El Everton de Roberto Martínez


El técnico de Balague ha finalizado con su equipo la primera mitad de la Premier League en la cuarta posición. El español llegó al Everton con el deseo de entrar en puestos europeos, y tras una vuelta para enmarcar, los ‘toffees’ tienen el objetivo de llevarlo a cabo. Los Coleman, Baines, McCarthy, Barkley y Lukaku brillan en un equipo que puede presumir de ser el que menos derrotas ha cosechado a lo largo de las primeras 19 fechas.
El aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo. El concepto del efecto mariposa viene a referirse con esa frase a cómo una pequeña perturbación puede generar un efecto considerable en un corto o medio plazo. En Goodison Park han experimentado este suceso en primera persona, empezando por la de Sir Alex Ferguson. A unas 30 millas de Liverpool, el técnico escocés decidía poner fin a su carrera de entrenador y dejar el banquillo del Manchester United tras más de dos décadas regentándolo. Ferguson batió sus alas por última vez, y el viento que provocó tuvo sus consecuencias para el Everton.
David Moyes había sido entrenador ‘toffee’ durante los últimos once años, pero un asiento en Old Trafford le requería para poner en sus manos un equipo con el que ser el Alex Ferguson 2.0. Los ‘red devils’ se hicieron el pasado verano con el técnico escocés, poniendo así fin a una etapa en el Everton que comenzó en 2002. Se cerraba el ciclo de Moyes, a quien solo le faltó levantar algún título para culminar, pero su recuerdo quedará para siempre en los aficionados del conjunto de Merseyside.
Cambio de cromos
Roberto Martínez coqueteó el verano anterior, el de 2012, con el Liverpool, pero el técnico español se decidió por seguir en el Wigan. Su continuidad en los ‘latics’ trajo consigo al final de temporada el título de FA Cup para el club, a pesar de no evitar el descenso. Buen cartel en la Premier League y la propuesta por un fútbol entretenido, de ser protagonista, hecho para dominar encuentros. El modesto Wigan tenía la idea pero le faltaban piezas. Por tanto, hechas las cuentas, el Everton necesitaba un entrenador al que ceder un proyecto y Bob Martínez cumplía con los requisitos. Sí, el verano después de haber sido tentado por el Liverpool.
El desencadenamiento de movimientos que se había generado no había tenido ahí su fin. El último día de mercado, e intento tras intento por parte del Manchester United para hacerse con Leigthon Baines y Marouane Fellaini, consiguieron los de Old Trafford hacerse con los servicios del belga. 32 millones de euros mediante y saneamiento total para las arcas ‘toffees’. Perdida su estrella y con el cierre del mercado acechando, el Everton movió ficha y se llevó para su plantilla a Gareth Barry, James McCarthy y Romelu Lukaku, quienes se sumaban a las incorporaciones previas en verano de Deulofeu y Arouna Koné (llegó del Wigan por 7M€). Barry llegó cedido desde el Manchester City tras no contar para Pellegrini, asumiendo así los de Liverpool su alta ficha, y Lukaku fue adquirido de la misma forma procedente del Chelsea, pues en Stamford Bridge iban a faltarle minutos ante la competencia en la delantera. Mundial a la vista y la suma de partidos es necesaria para dos jugadores con opciones de estar en Brasil, uno, y ser titular, el otro. Por su parte, el irlandés McCarthy se había convertido, tras un desembolso de unos 15 millones de euros, en el fichaje más caro para el Everton, procedente también de Wigan.
Sin el jugador franquicia pero con incorporaciones de nivel y un legado que aprovechar, Roberto Martínez tenía la vista puesta en el horizonte con la misión de poder clasificar al equipo para Europa al final de temporada. A día de hoy, se puede decir que el trabajo del de Balaguer está siendo redondo en Goodison Park. El Everton apuntaba a equipo revelación de la Premier y así lo está siendo, demostrándose con su cuarta plaza al final de la primera mitad del campeonato.
