Liga BBVA: Circo, humo y crisis
Arranca una nueva temporada marcada por la crisis del fútbol español a nivel de clubes
Este fin de semana arranca la temporada 2012-2013 en Liga Española, ”la mejor liga del mundo” para cierta entidad bancaria que debe estirar la mentira todo lo que pueda, respaldada eso sí, por los medios de comunicación que la entidad de marras tiene en nómina, y es que “la vaca” tiene que seguir dando leche como sea para no alterar el “status quo”, aunque este sea ficticio.
Seamos claros y hagamos un ejercicio de cierta autocrítica. La Liga Española se desmorona por momentos, la crisis hace meses que dejó de ser una simple amenaza para tornarse en una cruda y dramática realidad, y esa realidad ha llegado de manera furibunda al fútbol español. No hay dinero para fichar, y a veces ni siquiera para pagar nóminas, muchos equipos están bordeando la quiebra como pueden y de España empiezan a salir más buenos futbolistas de los que entran.
Sin ir más lejos este verano han salido Santi Cazorla, Seydou Keita, Frédéric Kanouté, Michu, Salomón Rondón, Mathijsen, Koné, Ramis, Nilmar, Borja Valero, Nekounam, Domínguez o Topal y se da por hecho que Javi Martínez y Fernando Llorente lo harán en unos días. Weiss, Coutinho, Diego Ribas, Santa Cruz o Carlos Martins acaban sus cesiones. ¿Y qué jugadores con cierto impacto mediático han llegado a nuestra Liga? Se habló de Neymar, de Van Persie, de Silva, de Agüero de Kolarov, de Maicon, de Drogba. Ninguno vendrá. Al final tal vez vengan Luka Modric y Alex Song, dos buenos futbolistas pero probablemente suplentes. Haedo Valdez y Emre están de capa caída y lo demás ilusiona poco, con la salvedad de Nelson Oliveira en La Coruña y el “Chori” Domínguez en Vallecas.
Resulta obvio que Real Madrid y FC Barcelona han activado el plan ahorro, lo cual no está mal por una vez y es que el “Fair Play financiero” los tiene pillados por las gónadas. Los otros dieciocho equipos que integran el “circo del fútbol español” comparecen más como comparsas que como protagonistas, así está establecido, equipos todos ellos mentalizados en activar “el modo supervivencia”, más por imperiosa necesidad que por gusto, para no verse abocados a la administración concursal primero y a la amenaza del descenso administrativo después.
Por si la crisis económica no fuera suficiente quebranto y freno para el espectáculo, aparecen dos grandes clásicos de los recientes arranques ligueros en España, la ineptitud de la LFP y la lasciva y obscena lucha de poder de las plataformas televisivas por dominar el cortijo.
La Liga de Fútbol Profesional, ente inútil como pocos, con el Sr. Astiazarán a la cabeza ejerciendo de adalid de la inoperancia ha vuelto a ser noticia. La última es colocar partidos a las 23.00 horas. Pasamos del horario para los chinos al horario discotequero ¡con dos cojones!.
Las televisiones son las que realmente dominan el fútbol español, y lo son desde que en su día decidieron pagar por encima del valor real del fútbol y lo hicieron por adelantado. Los equipos gastaron cantidades ingentes de ese dinero en futbolistas comunitarios y sudamericanos de abuelo español o italiano de dudosa calidad, ahora, que están caninos y deben vender hasta los banderines del córner, piden más dinero y pasan como si fuera caniches por el aro en llamas que sujetan PRISA y MEDIAPRO, aunque sea humillándose. El circo es así.
¿Quien paga y sufre todo esto? El aficionado, que al final debiera ser el bien protegido y resulta que es ultrajado de manera dolosa por la mala gestión de unos, la inoperancia de otros y la avaricia de los terceros. Toca pagar más por ver menos, y eso escuece, pero nadie hará nada, porque en este país nadie hace nada.
Todas estas carencias que viene arrastrando la Liga de un tiempo a esta parte se tapaban con lo que arrastra Real Madrid, el FC Barcelona y con el hecho innegable que los jugadores nacionales son Campeones del Mundo y de Europa (bis), pero ya no cuela.
La gente ha espabilado y ha visto que detrás de la siempre atractiva cortina de humo que suponen el Real Madrid, el Barça y el éxito de “La Roja” solo hay miserias y toneladas de mierda.
En lo estrictamente deportivo, la Liga 2012/13 se presenta como un paseo para Barça y Real Madrid, el enésimo bis a bis de una bicefalia enfurecida y feroz. Salvo que Roberto Soldado y/o Radamel Falcao muten en el Ronaldo Nazario de su primer año en España, en enero, los dos grandes del fútbol español ya tendrán un cómodo colchón sobre el resto de mortales que les permitirá especular en la competición doméstica para poner sus miradas y esfuerzos de cara a llegar a la final de Wembley en mayo.
El Valencia, el Atlético de Madrid y el Sevilla han perdido fuerza para inquietar a los dos monstruos, el Málaga y el Villarreal no han vendido el escudo por decoro, el Racing de Santander se autodestruye en Segunda, el Rayo Vallecano, el Levante, el Betis, el Espanyol y tantos otros dependen de cesiones y jugadores de coste cero, y el Athletic Club que tanto ilusionó el año pasado, parece que perderá a sus dos buques insignias. Un drama.
Al menos vuelven a Primera División el Deportivo, el Celta y el Real Valladolid, lo cual es una buena noticia. El derbi gallego es un partido espectacular del que se nos ha privado mucho tiempo.
En definitiva, el panorama es desolador, pero lo más preocupante de todo es que al igual que acontece con otros ámbitos, lo peor aún está por llegar. Y es que ya se sabe, al final el fútbol no deja de ser una expresión más de la sociedad que lo sustenta. Que no nos pase nada.