completa el trébol bávaro con la aparición de otro modesto en plena progresión, Greuther Furth (Franconia-Central). Cuatro exponentes de la alegría futbolística en tierra de extrema seriedad que se cruzarán (desde este mismo fin de semana, pues no hay mejor debut para el Furth que recibir al Bayern) en un año irrepetible para su sonriente estado.

Bayern Munich: Lo vociferó esta semana uno de sus jugadores más hambrientos, Holger Badstuber, pero es el sentir claro de toda la hinchada muniquesa. “Este año solo tenemos una prioridad, recuperar el trono de la Bundesliga”. Alto, claro y contundente después de que el pasado año el gigante del Allianz aspirara a todo hasta el último día y quedara en blanco con una serie de catastróficas desdichas. Dos cursos sin títulos y habiendo perdido el poder nacional en favor del Borussia Dortmund, son demasiados y de ahí que Heynckes haya solicitado más refuerzos de lo que acostumbra. Mandzukic, Dante, Shaqiri, Pizarro y Starke amplían el abanico de alternativa en diversas zonas de su plantilla, mejorando sobre todo en número, lo que se había demostrado como plan excesivamente corto para luchar por las máximas aspiraciones. Ya han sumado la Supercopa aunque la versión más firme y sólida del Bayern me hace pensar en un año con fuerte persecución desde el Westfalen o rápido título de vuelta a Baviera. 30 millones de inversión y ninguna pérdida importante le colocan ya como favorito nuevamente.

Nuremberg: Tienen estadio (el mítico Frankenstadion para 48.000 espectadores), un técnico que lleva tres años construyendo una nueva base de futuro cada año con mínimas inversiones (Dieter Hecking tiene un mérito increíble) y una de las aficiones más fieles de toda Alemania. Consolidado ya como equipo de media-baja tabla per habiendo logrado escapar de temores clasificatorios estos últimos cursos, la intención es seguir avanzando sin sobresaltos. Una inversión de apenas 2 millones tras haber recaudado 5 vendiendo a su mejor central (Wollscheid), refleja la extrema capacidad de rendimiento en la humildad de una plantilla siempre joven. La apuesta nacional es el experimentado Gebhart, la extranjera el central Marcos Antonio pero sobre todo, vuelve a confiar en canteranos y juveniles de clubes inferiores. Atentos a Polter, su mejor apuesta atacante (cedido por Wolsfburgo) por potencia, impacto y fuerza en el área. Esswein, Klosde y Kamabuaka, sus propias estrellas en pro de un crecimiento controlado.

Augsburgo: Cuando el pasado año logró ascender tras años cayendo en el play-off definitivo, el modesto equipo del singular Jos Luhukay no escondió su humildad, aquella que le llevó a ‘pecar’ de fragilidad defensiva y falta de contundencia durante las primeras semanas. Suficientes para que su último puesto reflejara que necesitarían un milagro para no caer en el pozo del que habían ascendido. Sin embargo, con mínimos retoques en su once y una serie de mejoras competitivas en su ataque, los puntos llegaron poco a poco hasta sostener la balanza con el equilibrio suficiente. Dependerán nuevamente de Molders, Koo o Baier, pero han llegado aportes interesantes en la experiencia de Ottl (curioso porque ha jugado ya entre clubes bávaros), la clarividencia de Morávek o la potencia ofensiva con Bancé (ex killer que maravilló hace dos cursos en el Mainz). Pueden ser una de las revelaciones.

Greuther Fürth: El recién ascendido, club que jamás ha estado en el máximo nivel germano desde que se denomina Bundesliga y que apenas tiene dieciséis años de vida (tras varias fusiones más allá de que su primer origen sí data de principios de siglo pasado), es un canto a la imprevisibilidad. Ha perdido a su gran estrella goleadora, el potente Occéan, e incluso a jugadores con cierto peso que habían llegado como cedidos. Sin embargo, con apenas 2.4 millones de inversión, han llegado once nuevos jugadores. Llamativa puede ser el crecimiento de Stieber, Sobiech o Petsos, promesas con cierta expectativa en los últimos tiempos. Aunque su base seguirá siendo auto-dependiente de lo que consigan los Nothe, Sararer o Prib, desconocidos con ganas de tomar impulso desde el sur de Alemania. Baviera ríe con una Bundesliga extremadamente sureña.

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