Luis Suárez para el equipo

Más allá de los goles, el uruguayo se ha transformado en un jugador que descifra planteamientos rivales y los destroza.  Que juega más para el conjunto.

El delantero centro, como posición propiamente dicha, ha venido evolucionando con el pasar de los años, al igual que el deporte a nivel táctico en sí, lo que forzó que los diferentes intérpretes de dicha demarcación a dominar registros, que a su vez le entregaran múltiples variantes a sus equipos tanto en la construcción de las jugadas de peligro como en la finalización de las mismas. Por eso mismo el delantero de área, ese que dominaba casa centímetro del recuadro defendido por su rival pero que no tenía influencia verdadera en otras fases ofensivas que no tuvieran que ver con la finalización, está prácticamente extinto o han tenido que ir creciendo por sí mismo. Entre ellos, Luis Suárez.

El uruguayo ha dejado de ser ese delantero que arrasaba con los defensores rivales con una conducción o que se devoraba sistemas defensivos completos con esa picardía e inteligencia a la hora de desplazarse, desmarcarse y definir pero, en este momento de su carrera, se transformó en un atacante más completo, que interpreta el juego de otra manera y que puede intervenir por sí mismo en el desarrollo del encuentro, detectando los vacíos argumentales en los planes defensivos del rival y haciéndoles daño con movimientos al espacio y ejecuciones punzantes. Como en el Camp Nou contra el Manchester United por la vuelta de los Cuartos de final de la Champions League, donde él encontró el camino para que los blaugranas salieron de ese asedio inicial y el plan “Anti-Messi” de los Red Devils, con desmarques en ruptura del centro a la banda derecha donde atacaba la zona que abandonaba Ashley Young al ir a marcar al argentino.

Se transformó en un jugador de equipo. Cada movimiento suyo tiene la intención de potenciar, facilitarle el trabajo a sus compañeros en el desarrollo y que entiende que necesita su contexto para brillar. Él juego para su equipo, más que el conjunto para él que. Por otro lado, y como registro más potente, Lucho es el atacante que mejor entiende a Lionel Messi y es quien hace más para que este tenga un entorno favorable. Sus movimientos, pases, rupturas, desmarques y demás, siempre tienen la intención de liberarle un espacio al argentino y que sea este quien haga de las suyas. El poder potenciar a tus compañeros para que estos lo hagan mejor, es más valioso que solo aparecer en la zona de definición para marcar la diferencia. Hoy, más allá de goles, Suárez es un intérprete que te entrega sistema colectivo, todo gracias a su evolución a un delantero completo.

En este momento de la temporada, donde el Barcelona busca cerrar tocando metal, la presencia del uruguayo es capital porque no se entiende a esta versión blaugrana sin él y porque no se puede ver al mejor Lionel Messi si Luis Suárez no lo acompaña en el terreno de juego.

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