Así es Jackson Martínez
Analizamos al delantero Jackson Martínez, quien está muy cerca de cerrar su fichaje por el Atlético de Madrid para la 2015 - 2016
“La gente lo veía flaquito, endeble, liviano. Por ello, aunque hoy puede parecer extraño, cuando lo sacaba al campo, la gente en el Atanasio Girardot nos insultaba a mí y a él”, decía hace solo unas semanas el que fuera su primer entrenador como juvenil, el antioqueño Pedro Sarmiento. Las causas de aquél físico impropio para todo futbolista de élite, las razones que generaban una duda concreta respecto a sus posibilidades y lo que obstaculizaba su carrera cuando apenas era una promesa, no tenían nada que ver con su potencial, sino con su origen excesivamente humilde y afincado en la pobreza desde su nacimiento.
El punta venía de Quibdó, un área forestal de Colombia, de reservas ecológicas y grandes paisajes naturales, pero también de un entorno nada habitual para quien pretende causar sensación con la pelota en los pies. “Llegaba siempre mal alimentado y sin plata. Tenía graves problemas para alcanzar al resto cuando se entrenaba e incluso había días en los que no podía llegar a tiempo por las largas distancias que debía recorrer. Cuando venía, ya estaba cansado. Pero él tenía mucho potencial y ha terminado por demostrarlo”, recalcaba el que fuera su primer técnico, el que en su día lo llamó el ‘goleador indígena’ por su origen. No son palabras de un jugador terciario o que mantenga ese perfil polémico, sino un recuerdo curioso de los primeros años del que ahora responde al estereotipo del delantero más goleador del fútbol portugués, una de las sensaciones europeas y clave en el presente de la selección colombiana: Jackson Martínez.
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En su país se defiende la idea de que Jackson ha llegado a la élite por una serie de circunstancias extrañas que pocas veces se repiten, puesto que siendo niño entrenaba en la cancha de La Normal, la más tradicional de su humilde ciudad y que es dividida para el uso de seis escuelas. Es decir, que jugaban unos 150 niños de recursos mínimos como el propio delantero y que generaba un estilo más físico, potente y de fuerza donde él ni siquiera se encontraba cómodo por no tener unas proporciones adaptables a ese estilo. Todo ello contando con que la mayoría de las veces en las que acudía a entrenar, tocaba prestarle calzoncillos, medias, guayos y canilleras, como allí lo conocen. Pero con esfuerzo y la paciencia de un técnico que se propuso sacar a relucir su talento, supieron potenciar sus virtudes a la sombra porque pese a que ahora está al máximo nivel, si comparamos con Falcao o Rodallega, mientras estos eran goleadores de divisiones inferiores, Jackson apenas intentaba tener cierta regularidad para entrenar…
Tras empezar en clubes menores como Deportivo Encizo y Coopebombas, la clave fue crecer en silencio en Independiente de Medellín, superando problemas de adaptación y explotando en 2008. Ese curso marcó 12 goles que acabaron siendo 22 el año siguiente para convertir al DIM en campeón colombiano y a él en el máximo goleador. Desde ese momento y destacando que ya tenía 23 años, empezó a ser llamado con la selección colombiana y estuvo a punto de firmar por el Ulsan coreano (que ofrecía muchísimo dinero por él). Finalmente, fue fichado por el influyente fútbol mexicano donde confirmó su nivel con 37 goles en dos años con Jaguares y el Oporto, club especialista en encontrar este tipo de delanteros para sacarles máximo rendimiento, ha demostrado que acertó con su contratación como sustituto del mismísimo Falcao. Pagó 9 millones de euros (lo que ya se considera una cifra poderosa para un delantero semi-desconocido), pero el chocoano sumó nada menos que 34 goles el pasado curso (en 43 partidos). Cifras de auténtico killer que le llevaron a superar las cifras de su compatriota en Do Dragao, Falcao (palabras mayores).
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Y tanto es el parecido y la comparativa con Radamel, que Jackson es el inquilino del apartamento que dejó su compañero en Porto, también conduce un BMW (como lo hacía Falcao) y hasta sigue las mismas premisas religiosas que el ahora atlético, lo que unido a su misma bandera y a que comparten delantera en la selección ‘cafetera’, hace imposible evitar los rumores. Ahora, es el principal arma de este nuevo Oporto, al que aporta potencia, fuerza en área y un remate espectacular al que saca provecho en la mayor temporada de su vida y en la que le está sirviendo para recoger todo tipo de calificaciones positivas. Elogios a su gran juego de espaldas, a la capacidad para ofrecer alternativas en segundas jugadas y a la energía ambiciosa que demuestra en cada partido. Tiene buena zancada aunque se encuentra más cómodo en estático y sobre todo es un auténtico referente en el juego aéreo por inteligencia y un físico espectacular. Ese que hace años le servía para ser ‘maltratado’ y que hoy le colocó en la élite de los mejores delanteros del momento.
EL DEBATE: ¿TE GUSTA EL FICHAJE DE JACKSON MARTÍNEZ PARA EL ATLÉTICO DE MADRID?