El estilo de ‘Bob’ Martínez
Equipo consolidado, con un 4-2-3-1 fijo, con laterales viviendo en campo contrario, un centro del campo completo y con dinamismo, y arriba mucha chispa. La pareja de centrales es prácticamente inamovible. Jagielka y Distin han jugado juntos como titulares los 18 primeros partidos de Premier League, sólo saliendo el inglés del once en el último partido ante el Southampton. Jugar juntos viene de largo, y la compenetración y complementación es de alto nivel. Distin ofrece poderío físico mientras que la oferta de Jagielka tiene otros registros. El central británico es el jugador de la Premier que más balones largos juega por partido (8’4 de media), además de ser el séptimo con mayor número de despejes.
En el lateral izquierdo el titular es Baines, quien se ha perdido seis partidos de competición a causa de una lesión pero que volvió ante el Southampton. En su ausencia, Oviedo ha sido el encargado de suplirle, y lo cierto es que el cambio apenas se ha notado. El costarricense ha ocupado el carril zurdo de la defensa ofreciendo las mismas prestaciones que su compañero, con similares cifras (ambos suman incluso 2 goles) y superándole en un aspecto significativo: 2 asistencias de Bryan por 0 de Leighton. Ambos jugadores son los dos que más recuperaciones por partido realizan en el Everton, superando las 3 de media cada encuentro. Pero el dueño de la demarcación es Baines, con una zurda exquisita. El nivel ofrecido por el internacional inglés le llevó en verano a ser objeto de deseo máximo por parte del Manchester United, y su técnico no descarta una nueva oferta por parte de los diablos rojos. Sin embargo, Roberto Martínez ha sido claro: “Leighton va a estar aquí con nosotros hasta final de temporada, va a ser así al 100%. Es un jugador vital para nosotros”.
Aunque quien se está llevando los focos esta temporada es Seamus Coleman. El lateral derecho se está consolidando como el mejor jugador de la Premier League en ese puesto. Jugador completo a cuyo buen hacer defensivo está sumando además un destape en ataque como goleador. En un período de 30 días (del 30 de noviembre al 29 de enero), el irlandés ha anotado la cifra de 4 goles, más que ningún otro compañero en ese tiempo. Lo ha jugado todo y en media temporada ya ha superado con 5 goles su anotación en las tres campañas anteriores con el Everton en Premier. Coleman aprovecha dos virtudes: tiende a aparecer por la derecha cuando los rivales están basculados hacia el otro costado; y el regate, siendo de los jugadores que más realizan por partido en la competición.
En el centro del campo Osman es quien lo ha jugado todo, pero ahí los que están brillando son los nuevos. Barry y McCarthy llegaron en el período veraniego y se han erigido como los dueños de la medular ‘toffee’, rindiendo a un muy buen nivel y ofreciendo equilibrio, orden y claridad en la salida del balón. El éxito del Everton tiene un pilar en ellos dos. Barry hace el juego sencillo, saca el balón, cohesiona a los compañeros y ayuda en las coberturas. Mientras, McCarthy está en todos lados, pone energía y lucha, juega con la pelota y pisa área. Prueba de ello son los datos del irlandés tanto en una vertiente como en otra. Es el segundo jugador del equipo que más pases con peligro filtra por partido, con un total de 25 a lo largo de esta Premier. Igualmente, es el tercero del conjunto en recuperaciones de balón. 3 asistencias a lo largo del campeonato, las mismas que Barry. Y los dos con una media del 86% de acierto en el pase.
