Dos ideas para mantener la tensión en las ligas
Por el bien de la lucha, persecución de retos y mejoría de campeonatos hasta el último segundo de la temporada proponemos dos ideas
Llega el mes de mayo y, con el sol, el mejor tiempo y los días más largos, también llegan a su final los campeonatos de fútbol en toda Europa. Momento para decidir quiénes han logrado los objetivos, quienes van a pagar las consecuencias de una mala temporada y quienes quedarán en ‘tierra de nadie’, sin metas, sin conclusiones claras, sin estímulos para los últimos partidos y siendo parte de esa especie de viento libre que respira tranquilo sin grandes ambiciones ni temores hasta que el último minuto del curso les acerque definitivamente a las vacaciones.
Esas connotaciones de cada final de campaña, son entendibles en los dos primeros casos pero si el fútbol es espectáculo, diversión y entretenimiento social, nunca debería permitirse que la competitividad esté en juego o que los clubes lleguen a final de temporada sin nada por lo que luchar. La pérdida de entrega, de nivel, de ilusiones, es el peor castigo para el fútbol y cada año vemos a estas alturas como son muchos los que, situados en zona media de la tabla, quedan lejos de metas y de temores. Por ello, por el bien de la lucha, persecución de retos y mejoría de campeonatos hasta el último segundo de la temporada, propongo dos ideas que, aplicadas a algunas competiciones como la Liga, Premier o Serie A, multiplicarían la tensión hasta el pitido final.
Play-Off Europa League:
No son muchos los campeonatos que han querido reforzar la competitividad ‘extra’ entre los clubes de media tabla para que, en todo momento, tengan algo en juego más que un simple resultado sin ninguna pretensión. Uno de los que más radical y drástico ha sido en este sentido, es Bélgica con su Jupiler Pro League que, desde hace años, impulsó un sistema donde todos los clubes están vinculados al formato de liga regular y posterior Play-Off. Más allá del que define el título (con el cual no comparto afinidad), sí interpreto como más interesante el que pretende que sean varios los clubes implicados en la pelea por las dos-tres plazas que permiten acceder a la siguiente edición de la Europa League.
Si aplicamos esto a ligas que no lo han usado hasta la fecha, tendríamos a muchos más clubes con aspiraciones de poder soñar con un reto jamás pensado. Si en vez estar ya definidas esas dos plazas, abriéramos el abanico de posibilidades a dos clubes más (desde la posición 5ª a la 8ª en la Liga española, por ejemplo), sería mucho más vibrante esa meta a final de curso para luego decidir qué dos clubes irían clasificados, bajo una doble eliminatoria (a modo de semifinales-final). Aplicado actualmente a España, dos clubes actualmente en 7ª y 8ª plaza como Málaga-Athletic y hasta los inmediatamente perseguidores de cerca como Celta-Espanyol, verían cercana la opción de estar en Europa el próximo año y eso estimularía sus energías y concentración hasta el final, asegurando un espectáculo mayor en sus partidos. Sin ese estímulo, estas últimas jornadas son casi transitorias para ellos ante la evidente falta de miedos o metas por las que seguir peleando.
Y esto ocurre en otros torneos donde clubes como Swansea-Stoke-WestHam (Premier), Genoa-Milan-Inter (Serie A) o Bremen-Hoffenheim-Dortmund (Bundesliga), pasarían de un panorama sin ninguna ilusión y sin ningún miedo ante lo que queda de campaña, a un contexto con porcentajes mucho mayores de interés en seguir confiando en sus opciones de ‘salvar’ la temporada o de soñar con un reto inimaginable.
Play-Off descenso
No hace muchos años, casi todos los campeonatos de primer nivel mundial, tenían un partido o eliminatoria final cuando el verano ya asomaba. La parte baja de la clasificación de la categoría de élite y la tercera (o cuarta-quinta-sexta) de la categoría de plata, se unían en un cruce de enorme relevancia e importancia. No estaba ningún título en juego, sino mucho más. La salvación entre los grandes o el salto hacia el mayor reto. Hoy, ese duelo que elige qué equipo estará en la siguiente temporada en la cima del fútbol nacional, perdió su cupo en muchos países. Por ello, desde aquí reivindicamos que ese partido regrese, pues asegura enormes tensiones y espectáculo a los últimos partidos de la temporada en ambas categorías interesadas y, de paso, cruza dos estilos muy interesantes en noches donde no hay nada más importante.
El ejemplo más claro lo tienen hoy en la Bundesliga, que sí promueve año a año este formato para la zona baja de su campeonato. Cada año, se enfrentan el antepenúltimo de su clasificación, junto con el tercer clasificado de la Bundesliga 2 (segunda división). De tal manera, no solo se ayuda a que los equipos de zona baja de la Bundesliga tengan opciones de salvación hasta el final o incluso temores de caer en esa plaza que les complique si no apuran sus últimos partidos. Sino que además, recicla cada curso las sensaciones de un partido clave como ningún otro donde se decide el futuro más cercano y relevante en apenas 180 minutos. ¿Se imaginan recuperarlo?