El dominio desmesurado y su contexto

Uno de los debates primordiales surge en: ¿qué hacemos con los hechos de abuso sexual?. Es así, que planteamos un abordaje amplio del tema.

El periodista transcurre una carrera donde los actos están catapultados a una notoriedad que requiere de responsabilidad social, conocimiento, sensibilidad, lectura fuerte de las situaciones que acontecen. En fin, ser cada día mejores. Y hay días donde uno elige escribir sobre temáticas potentes, donde la dejadez y la pereza intelectual no puede ser una opción, y si la complejidad en el abordaje. En este caso, la temática engloba a diez imputados por haber participado de una violación en manada, en Villa Carlos Paz, Córdoba. Dentro de los imputados, están presente dos jugadores de Huracán, surgidos de las divisiones juveniles del globo.

Generalmente la mirada simplista busca cortar por lozano y solo leer las 5 w del periodismo: “qué”, “quién”, “cómo”, “donde”, “cuándo”. A partir de ahí, las conjeturas están muchos más relacionadas a generar una visión superficial, relacionada a la indignación, al dedo acusador, a los juicios, a la búsqueda de respuestas, más que a la construcción de un debate donde se establezcan preguntas: ¿Por qué suceden estas situaciones? ¿de dónde proviene? ¿Cuáles son las situaciones macrosociales? ¿Qué rol juegan los jugadores en un sistema de consumo?, ¿poseen los clubes programas de educación sexual? ¿qué protocolos seguimos cuando suceden estos acontecimientos?, etc.

El sujeto no es una partícula aislada, sino que esta inscripta dentro de un proceso de socialización, dentro un sistema cultural, donde la descripción parte de una dinámica social. El futbol, es un encono, donde los elementos que condicionan a la persona se enmarcan en que el “macho” no debe huir, debe copar la parada, debe exponer ciertos atributos que demuestren su masculinidad: “bancar” la droga y el alcohol, imponerse en la contienda física, dar rienda suelta a su cuerpo a través del “aguante” sin medir los riesgos. Así se configuran las referencias de grupo, donde aquel que pone en acción su corporalidad a través del “aguante” es reconocido y forma parte de la comunidad.

Así se van delineando las formas de percibir, de apreciar y de actuar de los individuos. La preconcepción del “macho” genera que la mujer sea construida como sujeto desmesurado de rechazo, de estigmatización, de dominio. Y eso se potencia, en un ámbito futbolístico, donde los chicos provienen de sectores vulnerables, rurales, que llegan a los clubes sin un anclaje pedagógico, donde la deshumanización del futbolista parte de las expectativas de los padres, de la no contención que provoca la idea del jugador como medio de marketing, etc.

Dentro de este marco, es donde uno, sin justificar las acciones, busca entender que la vía no es la teoría del descarte, sino de qué manera podemos generar mecanismos para transformar a la persona y así, mejorar su posición.

Artículos destacados

Comentarios recientes