Dembélé no se vende

No me gustó nada la ambigüedad con la que Ernesto Valverde respondió acerca de la situación de Ousmane Dembélé la semana pasada, dejando caer que tampoco le importaría demasiado que el futbolista francés acabase yéndose del equipo rumbo a Francia. Se rumorea que el PSG habría puesto más de 100 millones encima de la mesa para llevarse a la perla bleue y que desde la directiva no verían con malos ojos una posible marcha. Ayer, Ousmane dejó claro de lo que es capaz y es que fue el mejor de todo el equipo. Está llamado a triunfar y solo necesita que confíen en él.

Dembélé tuvo la mala suerte de que el año pasado, ni Borussia ni Barça llegasen a un acuerdo hasta casi el final del mercado de fichajes, lo que le hizo no tener pretemporada casi y eso, unido a la tensión y el estrés de la situación, le hizo romperse gravemente durante varios meses. Eso, a nivel confianza, para un chico de 20 años supuso un duro golpe del que le costó mucho salir. No verse implicado en el equipo no le hacía sentirse cómodo y durante el final de temporada, fue claro suplente alternando buenos partidos con varios de nivel muy pobre.

Con Francia se pudo ver a otro Ousmane. Aunque no era titular, dejó grandes detalles de lo que es capaz. Dembélé tiene velocidad. Puede aportar algo que no tienen muchos jugadores del Barça y es rapidez para salir al contraataque. También posee regate, dribling y ya va entendiendo más de cómo asociarse con sus compañeros. Por si fuera poco, posee un disparo tremendo con ambas piernas y es que quizá ni él mismo sepa todavía si es zurdo o diestro. El Barcelona no se caracteriza precisamente por tener un gran disparo desde fuera del área y son muy pocos los que podrían firmar el golazo que marcó ante el Sevilla y que supuso el primer título del año para el equipo culé.

Son muchas las cosas que Dembélé podría apotar a este Barça siempre que Valverde crea en él. Es muy joven y la progresión que tiene por delante es inmensa. Por una mala mitad de temporada no se le debería juzgar, sobre todo teniendo en cuenta por todo lo que pasó este chaval el año pasado. Si uno mira al mercado de chicos de 19-20-21 años y piensa quiénes liderarán en el futuro el fútbol mundial, uno de ellos, sin duda, es Ousmane Dembélé. Por esto y más, no se vende. Que ni se les ocurra. Está llamado a triunfar y a hacerlo con la camiseta del Barcelona.