Alan Dzagoev, la esperanza del CSKA de Moscú
El jugador es uno de los referentes del conjunto moscovita
El éxito en el fútbol ruso cotiza al alza para los equipos con sede lejos de Moscú. Vivir dentro de las fronteras de la capital es sinónimo de triunfos. En cambio, residir en cualquier otra ciudad te condena, salvo contadas excepciones a un segundo plano. Así es el fútbol ruso, construido con Moscú como epicentro de sus glorias pasadas, presentes y futuras. Toda sonrisa que se produzca lejos de la capital de Rusia puede considerarse -sin miedo al error- como una excepción. Equipos como el CSKA de Moscú, el Dinamo de Moscú o el Spartak de Moscú se han visto beneficionados durante décadas por este geocentrismo moscovita.
En los últimos años, sólo el Rubin Kazan y el Zenit de San Petersburgo han logrado robar el entorchado a la ciudad de los zares. Sin embargo, desde que se creó la Premier League rusa, e incluso remontándonos a tiempos de la antigua URSS se puede contar con los dedos de una mano los equipos que han sido contestarios ante la hegemonía futbolística impuesta por los clubes de Moscú. Por todo esto, fue especialmente importante la gesta protagonizada por el humilde Spartak-Alania Vladikavkaz -actual FC Alania Vladikavkaz- en 1995. Una hazaña que todavía hoy se recuerda como una de las mayores sorpresas que se han vivido en el campeonato soviético.
Nacido en la inestable Osetia del Norte, el Alania se atrevió a poner en duda la supremacía de Moscú en el fútbol ruso y se proclamó campeón del país, rompiendo con tres años de victorias del Spartak de Moscú. Los osetios vivieron un sueño y de la mano de un por entonces inexperto Valery Gazzaev dominaron el fútbol ruso y se codearon con los grandes de Europa. El Glasgow Rangers les cerró las puertas de la Champions League en la previa, pero en la Copa de la UEFA estuvieron cerca de eliminar al mismo Liverpool. El espíritu de aquel Alania continúa vivo a través de uno de los jugadores que se enfrentará al Real Madrid este martes (18h00) en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Cuando el Alania escribía sus páginas de gloria, Alan Dzagoev apenas cumplía los cinco años, pero ya disfrutaba del fútbol. Desde Beslán, Dzagoev creció admirando a los jugadores del Alania y soñando junto a su hermano con llegar algún día a ser futbolistas profesionales. Con el paso del tiempo, sus dotes como futbolista comenzaron a llamar la atención de los clubes de la zona y le reclutó para su academia de juveniles el Yunost Vladikavkaz. No duró mucho y en el 2006, el FC Academia Dimitrovgrado de la segunda división rusa apostó por él. Sus seis goles, con apenas 16 años, llamaron la atención del multimillonario CSKA de Moscú y en diciembre del 2007 se mudó al equipo del Ejército Rojo.
Durante su primera temporada en la Premier rusa, Dzagoev deslumbró gracias a su calidad con el balón en los pie y su precisión en las acciones a balón parado. Levantó la Copa de Rusia y fue designado como el mejor jugador joven de la temporada en Rusia. Su rendimiento no pasó desapercibido para el buen gusto de Guus Hiddink y el 11 de octubre de 2008 debutó con la selección rusa. Su carrera avanzaba a un ritmo vertiginoso y con apenas 18 años y 116 días -es el jugador más joven en vestir la camiseta de Rusia- había quemado todas las etapas en el fútbol ruso.
Después de deslumbrar a Rusia el reto de Dzagoev es conquistar Europa. Arshavin acapara los elogios hacia los futbolistas rusos, y Seydou Doumbia se los roba en el CSKA de Moscú, pero Dzagoev está dispuesto a acaparar protagonismo y demostrar a Europa que es una de las grandes promesas del universo futbolístico, si es que alguno no lo considera todavía como una realidad presente. Su capacidad para moverse entre líneas, su inteligencia para leer las jugadas, un excelente manejo de balón y, sobre todo, una precisión letal en los lanzamientos a balón parado, son las mejores virtudes de un jugador con un prometedor futuro por delante.
Dzagoev será, por lo tanto, uno de los principales pilares sobre los que se apoyará el CSKA de Moscú para soñar con eliminar al Real Madrid de la Champions League. Junto a Doumbia y Honda es quien mejor conoce los caminos del gol, y es consciente de que un partido contra los hombres de Jose Mourinho es el mejor escaparate posible para agigante su figura en el panorama internacional. Esta noche será la primera escala hacia la gloria, en busca de repetir presencia en cuartos de final como dos años atrás. Dzagoev quiere hacer historia. Al menos ya ha conseguido que el fútbol de Osetia del Norte vuelve a sonar con fuerza en Europa gracias a él. Es el nuevo espíritu del Alania.
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