La pareja complementaria

Harry Kane y Heung-Min Son se han convertido en una de las delanteras más potentes y complementarias de todo el balompié europeo.

Después de un comienzo de temporada muy lento, el Tottenham Hotspur se ha convertido nuevamente en una de las sensaciones de la temporada tanto a nivel local como continental. Pese a no realizar contrataciones en el pasado mercado de verano, los Spurs están logrando cerrar el año (mitad de temporada) de una manera maravillosa: Segundos en la Premier League a solo seis puntos del Liverpool y dos por encima del Manchester City además de, después de haber perdido los dos primeros partidos de la fase de grupos, estar clasificado a los octavos de final de la Liga de Campeones, donde enfrentará al Borussia Dortmund en una serie muy igualada.

Son se ha convertido en su compañero ideal en esta nueva etapa de Harry Kane

El Tottenham ha logrado crecer e igualar a los máximos exponentes del balompié ingles, debido a la evolución que han tenido desde la pizarra de su entrenador. Mauricio Pochettino ha encontrado, desde la repartición de roles y ubicación espacial en el terreno de juego, la capacidad para competir de manera constante ante planteles mejor conformados y proyectos más potentes. Una de las pruebas principales se notó en el último partido ante el Everton en Goodison Park donde, pese a formar con un 4-2-3-1, los dirigidos por el argentino se reubicaron en un 3-2-3-2 para fortalecer el juego entre líneas y darles libertades posicionales a dos de los jugadores que explican, desde sus rendimientos individuales, el estado de forma actual de los de Pochettino: Harry Kane y Heung Min Son, quienes desde su pequeña sociedad, han levantado a sus compañeros.

Kane, desde su liderazgo, se ha convertido en el mejor jugador del Tottenham, no solo aportando desde el impacto en el marcador sino en el desarrollo del juego y el fortalecimiento del sistema. Por su parte, Son se ha convertido en su compañero ideal en esta nueva etapa. Cuando el británico sale de su zona y comienza a generar cosas fuera del área, es el coreano quien ataca la zona liberada y, de una manera punzante, comienza a generar peligro en el área rival. Dichos movimientos complementarios, ocurren cuando el rival adelanta líneas y deja espacios libres para correr hacía su propio arco. Ambos, con tanta libertad, se potencian y consiguen darle ese plus de calidad a cada ataque.

Pero, cuando el rival se estaciona mucho más cerca de su arquero, es Kane quien toma el área, entendiendo que tiene mayor oficio a la hora de atacar espacios cortos y anticipar a sus marcadores, y Son el que lateraliza su posición con la intención de atacar zonas más inhabitadas y, a su vez, más vulnerables dentro del mecanismo defensivo rival. No solo intercambian posiciones, sino que se complementan desde el desplazamiento a múltiples zonas del campo. Sin duda alguna, ambos han confeccionado una dupla delantera que, desde sus movimientos, interpretación del juego y desplazamientos coordinados, le han dado al Tottenham ese plus competitivo que necesitaban para igualar a las grandes potencias del Viejo Continente.

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