Liverpool: Brad Jones y el penalti de ‘Luca’

El portero fue clave en el triunfo frente al Wigan

Son personajes singulares, personalidades bohemias y hermanos de la soledad. Aislados, verdugos una tarde gris y héroes una mañana soleada pero jamás pueden pasar desapercibidos. Sus errores se magnifican y sus aciertos parecen obra de un trabajo infravalorado pero jamás decaen desde su ángulo perfecto, divisando cada detalle y esperando a que la pelota les ponga en juego. Los porteros dominan el tiempo, el espacio y hasta el destino del fútbol, ese que jamás les da la espalda y que, como siempre, retiene su momento Warhol, aquellos quince minutos de gloria el día más inesperado.

Los de Brad Jones se habían hecho esperar en exceso tras una carrera de diez años donde debutó muy joven en una Premier que no le ofreció segundas oportunidades. Pese a pertenecer al Middlesbrough, fue cedido hasta en seis ocasiones a clubes menores (siendo los más conocidos Blackpool, Derby County o Sheffield) y apareció un par de veces en la selección australiana como eterno suplente. Ese rol, el de segundo portero, también era un reto personal cuando llegó este verano a Anfield, pues Pepe Reina y Doni cubrían por experiencia y categoría, esos dos primeros peldaños. Una meta que dejó de importar cuando hace apenas medio año, falleció su pequeño hijo Luca producto de su propia pelea contra la leucemia.

Después de 18 meses de lucha, el niño de cinco años no superó la enfermedad. El Liverpool y sus compatriotas mostraron su apoyo al guardameta: "En el Liverpool F.C estamos profundamente tristes al conocer el paso a mejor vida del hijo de Brad Jones, después de una larga batalla contra la leucemia", recalcaba su club en la web. Su compañero Lucas Leiva mostró su pésame mediante twitter: "Mis condolencias a Brad Jones y a su familia en este momento tan difícil. Descanse en paz Luca”. El portero agradeció los gestos de cariño con un breve comunicado "Gracias a todos por sus mensajes, You will never walk alone".

Sin poder haber visto a su padre debutar de Red, el fútbol decidió que tuviera por fin merecida recompensa. Con Reina sancionado y Doni expulsado a los veinticinco minutos, Brad Jones debutaba de manera imprevisible en la Premier (ya había jugado en diciembre de 2010 contra el Utrecht en Europa League) como portero de un Liverpool que buscaba redimir sus múltiples decepciones ante el Blackburn. El primer reto del aussie, tan complicado como irremediable, evitar que Yakubu (su ex compañero en el Boro), le batiera desde el punto fatídico. "Muchos viernes entrenaba penaltis con Yakubu en el Boro, conocía su estilo y su forma de tirarlo", confesó Jones tras el partido. La parada ayudó al Liverpool a ganar el partido por 2-3.

Lo logró, miró al cielo, se emocionó y llevó a su equipo a la victoria: "Fue bueno para mí parar ese penalti, ya que hace poco perdí a mi hijo de 18 meses y tal vez hoy me haya dado buena suerte desde arriba. Luca está conmigo todos los días. Lo llevo a todas partes, su foto está en mi bolsa de aseo y sus juguetes están en mi bolsa de viaje. He conseguido que cuide de mí”, comentaba emocionado al término del encuentro.

Eso sí, la magia entorno a Jones esta semana es absolutamente completa pues su pareja ha dado a luz a un niño, llamado en honor a su hermano, Nico Luca. Un momento de gloria que podría tener continuidad pues esa expulsión de Doni abre las puertas de la titularidad a Jones para las semifinales de FA Cup este sábado en Wembley en el Derby ante el Everton. 


"La semifinal no es cualquier cosa, son grandes partidos y me estoy mentalizando para el partido", añadió Jones. Wembley le espera.

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