Messi, la puesta a punto y el Barcelona
Messi aún sigue tratando su lesión en el sóleo. Todavía está en duda su vuelta. El Barcelona debe encontrar el funcionamiento.
El Barcelona, que se encuentra en un contexto de incertidumbre deportiva, posee todavía la duda de Messi tras su lesión en el soleo. Lesión que requiere de un tratamiento procesual para solidificar la zona y reducir posibilidades de desgaste. La temporada recién comienza y Messi necesita que esta lesión traicionera sea bien tratada, porque en caso de que no, es una lesión que pasa cuotas a largo plazo. De esta manera, no hay que acelerar plazos más de la cuenta.
Por otro lado, la presencia de Messi es imperante por dos situaciones: una, porque el Barcelona todavía muestra signos de intermitencias. Hoy por hoy, el Barcelona es un equipo que no tiene dos componentes esenciales: fluidez y movilidad. Hay una dinámica de juego que requiere de muchos elementos: cambio de ritmo, circulación rápida de la pelota, cambio de posiciones, rotación. Estos condicionantes, generan una plataforma previa para poder volver a recuperar tras perdida. Es sumamente importante también que los esfuerzos se dobleguen, que haya trayectos reiterativos, que se produzcan corridas, que las transiciones sean constantes, etc.
El segundo condicionante, forma parte de que Messi eleva al Barcelona a situaciones de contemplación. Es decir, el argentino ayuda a subsanar los inconvenientes que tiene el Barcelona desde lo colectivo. Por eso es importante que el crack sea catapultado por un ecosistema, por una plataforma. Bien se sabe que Messi no es un jugador de altas cooperaciones en la recuperación. Sus cooperaciones son en determinados momentos, no son perdurables. Es por eso, que lo colectivo debe respaldar ese defecto que posee Messi, para esconderlo y explotar toda la genialidad que posee el 10.
De esta manera, Messi debe no solo seguir generando momentos de inspiración que tuvo la temporada pasada, sino que el Barcelona debe producir un juego de afinidad para no solo mejorar desde el juego sino también desde lo afectivo, desde las convicciones, desde la libertad que provoca la dinámica del buen funcionamiento.