En búsqueda de la identidad perdida
Más allá de un entrenador, el Manchester United necesita una reconstrucción profunda y volver a comenzar un nuevo proyecto.

La salida de José Mourinho significa un nueva antes y después para el Manchester United, no solo por lo que ocurre dentro del terreno de juego sino todo lo que rodea al club más grande en la historia del balompié inglés. Sin el portugués, The Red Devils vivirán un nuevo proceso de reconstrucción donde, no solo intentarán volver a colocarse en la cima del imperio británico, sino también conseguir esa identidad que perdieron con la salida de Sir Alex Ferguson, emblema histórico de la institución, hace algunas temporadas.
Para cerrar la temporada, asecendieron al histórico Ole Gunnar Solskjaer, una imagen de la institución que puede aportar desde su experiencia como jugador (formó parte de uno del plantel que derrotó de manera histórica al Bayern Múnich en la final de la Copa de Europa de 1998-99). El noruego, que venía de ser entrenador de la reserva, tiene contrato con el profesional hasta el mes de mayo donde, al llegar dicho mes, regresaría a su cargo anterior a la espera que los altos dirigentes del Manchester United tomen una nueva decisión. Dichos planteamientos, dan a entender que la intención es que, este segundo semestre de la temporada, servirá para purificar la plantilla y limpiarle el terreno a quien será la nueva cabeza de este proyecto. Que la transición sea más sencilla en comparación a las que se realizó previamente entre el proceso de Louis Van Gaal a José Mourinho. Que en Junio llegue el nuevo entrenador y no tenga que reconstruir demasiado.
Los nombres llueven, como es regular cuando un equipo de este nivel no tiene entrenador. Zinedine Zidane, Mauricio Pochettino, Antonio Conte y pare de contar. Pero, más allá de definir al líder de este nuevo comienzo, el Manchester United necesita definir el camino que quiere seguir para volver a competir de “tú a tú” con las potencias mundiales. Necesita encontrar esa identidad que perdió y que no pudo conseguir con los que llegaron paulatinamente después de Ferguson. Confeccionar un proyecto que comience por elegir un estilo de juego, que debe venir de la mano del director técnico que elijan y después confeccionar una plantilla que pueda acoplarse a los sistemas y conceptos del mismo, que ese proceso de asimilación de ideas sea rápido pero productivo. Que todos hablen el mismo idioma. Un ejemplo, su rival de ciudad. El proceso del Manchester City de la mano de Pep Guardiola, tiene como base principal que todos trabajan en pro del mismo objetivo pero, con la convicción de que el camino que eligieron es el mejor.
Sea cual sea la elección, independientemente del estilo que quieran imponer, el Manchester United necesita construir un proyecto, respaldarlo, intentar progresar a través de él y entender que, pese a maravillosas excepciones, los resultados, que en una entidad de tal calibre mundial se traduce en títulos, llegan como consecuencia del trabajo y el convencimiento de una idea. La tranquilidad y gestión de Zidane, el orden táctico de Conte, la frescura de Pochettino… sea quien sea, lo importante es que, se respete los procesos que necesitan cuerpo técnico y plantilla para convivir a gusto con una idea de juego y que, con el tiempo, se consigan los títulos que necesita obtener, temporada tras temporada, esta institución pero, por lo menos a corto plazo, necesita encontrar su identidad, esa que dejo de tener hace mucho tiempo.