Dinámica de lo impensado
El triunfo de Flamengo (vs River Plate) solo se puede explicar a partir de la esencia de este juego, que no acepta verdades absolutas

En el fútbol no existen las verdades absolutas más allá de que gana el equipo que hace más goles que el rival. Dentro de esta dinámica es complicado predecir lo que va a ocurrir en cada faceta de este deporte, lo que es una de las razones por la que es de los más vistos del planeta. Es que es imposible anticipar lo que va a pasar, aunque se intente a partir de los análisis más rigurosos del juego.
La final de la Conmebol Libertadores 2019 es un ejemplo claro de este encuentro porque, más allá de que existían diferentes conceptos que se podían predecir, el desarrollo del mismo no explica el resultado final. Con la victoria en el bolsillo y con el dominio sobre el rival, River Plate solo tenía de enemigo al reloj pero, dentro de este deporte tan impredecible, no podemos sentenciar o dar algo por hecho antes de que se dé. El triunfo final de Flamengo, quien jugó uno de sus peores partidos de la mano de Jorge Jesús, solo se puede explicar a partir de la esencia misma de este deporte porque, desde el juego, no habían puntos que decantaran la balanza para el lado del equipo brasileño hasta ese momento.
El doblete de Gabriel Barbosa, uno de los peores jugadores del partido hasta ese momento (debido a un gran marcaje de Javier Pinola que, al mismo tiempo, cometió un grave error en el segundo gol de Flamengo), también refuerza esta teoría donde, más allá de que juegues mejor que tu rival y que tengas todo a favor, no se puede sentenciar ni se puede festejar antes de que el árbitro pite el final del encuentro. El fútbol es una dinámica maravillosa donde te puedes lanzar el partido perfecto pero igual perder y viceversa. Al final no existe un solo camino para cumplir tu objetivo y mucho menos para anotar un gol. Es la dinámica de lo impensado como dijo el gran Dante Panzeri.