Un volante de toda la cancha

Cifuentes, se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la Copa del Mundo y en uno de los lideres estilísticos dentro de una Ecuador

Ecuador firmó su clasificación a las semifinales de la Copa del Mundo sub-20 de Polonia, un hecho histórico para el fútbol de aquel país que, por primera vez en su historia, pisará dicha instancia en cualquier competencia de la FIFA, contando cualquiera de las categorías. Los dirigidos por Jorge Célico, campeones de Sudamérica, han venido de menos a más en la Copa del Mundo viendo sus rendimientos más bajos ante Japón e Italia, pero recuperándose con grandes partidos ante México, Uruguay y, ahora, Estados Unidos, que sufrió ante la estrella del partido: José Cifuentes.

Pese a no tener los reflectores de nombres como Leonardo Campana, Gonzalo Plaza, Alexander Alvarado y Jordan Rezabala, Cifuentes ha demostrado estar a la altura de la cita. El volante defensivo ha destacado por encima del resto debido a su capacidad para aparecer en ambas áreas, una capacidad para posicionarse bien, potenciando su labor dentro del colectivo (organizando a sus compañeros dentro del sistema defensivo y en presión), y una habilidad para recuperar pelotas que, dentro de este juego, es uno de sus registros más potentes, siendo un baluarte individual en la materia y entregándole a su selección un rasgo que lo convierte practicamente en impasable. . Contra Estados Unidos recuperó hasta 16 pelotas, siendo un arma de destrucción masiva para cada intento ofensivo de los dirigidos por Tab Ramos.

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Pero, más allá de lo antes mencionado, cuenta con una conducción limpia para romper líneas y un pase firme con la misma intención. Su participación se mantiene activa en el juego, siendo clave para entender el estilo que promulga el entrenador argentino dentro de esta generación. Además, otro rasgo de su juego que destacó ante Estados Unidos, fue su gran golpeo, clave porque abrió el marcador superando con un latigazo a David Ochoa, guardameta estadounidense, después de conducir sin oposición desde casi la mitad de la cancha. Sus apariciones en campo rival, más cerca del área, son determinantes tanto para acompañar como para lanzar transiciones. La intención es ser agresivo y hacer daño constante al rival con la pelota.

Cifuentes, que tiene la calidad para dar el salto, se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la Copa del Mundo y en uno de los lideres estilísticos dentro de una Ecuador que está a dos partidos de hacer historia.

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