De Jong y De Ligt: diamantes en bruto

Los holandeses, De Jong y De Ligt, estan demostrando que son buena madera. Buena madera, que con un contexto y aprendizaje propicio, dara que hablar.

Hay equipos que con el correr del tiempo han ido edificando una filosofía, un estilo de juego de distinción. Y hay personajes que han encarnado esa edificación como lo fue Johan Cruyff en el Ajax y en el Barcelona. Equipos que pueden otorgar variantes y riqueza táctica en sus resoluciones colectivas, pero que tienen una idea angular y madre: el equilibrio lo da la pelota, defensas que sepan achicar hacia adelante y si el rival supera alturas tenga la capacidad de organización en el retroceso, superioridad numérica en diferentes zonas del campo, jugadores que utilicen la pelota como medio de comunicación.

Tanto el Ajax como el Barcelona son equipos que no se les puede pedir múltiples maneras de jugar el futbol. Si matices sobre su idea. Pero no son equipos que encuentren su estado de confort en contextos donde se ceda la posesión, donde la idea sean recorridos largos, correr detrás de la pelota, defender encasillándose. Son conjuntos donde exploran el campo al compás de la pelota, llevan el lema de: “si perdes muchas pelotas serás un equipo desequilibrado”, viajan juntos y con tranquilidad hasta el centro del campo para no dejar jugadores descolgados y aislados, líneas cortas en la construcción del juego y en la recuperación.

El biotipo de jugador también esta bien delimitado en este tipo de equipos. Jugadores aptos técnicamente, de concentración absoluta en los espacios reducidos, clarividencia en el pase, la asimilación del control y el pase, herramientas como la orientación del cuerpo, el giro, la pierna alejada para recibir, conjugar pase corto con pase largo, interpretar cuando trasladar y cuando pasar, reconocer lo que te rodea para ejecutar, generar el hombre libre, ser agresivo, determinado, sin temores y conceptual para achicar hacia adelante, entre otros aspectos.

Actualmente el Ajax posee en sus filas dos futbolistas que responden a su arquetipo de jugador: Matthijs de Ligt y Frankie de Jong. 19 y 21 años respectivamente. El proceso a edades tempranas, necesita pasar por ciertas experiencias, toparse con el prueba y error, superar obstáculos para automatizar hábitos del juego que no sé poseen. Y si bien, todavía tienen cosas por adquirir, su juego denota confianza, personalidad, valentía, atrevimiento, técnica y conceptos.

De De Ligt podemos decir que genera mecanismos de salida efectivos, saca bien la pelota desde abajo, permite que el equipo avance junto, no tiene temor de dejar vacíos atrás de sus espaldas, construye bien desde atrás, tiene primer pase, es agresivo para ir hasta el centro del campo y ser el hilo conductor con los volantes, es dúctil, se relaciona bien con los receptores próximos y alejados, rompe líneas, permite que el equipo suba hasta campo rival. Sin pelota, tiene sentido de la ubicación para situarse bien adelantado, reduce bien los espacios hacia adelante y se reposiciona bien si lo superan, lee intenciones del rival, anticipa, es ágil, tiene potencia de piernas, se perfila bien, es bueno en los duelos individuales.

Por el lado de De Jong; es un jugador de inteligencia colectiva, maneja los ritmos, tiene varios registros de pases (medidos, riesgosos, de conservación, imaginativos, cortos, largos, de espalda, de frente, entre líneas), sabe cuándo esconder el pase y cuando darlo, orienta el cuerpo para darle a la progresión más fluidez, desactiva espacios reducidos, sabe que hacer con antelación, es cerebral, sabe conjugar pausa y velocidad.

Cuando se ven jugadores con el carácter y la calidad de De Jong o De Ligt a una edad inicial, se debe establecer que el talento es disciplina. Que, si bien son diamantes en bruto, el talento no es solo el principio sino también como uno va construyéndose a lo largo de su carrera. De qué manera el jugador le va agregando a su catálogo de juego nuevos recursos, nuevos conceptos. De qué forma va encontrando soluciones ante los diferentes obstáculos que se le van presentando. Como van agregándose virtudes y quitándose defectos.

La carrera de un futbolista no es lineal. Sino que tiene altos y bajos. Hay incertidumbres. El talento es el que administra las diferentes oscilaciones y cimenta su trayectoria.

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