¿Qué le pasa a Busquets?
El 5 está viviendo un momento complicado tanto en la selección de España como en el Fútbol Club Barcelona debido a la degradación del estilo.
Uno de los principales problemas de la selección española, y de la degradación de la identidad futbolística del Fútbol Club Barcelona, es la caída del rendimiento de Sergio Busquets, pieza fundamental dentro del mejor momento histórico de los dos equipos antes mencionados. El de Sabadell está viviendo un momento complicado en su carrera, donde ha visto como su nivel ha ido cayendo poco a poco con el pasar de las temporadas, una relación que, pese a ser contraproducente debido a la edad del jugador, tiene sentido entendiendo que, en sus primeros años como mediocentro posicional de La Roja y el conjunto blaugrana, desplegó un fútbol prácticamente inigualable debido a su inteligencia, entendimiento del contexto y capacidad de ejecución.
El problema de Busquets y su caída de rendimiento yacen en la involución del sistema que mostró al mejor Sergio. Dentro de un contexto donde predomine la ejecución adecuada del juego de ubicación, es decir, la buena circulación de la pelota para organizarse, defenderse y atacar, y una presión alta e intensa en campo rival en pro de la recuperación de la pelota; Autobusi se convierte en el mejor jugador en su posición. Él, a diferencia de muchos mediocentros actuales, interpreta de manera maravillosa la relación entre pase y tiempo como camino a la organización del sistema. Cuando recibe la pelota ya sabe qué hacer con ella y, dentro de solo milésimas de segundos, construye una secuencia de pases que termina con un compañero mano a mano contra el guardameta rival. Es un genio que destaca por la manera en que grafica con los pies todo lo que piensa.
Busquets es un jugador que define un sistema de juego pero que, a su vez, necesita que el contexto le dé una mano. En este caso, más que tener un pico bajo de rendimiento, Sergio es víctima de conjuntos que no funcionan como más le favorece o, en el peor de los casos, no funcionan. En Cataluña, desde la salida de Pep Guardiola, el método y el estilo, que llevaron al Barcelona a la cima, ha ido perdiendo fuerza con el pasar de los años. Jphan Cruyff, poco a poco, se ha alejado del Camp Nou. Por su parte, en España, desde la salida de Vicente Del Bosque y varios intérpretes que compartían la capacidad de comunicarse con el pase (Xavi Hernández, Xabi Alonso, Andrés Iniesta, David Silva y Gerard Piqué), no ha logrado darle continuidad a lo que tan mal llamaron Tiki Taka. Y, con el modelo derrumbándose, es complicado que sus principales expositores puedan salvarse de la caída.
El fútbol es un deporte colectivo, donde el rendimiento de un jugador puede variar dependiendo del rol que tenga en el sistema o de cómo se comportan quienes tienes a tu alrededor. Busi es, sin duda alguna, uno de los mejores intérpretes de la labor de un mediocentro pero, por sus características y habilidades, depende demasiado de la conducta de sus compañeros. No existe buen primer pase si no hay un jugador desmarcado, no hay buena circulación de la pelota si no se interpreta bien el espacio-tiempo y no se puede realizar una presión alta si no existe una coordinación colectiva a la hora de posicionarse en campo rival. Busquets es un jugador de sistema pero que, a su vez, necesita de él para sobresalir. Por ello, al ubicarse en un equipo sin rumbo, termina perdiendo su propio camino.