El pensamiento de Guardiola dentro de un cuadrilatero
Alemania descendio a la segunda division de la Liga de las Naciones de la UEFA y la contracultura alemana apunto a Guardiola.


El primer certamen de la Liga de las Naciones de la UEFA otorgo una noticia de una selección que ya venia con oscilaciones desde su eliminacion temprana en Rusia 2018: el descenso de Alemania a la segunda division de este campeonato. Si hablabamos desde la normalidad dentro del fútbol, lo del conjunto aleman resulta logico. Resulta comprensible que un seleccionado entre en un periodo de retrocesos, de estancamiento, de debilitamiento de aspectos mentales, tecnicos y tacticos. Un equipo no es una foto fija. Es un ser vivo. Avanza y retrocede. Esta en las partes, buscar metodologias y soluciones para resolver las necesidades que surjan.
En este periodo de transición alemán, el discurso también se esfuerza y se retuerce. En el juego dialectico, uno de los apuntados fue Guardiola. Una persona con una cultura del juego que en ciertos resquicios de la comunidad alemana todavía es tomado como algo contracultural. Peter Briegel, subcampeón con Alemania, en los mundiales de España 1982 y México 1986, sentencio sobre Guardiola: “Es su culpa. Nos ha engañado diciendo que para ganar era suficiente con tener el 75 % de posesión. Pero no lo es. En el fútbol el resultado es mucho más importante que el control de juego. Tener el control del balón no es suficiente para ganar. Francia ha dado una clara demostración de campeón del mundo".
Esto no es nuevo. Cuando Guardiola dirigió al Bayern Múnich entro en un momento donde el equipo tenia el dominio y el control de la posesión, pero le costaba generar posibilidades de gol, llegar con presencia a zona de finalización, el juego era horizontal, pero le faltaba generar situaciones de verticalidad, abundaba el pase al pie y escaseaba el juego al espacio. El fútbol del equipo bavaro se había tornado estéril y espeso. Es ahí, donde floreció el discurso contradictorio teuton sobre las ideas de Guardiola: “tener la propiedad de la pelota, no te garantiza tener situaciones de gol”.
Es importante recalcar, que la pelota es el instrumento, es la herramienta. No es un objetivo o un fin en si mismo. El entrenador es por su manera de ver al fútbol. Un equipo es la idea del entrenador. Guardiola ve al fútbol al son de la pelota. La pelota es la que te da el equilibrio, la que te permite asimilar las transiciones de ataque a defensa, la que desordena al rival. No hace falta voces externas que subrayen que la cantidad de pases, la estadística y el numero de toques no tienen trascendencia si no hay una intensión, si no hay un sentido concreto, si no hay objetivos. Guardiola más que nadie lo sabe.
El futbol hay que abarcarlo desde los matices. Nadie busca tener la posesión para no buscar un efecto en el rival. En todo caso, no saber qué hacer con ella es un déficit. Los que están convencidos de que el equipo tiene que crecer a través del dominio y el control reconocen que el futbol es heterogéneo: horizontal, vertical; pausa, velocidad; freno, vértigo; juego reposado, juego de áreas. Es a partir de la multiplicidad que otorga este juego, donde la posesión encuentra distracción, engaño colectivo, precisión, sorpresa.
Se visualiza que Guardiola vive dentro de un cuadrilátero. De un lado su manera de sentir, pensar y ejecutar el fútbol: desde la posesión, escalar hasta el centro del campo poco a poco, juntos, agrupados para después desatar a los jugadores para que tengan libertad de movimiento de ¾ hacía adelante, realizar la cantidad de pases que sean pertinentes para desordenar al rival, si no se encuentra una vía de ataque, dar la vuelta, tocar atrás, encontrar otros pasillos para romper con la telaraña del rival. Y del otro lado: el juego vertical, directo, contragolpeador, veloz y rápido.
Dentro de ese cuadrilátero, se puede visualizar dos actores: detractores y aduladores. A partir de ellos, resulta difícil la comprensión de lo que significa el español. Guardiola tiene una idea madre que entra en conflicto con ciertos pensamientos. Pero esa idea madre; tiene matices, múltiples resoluciones e intenciones. Para Guardiola la táctica es instrumental. Debe estar al servicio del jugador y no al revés. Dependiendo de los ingredientes que posea, se podrán abordar ciertos conceptos, ciertos aspectos tácticos, ciertas funciones, roles y posiciones.
Encasillar al catalán en frases reduccionistas, termina no entendiendo a Guardiola y su capacidad camaleónica que le imprime a sus equipos. Los equipos de Pep lo que menos tienen son solo estadísticas del 75% de la posesión.