Los interiores para Rafael Dudamel

Los roles de Yangel Herrera y Luis Manuel Seijas fueron vitales dentro del primer tiempo de Venezuela en su empate ante Ecuador

La Copa América de Brasil está a la vuelta de la esquina y La Vinotinto está cerrando su proceso de preparación para la cita más importante del continente a nivel de selecciones. En su primer amistoso contra Ecuador (1-1 con goles de Roberto Rosales para los venezolanos y Enner Valencia para los ecuatorianos), se notaron múltiples aspectos tácticos que, cuando comience la competencia, servirán como variantes para diferentes escenarios. Uno de ellos fue el rol que les dio Rafael Dudamel a Yangel Herrera y Luis Manuel Seijas como interiores en cada faceta del juego, actuando por delante de Arquimedes Figuera dentro del clásico 4-3-3 que ha implementado el seleccionador venezolano en la época reciente. Aquí explicaremos los movimientos, funciones y comportamientos de ambos contra Ecuador:

Presión en campo rival

Venezuela buscó presionar alto con la intención de recuperar la pelota en campo rival y comenzar a construir aprovechando el desorden ecuatoriano. Dentro de ese funcionamiento, los interiores tenían una doble función que dependía de la zona por la que Ecuador intentaba sacar la pelota. En primer intención, tanto Seijas y Herrera, tomaban a los volantes de primera línea del Bolillo Gómez obligándolos a jugar de espaldas y a que no tengan influencia en la construcción del juego rival. Con el bloque en 4-3-3, ellos se posicionaban muy cerca de Jan Hurtado para poder encimar rápidamente tanto a Jefferson Orejuela como a Jefferson Intriago.

En otro sistema de presión el nombre de Jhon Murillo tomaba una función relevante. Este aparecía regularmente cuando, Ecuador intentaba salir desde el fondo y Venezuela aumentaba la intensidad cuando su rival no encontraba los carriles para progresar con la pelota dominada. Cuando eso ocurría, Murillo salía a presionar al segundo central (Beder Caicedo), mientras que Hurtado vigilaba a Gabriel Achillier, y, para cerrar la salida por el carril, Yangel Herrera lateralizaba su posición para formar un bloque en 4-4-2, para que Pedro Velasco no recibiera con comodidad, para igualar posicionalmente las marcas y neutralizar el progreso rival.

Inicio de juego

Dentro de esta faceta, Arquimedes Figuera funge como el volante que saca la pelota desde el fondo, introduciendo en ocasiones entre centrales para apoyar a Nahuel Ferraresi y Jhon Chancellor. Ante eso Yangel Herrera se ubicaba a una altura, por detrás de la primera línea de presión pero con una posición lateralizada, y Luis Manuel Seijas se ubicaba en otra, entre líneas pero siempre generando un carril para que Ferraresi lo encontrase y este pudiera combinar con Adalberto Peñaranda.

Eso lo hacían constantemente aunque, en la gran mayoría de los casos, Venezuela no conseguí progresar con facilidad con la pelota, más allá de los lanzamientos largos a Hurtado.

Posicionado en campo rival

Cuando Venezuela lograba asentarse en campo rival, Herrera y Seijas tenían un punto de partida mucho más adelantado con la intención de acompañar de mejor manera a los extremos y al delantero centro.

El de Independiente Santa Fe lateralizaba su posición para recibir y asociarse con Peñaranda, generar duelos 2x1 o hasta 3x2 cuando se proyectaba Roberto Rosales y poder estar más cerca del arco rival para poder tener mayores facilidades para filtrar. Por su parte, el que viene de jugar con el Huesca en LaLiga, se posicionaba casi a la altura de un segundo delantero para combinarse con Hurtado, para que este lo activase con pivoteos y para rellenar la zona por si el de Gimnasia de La Plata sale de su radio acción principal para buscar tener contactos con la esférica. Yangel, como el interior con mayor desdoble, ocupa constantemente la zona del delantero para aparecer por sorpresa y hacer daño.

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