Un equipo sin hoja de ruta

La derrota contra el Mallorca evidenció nuevamente que el Real Madrid no tiene un plan de juego en que sustentarse para poder solventar los bajos rendimientos individuales. Con muchas bajas pero con un once de lujo, y muy agresivo desde los nombres propios, la sensación que dejó el conjunto merengue es que parece un barco sin rumbo, sin un capitán que pueda generarle el contexto que ellos necesitan para brillar. Y es que, aunque se venda lo contrario, cuenta con una plantilla repleta de variantes para jugar de diferentes maneras pero, desde su punto de vista, la intención es cargar el área con centros o que sean los jugadores quienes decidan que hacer y cómo hacerlo, sin una hoja de ruta.

Un mediocampo con Casemiro, Toni Kroos, James Rodríguez, Isco Alarcón, Federico Valverde y hasta el mismo Luka Modric, de un nivel muy bajo, no puede no tener conceptos ni movimientos predeterminados en búsqueda de dominar los encuentros. Un ataque con Karim Benzema, Eden Hazard, Gareth Bale y Vinicius Jr no puede no mostrar una cohesión a partir de moverse en determinadas zonas preestablecidas a partir del trabajo. Los rendimientos pueden ser bajos pero, sin un camino a seguir, es imposible salir de manera sencilla.

La sensación es que este Real Madrid, más allá de un cambio de timonel, no va a ser un equipo esta temporada sino un conjunto de individualidades que buscan predominar a partir de rasgos que cuajen a la perfección que, en este momento de la temporada, pueden solventar diferente situaciones pero, cuando llegue la etapa decisiva de la Champions y sea momento de enfrentar a los mejores equipos de Europa (como ya le pasó contra el PSG) no te vas a salvar. Sin ideas y sin una hoja de ruta, este equipo no tiene un rumbo.