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La gran irrupción del año ha sido Ross Barkley, haciendo sonreír a la parroquia de ‘Goodison Park’ en particular y al aficionado inglés en general. El joven mediapunta tiene destellos de gran clase, y demuestra cada partido ser un jugar que apunta alto, con cuerda para rato. La selección inglesa respira con su aparición, y podría jugar el Mundial a pesar de haber debutado con los ‘pross’ este mismo año. Con David Moyes ya tuvo minutos, pero ha sido Roberto Martínez quien lo puso de titular desde el primer día ante el Norwich. Ha hecho olvidar a Fellaini y tiene los automatismos que Martínez quiere para su fútbol. El inglés por el belga ha sido una base para cambiar el estilo del Everton. Recibe, se gira, corre, encara, pasa o tira. El juego ya no es por alto. Marouane antes era la referencia, ahora Ross es vía directa para la conducción a ras de suelo. Producto de la cantera, es el segundo jugador de la Premier que más faltas recibe y el segundo, también, del equipo que más veces chuta por partido. Le falta pulir su última acción, pero a sus 20 años el camino que ha recorrido ha sido a pasos agigantados.
La imprevisibilidad y el desborde van a cargo de Mirallas y Deulofeu. El español aprovechó sus minutos y fue cada vez a más, pero una lesión cuando se estaba haciendo con la titularidad le frenó. El belga, por su parte, comprende el grupo de máximos asistentes de la Premier, con un total de 5. Pero la punta de flecha del juego es para Lukaku, quien culmina y es el final del iceberg. El jugador cedido por el Chelsea, tras su gran año en el WBA, decidió repetir experiencia, la cual le está saliendo de cine. Con sus 9 goles ha generado el 29% del total del conjunto, y es el 4º artillero de la liga inglesa. La lesión de Koné le descartó un rival con el que luchar y Jelavic no ha sido competidor. El croata era teóricamente titular, pero con el paso de los días Romelu se hizo con el sitio: 15 encuentros disputados, 14 de ellos titular. El croata suma 361 minutos de Premier League.
Números para pensar en la Champions
Con todo y con eso, el Everton ha caminado con paso firme durante la primera mitad del campeonato, finalizándola en cuarta posición. Tras un arranque en el que firmó tres empates consecutivos (Norwich, WBA y Cardiff), el equipo de Merseyside encarriló tras ello 4 victorias en los siguientes 5 encuentros. Solo les frenó una derrota, casi obligada, en su visita al Manchester City. Obligada porque los ‘citizens’ han sumado todos sus partidos en el Etihad como victorias. Esa derrota en Manchester fue hasta hace poco la única que había sufrido en toda la temporada, hasta que el Sunderland visitó Goodison Park. El ‘Boxing Day’ ante el colista apuntaba a fiesta, pero los de Roberto Martínez se vieron con la primera y única derrota en casa durante todo el año 2013.
Por el campo del Everton han pasado ya Chelsea, Tottenham y Liverpool, consiguiendo la victoria ante los de Mou y empatando contra los otros dos. Mientras que contra City, United y Arsenal actuó como visitante. El balance ante los equipos punteros, y rivales, ha sido de 9 puntos de 18 posibles, consiguiendo una victoria en Old Trafford y un empate en el Emirates en la misma semana. El calendario será a la inversa en la siguiente parte de la Premier, por lo que tendrá que visitar Stamford Bridge, White Hart Lane y Anfield, y poner a prueba en el Goodison a los dos conjuntos de Manchester y al Arsenal. Además, tanto ‘skyblues’ como ‘red devils’, junto a Southampton, serán tres de los cuatros últimos rivales antes de cerrar el curso.
Roberto Martínez llegó a Liverpool con la ilusión de llegar a Europa con el Everton y hacer de la Liga de Campeones una realidad. El equipo marcha en puestos de acceso a esta competición, siendo el conjunto con menos derrotas (2) de toda la Premier y el que menos goles ha recibido (18) junto al Arsenal. La lógica imperante hace pensar que el Manchester United no faltará a su cita con la Champions, y el Tottenham con la llegada de Sherwood va a más, por lo que la lucha se antoja caótica. El aleteo de cualquier rival influirá en el de al lado, y eso en casa de los ‘toffees’ lo saben bien.
EL DEBATE: ¿CONSEGUIRÁ EL EVERTON METERSE EN PUESTOS DE CHAMPIONS?