Riqui Puig y su desarrollo

Riqui Puig necesita de tiempo para poder crecer en su desarrollo de juego. Quique Setien tiene un diamante en bruto para pulirlo.

Riqui Puig de a poco esta teniendo mayor cantidad de minutos con Quique Setien. La idea es darle un mayor protagonismo. Reconocer si es capaz de sobrellevar su talento, el contexto, las responsabilidades, las obligaciones, las presiones. Es un chico. Tiene a su alrededor el peso de la expectativa. Su juego es libre, audaz, pillo, capaz de juga en espacios reducidos, salir de ellos, entrar. Y para que esa creatividad vuele, se necesita de confianza, pero también de tiempo. De afecto.

Quique Setien tiene un espacio para él. Quiere darle los minutos que se requieren para incluirlo de a poco en un ambiente culé que está expectante de que explote. La ilusión es tal, que necesita de raíces para poder cumplir con un proceso de adaptación y mejora de su juego. Un funcionamiento. Pero por sobre todo de confianza. De que no tenga miedo. Que sea atrevido. Que tenga desparpajo, que sea valiente, que no se retraiga, quitarle complejos, reducirle ese miedo al riesgo que inhibe las capacidades creativas.

Un equipo requiere de interpretes que salten a la cancha y muestren todo su repertorio. Y es indispensable que Riqui Puig, se relacione como él sabe con el juego. El juego necesita de Puig y Puig requiere del juego. Necesita de una simbiosis para aumentar y acrecentar sus tomas de decisiones, sus ejecuciones, su manera de desenvolverse dentro del campo.

Quique Setien tiene un lindo proyecto para poder pulirlo, exprimirlo, generar una tutela de crecimiento, potenciarlo, agregarle fundamentos, etc. Riqui Puig tiene las condiciones para asimilar y adquirir conceptos, carácter y por, sobre todo, tiempo, para que su juego no se tare y se libere.

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