Mismos problemas, mismo desenlace
Con una gran actuación de Allison y Dani Alves, Brasil clasificó a las semifinales y espera por el ganador del Argentina-Venezuela

Pese a la diferencia planteada en la previa, Brasil sufrió más de la cuenta para eliminar a Paraguay y clasificar a los Cuartos de final de la Copa América 2019. Sufriendo los mismo inconvenientes que contra Venezuela en la fase de grupos (circulación de pelota lenta, poca generación de ventajas individuales y constantes perdidas de pelotas en el último tramo de la cancha) y que terminaron acrecentándose debido al planteamiento de Eduardo Berizzo que, desde las persecuciones individuales en zona dos para que los creativos no recibieran por dentro y con el trabajo de Derlis González y Miguel Almirón a la hora de construir a raíz de la recuperación, igualó el encuentro hasta llevarlo a ser competitivo.
Pero, pese al planteamiento del rival, el problema de Brasil es interno, es decir, yace en ellos mismos. Más allá de conseguir establecerse en campo rival (Pese a que tuvo multiples inconvenientes en el inicio del juego con un Allan en la base que restaba más que sumaba por sus movimientos), le cuesta llegar al último tramo y conseguir generar oportunidades con reales ventajas principalmente por las pérdidas que generan sus extremos (Gabriel Jesús y Everton sumaron siete perdidas en el partido). Dichos problemas generaron que, en la primera mitad, los dirigidos por Tité solo consiguieran disparar cinco veces por tres de su rival que, pese a no conseguir ejecutar transiciones ofensivas con claridad, llevaron peligro al arco de Alisson.
Pero, en la segunda mitad, Roberto Firmino cambió el panorama del encuentro desde sus movimientos. Ocupando y desocupando la zona de centro delantero, arrastrando consigo a Gustavo Gómez y aprovechando la zona vacía para llegar con agresividad, consiguiendo la expulsión de Fabián Balbuena, lo que cambió el encuentro por completo porque, a partir de ahí, La Verdeamarela fue una máquina de generar oportunidades de peligro con Everton como carta principal para desequilibrar y encontrar espacios dentro del repliegue paraguayo. Por otro lado, Willian por la derecha, con el descaro que lo caracteriza, buscó constantemente los duelos individuales ante Junior Alonso y Miguel Almirón, quienes se responsabilizaron de ese costado de la chancha.
Tité intentó de todo para intentar destruir el muro construido por Berizzo pero, pese a terminar disparando 25 veces al arco, Pero, con us delanteros impresisos y en una gran noche del capitán Gutavo Gómez (se adueñó del área con sus depejes, anticipos y movimientos), Brasil no pudo pasar del 0-0. Después aparecería Allison y Gabriel Jesús para, en medio de un concierto de pitidos, consagrar la clasificación a la siguiente ronda. Los locales tuvieron los mismo problemas que contra Venezuela y siguen generando más por empuje que por ideas y, al mismo tiempo, tuvo el mismo desenlace.
Jugador del partido: Dani Alves
El lateral derecho de Brasil tuvo en rendimiento diferencial por encima del resto. En la primera mitad, con sus diagonales interiores para generar espacios por fuera para sus compañeros, aportando en la generación de ventajas y llegando a zona de remate para definir, se convirtió en una de las variantes más potentes para abrir el marcador. En la segunda mitad, con su equipo más volcado en campo rival, apareció como volante central para apoyar con pelota y ser un resguardo ante cualquier intento de transición de Paraguay.