Leicester: La fórmula Ranieri

Analizamos los secretos del Leicester de Claudio Rainieri, el equipo que se ha confirmado como la gran sorpresa del arranque de la Premier League

En el fútbol, como en la vida, hay que saber reinventarse. Y nunca es tarde para hacerlo. A veces reinventarse implica cambiar de estilo de vida, otras, de manera de pensar, de actuar o de trabajar. En el caso del protagonista de hoy, no ha cambiado su manera de vivir, sigue dedicándose a lo mismo desde hace 29 años. Pero se ha reinventado, volviendo a empezar, desde abajo Y es que, como nunca es tarde para abandonar una pasión, el técnico italiano Claudio Ranieri, a sus 63 años, sigue dando guerra desde los banquillos. ¡ Y cuanta guerra está dando!

Ya no es la exigencia del Valencia y el Atlético, el poderío de Inter o Juventus o el glamur de Mónaco. Ranieri, tras el descalabro con la selección griega se ha reinventado y ha vuelto a empezar desde un club más pequeño como es el Leicester City. Desde los East Midlands el italiano ha empezado su segunda aventura en la Premier League tras dirigir al Chelsea durante 4 años. Un proyecto lejos de los títulos o las competiciones europeas, perfecto para seguir demostrando que la fórmula que le llevó a estar en alguno de los banquillos más codiciados de Europa.

El Leicester confió en él tras pasarlo muy mal la pasada campaña. A pesar de que durante los últimos partidos de liga se ganaron todos los puntos necesarios para salvar la categoría con una gran racha, las sensaciones en el conjunto de los East Midlands no fueron del todo buenas. 41 puntos al final y el cuarto equipo más goleado de la categoría. Nigel Pearson no consiguió hacer un equipo fiable y los zorros no pasaron un buen año. Con todo esto, el dueño, el multimillonario tailandés Vichai Srivaddhanprabha decidió cambiar de aires y darle las riendas del club a un veterano curtido en mil batallas, Ranieri. Y no le ha ido nada mal el cambio. El inicio ha sido el soñado por todos los aficionados del Leicester. Dos victorias, ante el Sunderland y el West Ham y un empate frente al Tottenham. Mejor imposible. Una racha que en el King Power Stadium no se sabe lo que durará, pero mientras, a disfrutar de Ranieri y de los suyos.

“Guerreros” a ritmo de rock

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El técnico italiano no podía imaginarse un mejor retorno a la Premier League. Dos victorias y un empate en los tres primeros partidos. Los zorros del Leicester han arrancado con muy buen pie la Premier League tras lo mal que lo pasaron el año pasado. El curso se ha iniciado con nota para los de los East Midlands que han dado la sorpresa en Inglaterra. Cuando se anunció la firma de Ranieri como entrenador de los zorros no se recibió la noticia con muchas alegrías. Una de las leyendas de este club como es Gary Lineker fue reacio a la contratación del veterano entrenador pero el italiano le ha hecho cambiar de opinión en poco más de un mes. Durante los primeros días de Ranieri en Leicester llegaron muchas críticas. Que si era un entrenador de la antigua usanza, que no tenia capacidad comunicativa, que los métodos estaban anticuados,…Poco le ha costado al romano demostrar que partiendo de las mismas bases futbolísticas de cuando empezó en los banquillos, ha sabido reinventarse y adaptarse al fútbol moderno. O por lo menos, lo que ha demostrado es que sabe renovarse.

El nuevo Leicester basa su juego, y por ahora, sus éxitos en varios pilares. El primero, característico de Claudio Ranieri, es la concentración defensiva. Como buen veterano italiano, los equipos del romano son intensos en defensa, conjuntos muy concentrados atrás en los que todo el mundo defiende. A pesar de ello, no es un equipo que se meta atrás. La línea defensiva no la hunde porque Ranieri sabe que si hace eso deja demasiados espacios en tres cuartos de campo y dejar pensar a los futbolistas rivales de estas posiciones, con la calidad que hay en la Premier, es muy arriesgado. Cualquiera te puede hacer un traje. El Leicester intenta moverse en defensa como un acordeón. Repliega rápido y junta sus líneas. Dos líneas de cuatro siempre por delante del portero, y los dos delanteros, evitando la salida de balón en corto.

