El arte de defender
Virgil Van Djik se ha convertido en el mejor central de todo el mundo por encima de nombres como Varane, Ramos, Chiellini y Bonucci.

Desde su llegada a Anfield Road, Virgil Van Djik se ha establecido en la elite como uno de los mejores centrales, hasta el punto de decir que, en la actualidad, es el mejor jugador en su demarcación debido a que cumple con todos los registros necesarios para hacerlo y, en donde queda un poco a deber, logra compensar con inteligencia y autosuficiencia a la hora de defender. Su calidad individual es un plus para un jugador físicamente muy completo y atléticamente impresionante.
Van Djik le ha entregado al Liverpool todas las cualidades que carecían en el conjunto dirigido por Jürgen Klopp. Tanto así que, desde su llegada, se transformó en finalista de Europa pese a estar, colectivamente, muy lejos de los demás contendientes a la corona continental. Su velocidad para corregir, su buen cabeceo en ambas áreas y su físico para superar a cualquier rival complementan su inteligencia a la hora de desplazarse para achicar (en presión alta) o agrandar (cuando es momento de correr para atrás), su capacidad para asociarse desde el pase corto y su liderazgo desde la zaga. Su sola presencia le ha entregado al conjunto Red un sistema defensivo fiable, hasta potenciando a sus compañeros que, cuando están a su lado, parecen otros en comparación a lustros anteriores (Joe Gómez y Lovren).
Pero, más allá de mejorar a sus compañeros de zona, el holandés ha liberado, mentalmente, a los volantes y atacantes. Él les da tranquilidad y mucho más libertad de movimiento colectivo. El ejemplo perfecto es el trío ofensivo que, con un Van Djik mucho más asentado, han comenzado a mutar de posiciones entendiendo que, en el fondo, hay un jugador que puede solucionar diferentes inconvenientes que antes parecía complicado de resolver. Por ahí también, el fichaje de Alisson Becker también le ha dado mucha tranquilidad a Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané a la hora de desenvolverse con mucha finura y libertad.
El Liverpool que no ha cambiado su forma de defender, presión alta con mucha intensidad en bloque, un marca registrada de Klopp, ha encontrado ese jugador que puede interpretar y organizar todo un sistema en cualquiera de sus dibujos defensivos. Sea en 4-3-3, 4-2-3-1 o 4-3-1-2, Van Djik siempre estará pendiente para cortar, corregir y terminar la ofensiva rival con una intervención, de una manera tan limpia que lo hace parecer un artista a la hora de defender. Uno de los fichajes más acertados, pese a su precio elevado, del entrenador alemán en toda su carrera como entrenador
Pese a también tener grandes habilidades ofensivas, tan necesarias en este momento puntual del fútbol, Van Djik se ha convertido en un artista a la hora de defender porque, pese a tener una técnica envidiable, destaca más por sus cortes defensivos, actuaciones imperiales ante atacantes de elite y cabeceos en ambas áreas. El holandés es, sin duda alguna, el mejor central del mundo en este momento por encima de nombres propios consolidados hace tiempo (Sergio Ramos, Giorgio Chiellini, Leonardo Bonucci…) y nuevas figuras que están intentando incursionar abruptamente la elite ( Koulibaly, De Ligt…) porque cumple con todos los registros necesarios que aparecen en el manual de la posición.