Rodgers, Klopp y la nueva vida del Liverpool
El Liverpool ha iniciado una nueva vida con la destitución de su entrenador Brendan Rodgers y el fichaje de Jurgen Klopp.


Dicen que cuando se juega con fuego, hay riesgo de quemarse. Algo así le ha ocurrido al técnico del Liverpool, Brendan Rodgers. Al final, ha sido destituido. Mucho se habló de su puesto en verano, y aún más se ha hablado durante este inicio de temporada. Y al final, una serie de elementos, entre los que destacan los resultados y el juego del equipo, han acabado por cerrar su etapa en Anfield. Tras el derbi del Merseyside el técnico fue cesado. Los dirigentes no han aguantado más este mal inicio. El Liverpool ahora con unos días de descanso por los partidos internacionales tiene tiempo para pensar en su nuevo camino y contratar un nuevo guía que arranque otra era en la historia red.
La historia de tres años en Anfield
Antes de esta era que acaba de finalizar, el Liverpool pasó por tres entrenadores que no dieron lo que la afición esperaba. La segunda etapa Dalglish, el corto período de Roy Hodgson y el fracaso del último año de Benítez dejaron al Liverpool por debajo de lo que significa esta entidad. Anfield necesitaba otra cosa, un estilo diferente. Necesitaba algo del fútbol español, la esencia del toque, el amor por el esférico. Y se fijó en Roberto Martínez. Un español “britanizado”. Su Wigan, a pesar de ser un equipo modesto y pequeño, gustaba mucho por su alegría a la hora de jugar. Pero el español rechazó la oferta, quería estar un año más con los latics.
Cerrada una vía los dirigentes del Liverpool fueron a buscar al otro entrenador que enamoraba con su fútbol. El hombre que hacía que su pequeño equipo de Gales estuviera en el ranking de equipos que más pases completaban en Europa. Incluso competía con el Barcelona de Guardiola. En el fútbol de las islas veían al entrenador del Swansea como el futuro de los banquillos británicos. Brendan Rodgers era el elegido por el Liverpool para hacer disfrutar a Anfield.
El norirlandes es un entrenador nacido de una mezcla de estilos muy diferentes. Amante del toque y el gusto por el balón y el juego de ataque de entrenadores como Pellegrini o Guardiola. Al chileno fue a estudiarle a Villarreal. Su gran dominio del castellano le permitió absorber mucho del fútbol y la cultura futbolística española instaurada en el gusto por el buen fútbol desde la Eurocopa de 2008. A esto se le unía el gran aprendizaje que había tenido con Mourinho. El ya ex entrenador del Liverpool estuvo de segundo del portugués en su primera etapa dirigiendo al Chelsea. Y una vez contratado empezó la aventura en Anfield.
El primer año fue discreto. Algunos detalles de buen fútbol pero mucha irregularidad. Ante los medios defendió el gusto por el toque y el fútbol de ataque, defendió el estilo de equipos como el Barcelona y fiel a sus palabras lo primero que hizo al llegar a Liverpool fue ceder a Andy Carroll porque no quería tener un delantero estático al que mandarle balones en largo. El primer año fue para asentarse en el cargo y acoplarse. El segundo fue el bueno. El Liverpool volvió a ser grande alejándose del estilo de Guardiola que tanto defendía Rodgers. El mejor Liverpool del norirlandés jugaba a la contra y explotaba a las mil maravillas la velocidad de Súarez, Sterling y Sturridge. El uruguayo explotó y mostró un nivel que le llevó al Barcelona. Y Rodgers no ha sabido sustituirle. En el segundo año un resbalón fatídico de Gerrard impidió al técnico entrar en la historia del Liverpool.
El uruguayo se marchó y fue muy difícil sustituiré. Casi imposible. El verano pasado, aluvión de fichajes, muchos de ellos bastante caros. Muchas caras nuevas y equipo por hacer. Las lesiones y la marcha del delantero uruguayo hicieron que el año pasado el Liverpool lo tuviera más difícil. Con Sturridge lesionado, el contragolpe era menos letal y Rodgers empezó a probar nuevos sistemas que no le dieron estabilidad al equipo. el resultado, un año muy pobre, decepcionante.
Este verano también ha sido movido en Anfield. El estadio entero despidió a su mejor jugador de las últimas décadas. Gerrard se marchaba y dejaba un vacío demasiado grande en el vestuario. Sterling no confiaba en el proyecto y se marchó al City. Y el Liverpool, por segunda vez, ha vuelto a gastarse mucho dinero en el mercado. Con todas las caras nuevas, el equipo ha mostrado las mismas, o más, dudas que el curso anterior.
Las causas del adiós
El inicio de la temporada ha sido peor de lo esperado. No se esperaba un inicio espectacular e imparable. Era de esperar un poco de titubeo teniendo en cuenta los grandes cambios ocurridos durante el verano en la plantilla. Pero en Anfield no esperaban esto. A Rodgers lo han matado los resultados. Los dos últimos empates en casa ante el Carlisle y el Sion han sacado los colores al Liverpool que ha decidido prescindir de un entrenador que se quedó muy debilitado en verano tras la destitución de sus asistentes.
El fútbol que hace el equipo también ha sido un factor a la hora de despedirle. A Rodgers se le fichó con un objetivo, hacer disfrutar a Anfield. No lo ha conseguido, tan solo durante un año, y jugando a la contra. Algo que desde un primer momento no casaba con el discurso del técnico ni con su pasado en el Swansea. El Liverpool ha ido perdiendo personalidad y no parece que se haya recuperado tras la marcha de Suárez. No han sabido nacer de nuevo.
La política de fichajes también ha hecho mella. El Liverpool se ha gastado mucho dinero estos dos últimos veranos y vender a sus dos grandes estrellas no ha gustado a los aficionados. Además, han perdido a su capitán, su leyenda y estandarte. El vacío de Gerrard es casi imposible de volver a llenar. El dinero de las grandes ventas de Suárez y Sterling se ha gastado en jugadores que no han rendido como se esperaban y cuyo precio está muy por encima del valor de mercado de estos futbolistas. Son casos como el de Firmino (41 millones), Balotelli (20 millones), Markovic (25 millones),…
El nuevo guía red
¿Y ahora?, ¿Cuál será el nuevo camino del Liverpool? La idea es un entrenador que recomponga el equipo y que lo haga volver a crecer. Alguien contrastado. Y el elegido es Jürgen Klopp. Con el Borussia Dortmund ya lo hizo. Cogió un equipo que estaba por debajo de lo que era la entidad y lo volvió a hacer grande. Es el candidato ideal. Un hombre que ha ganado títulos, que ha estado en los mejores partidos y una persona que quiere entrenar en la Premier.
El entrenador alemán se encuentra sin equipo tras dar por finalizada su etapa en Dortmund y según la prensa británica el acuerdo está muy cerca de cerrarse. Las negociaciones van por buen camino pero el alemán quiere tener toda la responsabilidad en el apartado de fichajes, algo que Rodgers también pidió y que tuvo mucha polémica. Además de ello, quiere incorporar al Liverpool a sus dos ayudantes en el Dortmund, Zelkjo Buvac y Peter Krawietz. El objetivo del Liverpool es que Klopp se siente en el banquillo de White Hart Lane el próximo día 17 para el partido que enfrentará al Tottenham Hotspur contra los de Anfield.