Llegaron en silencio y terminaron como reyes

Las listas de fichajes fracasados o aquellos que no respondieron a las expectativas están a la orden del día en estos días, pero no tanto las que hablan de los futbolistas que vivieron el efecto contrario. Ellos son la prueba de que para triunfar hace falta algo más que un buen cartel y un gran representante.

Algunos aterrizaron en España sin focos y sin aparecer en las portadas, y otros lo hicieron con la vitola de haber fracasado en otras ligas y el desprecio de un público que ya no contaba con sus nombres para llegar a la cima. Sin embargo, estos jugadores lograron cambiar el curso normal de los acontecimientos y se convirtieron en estrellas cuando nadie lo esperaba.

Mario Alberto Kempes

​Su primer contacto con España no pudo ser más desafortunado, ya que al margen de que su fichaje no provocó ningún revuelo especial, tuvo la mala fortuna de debutar en el Trofeo Naranja realizando un pésimo partido e incluso fallando un penalti. De Kempes se escribieron muchos párrafos negativos en el verano de 1976, cuando nadie hubiera apostado una peseta a que el argentino sería el Pichichi de la liga en las dos siguientes temporadas y se convertiría en uno de los futbolistas más cotizados del planeta tras el mundial de 1978. Su historia de ascenso a la cima es una de las más significativas.

Samuel Eto´o

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Llegó muy joven a España como uno de tantos futbolistas africanos con talento, pero pocos aventuraron que el camerunés firmaría una carrera futbolística de leyenda. Perdido entre cesiones muchos se olvidaron de la calidad que atesoraba en sus botas, pero su fuerza, instinto y competitividad tardaría muy poco en florecer. Fue en Mallorca donde se hizo grande y pasó de ser una promesa casi desconocidad para los iniciados a una celebridad internacional. Eto´o fue uno de los delanteros más temidos de la liga y cumplió su venganza con el Real Madrid al firmar y triunfar en las filas del Barça.

Diego Forlán

​El uruguayo fichó por el Villarreal en un momento en el que al club amarillo no le importaba apostar por jugadores que no habían tenido excesivos minutos en los grandes. Aunque la tarea era muy complicada, es justo decir que el uruguayo pasó sin pena ni gloria por el Manchester United y su crédito descendió de forma alarmante. A la hora de la verdad su rendimiento en la liga sorprendió a propios y extraños y le llevó a abandonar el fútbol español con la cifra de 128 goles.

Davor Suker

​El croata fue uno de los integrantes del mágico equipo yugoslavo que conquistó el mundial Sub 20 de Chile en 1987, pero a pesar de ser un jugador importante en las filas del Dinamo Zagreb, no era un futbolista que apareciera con asiduidad en la agenda de los grandes clubes europeos. Firmó por el Sevilla, club en el que no destacó demasiado al principio pero en el que aprendió a hacerse crack jugando al lado de Simeone o Maradona. Pronto el croata se convirtió en el gran ídolo de nervión y enamoró a la liga con una zurda prodigiosa dispuesta siempre a realizar vaselinas imposibles. El Sevilla terminó traspasándole al Real Madrid por una cantidad muy superior a la que había pagado por él años atrás.

Roy Makaay

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​El Tenerife le fichó del Vitesse en plena oleada de fichajes extranjeros cuando se abrieron las fronteras a causa de la ley Bosman. A Makaay le costó mucho comenzar a demostrar su calidad, pero cuando lo hizo su trayectoria fue imparable. Pocos delanteros han demostrado su instinto delante del portero, y muy pocos han dejado un gusto tan positivo en el paladar de los aficionados de todos los equipos en los que jugaron. Makkay lo consiguió, otro ejemplo de que se puede llegar a triunfar en una liga extranjera viniendo desde lo más bajo.