Messi: es hora del disfrute
Messi es una institución. Es un jugador mágico. Que solo queda disfrutar. El placer hay que aprovecharlo, exprimirlo. Hagámoslo.
Acabo de ver el partido de Messi. Es un lujo. Es un valor inconmensurable. Lo tiene todo: regate, cambio de velocidades, de ritmo, de marcha. Un jugador con todas las letras, que posee repertorios múltiples. Tanto en el pase, como en los controles, con en la visión de juego, el ojo de leer lo que sucede alrededor. Esa capacidad de ver lo cercano y lo lejano. Todo en segundos. En microsegundos.
Messi es grande porque aun refuerza a un Barcelona que aun no tiene todos los ingredientes suficientes para poder explotar colectivamente. Pero es tan poderoso lo que significa Messi, que puede hacer cosas sin que las ideas estén muy claras o muy afianzadas. Y aun sigue Leo, mostrando competencia para generar pánico, miedo, preocupaciones, desequilibrio, gol, eslalons en espacios reducidos, el pie a pie, etc.
El tiempo pasa y cada vez queda menos. Se reduce la prolongación de tiempo y estamos a las puertas de su retiro. Aun sin haberlo hecho, ya se lo extraña. Son momentos de disfrute. Ya verdaderamente poco importa si gana algo mas o menos. O tal vez sí. Como un hecho anecdotario a contar. Pero Messi ya supero la frontera de aquello que pudo haber sido y no fue. Messi es. Messi es al que hay que ver para aprender como se lleva el éxito, el crecimiento en los fundamentos de juego, en la alimentación para seguir a tono a sus casi 33 años en la máxima competencia.
Solo es eso. El disfrute. El placer de verlo jugar. Los espacios reducidos, como pocos, los ha descifrado él. La capacidad de llevar la pelota en el pie, de que no se le despegue, de que no se vaya un metro más, sino que quede cercano al cuerpo para en caso de trastabillar seguir con su conducción. Es una extensión de su cuerpo la pelota para Messi.
Son jugadores mágicos. Maticos porque hacen lo que nosotros soñamos hacer: hacer lo que queramos con ella. No todos podemos. Él sí. Queda cada vez menos. Ha exprimir cada momento. Que luego el recuerdo se potenciara y vivirá en nuestras mentes.