Schlupp – Huth – Morgan – de Laet en defensa y por delante de ellos un doble pivote formado por la pareja King – Drinkwater. Acompañados en banda por Mahrez y Albrighton. Estos futbolistas forman las dos líneas de cuatro que Schmeichel tiene ante si. El Leicester intenta no dejar espacios por dentro, no dejar que los futbolistas de tres cuartos de campo reciban y se giren. En muchas ocasiones, jugar de esta manera, tan cerrados, obliga a dejar muchos espacios en banda. Pero Ranieri lo prefiere así. Dejar la banda para tapar el centro y obligar al rival a jugar por las bandas. Esto a veces puede generar un aluvión de centros como le ocurrió en el partido contra el Tottenham. Harry Kane no tuvo su día pero le llegaron muchos balones.

Otro de los pilares de este Leicester es la capacidad de trabajo. Y la capacidad de sufrimiento en equipo. En un grupo sin estrellas, el equipo está por delante. Y esa lección parece que Ranieri la ha enseñado bien. Todos corren en defensa. Desde los dos delanteros hasta los centrales. Si algo falla, el equipo no funciona. Y a esto se tienen que agarrar los zorros cuando las cosas no vayan tan bien. La capacidad de sacrificio es clave en este conjunto que no tiene grandes individualidades.

Y en ataque, la velocidad es la mejor arma del Leicester. El equipo roba y en cuanto lo hace, arma el contraataque, lo más rápido posible intentando sorprender o coger al rival fuera de sitio. La salida en ataque suele ser por las bandas. Ranieri tiene dos puñales en Mahrez, quien merece un capítulo aparte, y Albrighton. Además, uno de los movimientos de los dos delanteros que parten como titulares, Okazaki y Vardy, es caer a banda para hacer un dos contra uno con el extremo. A partir de ahí, las llegadas de segunda línea son importantes, de ahí la cantidad de goles anotados por Mahrez. El Leicester es uno de los equipos que mejor ha dominado las segundas jugadas en este inicio de la Premier, fruto de ello han llegado muchas ocasiones para el conjunto del King Power Stadium.

Todo esto, el entrenador romano lo lleva a ritmo de rock. Concretamente, al ritmo que marca la canción Fire de Kasabian, una banda de rock electrónico de la cual algunos de sus miembros son de y del Leicester. Ranieri les ha dicho que cuando escuchen la canción significa que tienen que ser “guerreros”, que los aficionados les tienen que ver como “guerreros”. Eso fue lo que les dijo antes del primer partido de liga y parece que por ahora funciona la fórmula de Ranieri.

Mahrez, estrella inesperada

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A pesar de que este Leicester de Ranieri basa su éxito en el equipo, en el conjunto, hay un futbolista que está brillando con luz propia. El franco-argelino Riyah Mahrez está siendo la gran revelación del Leicester City en el inicio de la temporada. En este momento es clave para el entrenador italiano ya que ha disputado 249 minutos en lo que llevamos de campeonato y ha iniciado todos los encuentros como titular. 4 goles en tres partidos. Ha realizado más dianas que en toda la temporada pasada. Parece que Ranieri ha dado con la tecla del jugador que llegó el año pasado procedente del Le Havre, club donde se formó como futbolista. Partiendo desde su costado natural, la banda izquierda, está haciendo las delicias de los aficionados del Leicester. Hoy por hoy es el máximo artillero de la Premier y está mostrando cada día más virtudes. Aunque arranca desde el perfil zurdo, es capaz de jugar en banda derecha para mostrar una de sus virtudes, el golpeo en carrera. Lo hace todo muy rápido y el gol ante el Tottenham le define perfectamente. Carrera a gran velocidad, recorte en carrera y disparo con la izquierda pegado al palo. Un gol, y un punto más para su equipo. Un conjunto que vive sus horas felices en la Premier. Sin saber el tiempo que durará este gran momento de forma pero sentando las bases para que cuando lleguen los malos resultados, sepan de donde tirar. De la fórmula Ranieri. Y siempre, a ritmo de rock.

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