Toni Kroos, en el inicio y la base de la jugada

El alemán,  como interior de la base de la jugada dentro del 4-3-3 de ZZ, tiene un rol fundamental en el inicio de la jugada

Toni Kroos en el partido contra el Valencia por la Supercopa de España. FOTO: REAL MADRID Toni Kroos en el partido contra el Valencia por la Supercopa de España. FOTO: REAL MADRID

Pese a que sus primeros compases de temporada no fueran los mejores, el Real Madrid ha encontrado un funcionamiento colectivo que, pese a depender de los rendimientos de piezas puntuales que no se duplican en la plantilla, está dándole los resultados esperados y que lo perfila como uno de los principales candidatos a ganar la UEFA Champions League. Zinedine Zidane confeccionó un plan ideal para, al mismo tiempo, potenciar jugadores esenciales para que estos puedan, a partir de sus cualidades individuales y capacidad para interpretar el juego, darle el plus competitivo necesario para colocarse al nivel que merece un club de este nivel.

Una de esas piezas que entran en los dos renglones antes mencionados es Toni Kroos que, pese a quedar en un segundo plano detrás del impacto que está teniendo Karim Benzema y la irrupción de Federico Valverde, está mostrando el nivel más alto de toda su carrera a partir de su capacidad para circular la pelota con criterio y darle cohesión a los diferentes bloques que confecciona el Real Madrid cuando tiene la pelota e intenta progresar hasta llevarla a la zona de conviven las piezas más desequilibrantes: Benzema, Eden Hazard, Gareth Bale, Rodrygo Goes y compañía.

El alemán, como interior de la base de la jugada dentro del 4-3-3 de ZZ, tiene un rol fundamental en el inicio de la jugada debido a que tiene que compensar las deficiencias asociativas que tiene Carlos Henrique Casemiro para actuar como MCD de salida (dificultades para recibir de espaldas y girar, sin pase firme para romper líneas y sin una conducción potente para batir el bloque rival) y ser el eslabón principal en la banda izquierda, donde el conjunto merengue junta piezas para asociarse con la intención de liberar el costado opuesto para la llegada de los jugadores más desequilibrantes para dominar en los duelos individuales (1vs1).

Actuando en la base de la jugada, Kroos recibe constantemente en la banda izquierda donde se puede juntar con Karim Benzema (cuando este cae a banda para liberar la zona del centrodelantero), Eden Hazard (cuando estaba disponible) y Ferland Mendy (donde regularmente debe aparecer Marelo Viera). Pero, al mismo tiempo, a partir de sus movimientos, el alemán ocupa la zona entre central-lateral para que el segundo se posicione a una altura superior, y entre centrales (como una forma de esconder a Casemiro o usarlo como variante en largo cuando el rival presione arriba con intensidad). En campo rival, centraliza su posición para tener más de cara el terreno de juego y poder conectar con los movimientos entre líneas de los atacantes y tener más cerca a Federico Valverde, quien aporta mucho más llegada a partir de su ida y vuelta constante.

Sin duda, y como está demostrando partido a partido, Toni Kroos se ha convertido en uno de las piezas más importantes dentro de la columna vertebral que ha confeccionado Zinedine Zidane en esta versión 2019/20 del Real Madrid que, a diferencia de la temporada pasada, encontró un camino coherente a seguir de cara a conseguir los objetivos planteados a comienzo de este curso.

Artículos destacados

Comentarios recientes