Luka Modric, el salvador del Real Madrid

El Real Madrid llegará al clásico del próximo fin de semana tras haber cogido aire en la liga. Su victoria ante el Levante le permite seguir la estela del Barcelona y contrarrestar la crisis que ya se había abierto en la entidad. Para muchos, la vuelta de Modric era necesaria para poder capear el temporal.

“Modric es como el amigo al que le entregas las llaves de tu casa”, este curioso tuit que un aficionado del Real Madrid tuvo la ocurrencia de lanzar en la noche de ayer, define a la perfección la sensación del madridismo respecto a la vuelta del croata. Ante el Levante Modric se marchó a trece minutos del final con la satisfacción del trabajo bien hecho. Estuvo mejor en la primera parte del partido, aunque de momento está cumpliendo a la perfección los tiempos marcados por Ancelotti: media hora ante el Schalke, poco más de una hora ayer y llegar a completar el partido completo en el Camp Nou. Con Luka Modric el madridismo puede volver a confiar.

El pasado miércoles fue uno de los pocos que aportó criterio en el centro del campo blanco. El equipo estuvo a punto de naufragar y Carlo Ancelotti le hizo volver en una situación muy complicada. Mantuvo a Illarramendi en el banquillo consciente de que el vasco solo podía ser un problema añadido para una situación tan dramática. Ante el Levante Modric volvió a sentirse futbolista de pleno derecho, y lo que es más importante, sus compañeros percibieron que de nuevo tenían un fiel escudero en el que confiar. Todavía le queda para volver a ser el de antes de su lesión, pero el centro del campo del Real Madrid vuelve a tener un eje definido. A pesar de su vuelta, es previsible que Isco se mantenga en el equipo, pero lo hará tomando oxígeno. Ancelotti le había pedido al malagueño que corriera más y tocara menos; y los datos de Isco en los últimos encuentros demuestran que cumplió sus órdenes a la perfección. Pero obviamente, y aunque pueda ser un parche eventual, Isco no ha nacido para el trabajo defensivo.

Modric jugó muy cómodo ayer. Ofreció 87 pases a sus compañeros con un 93,6 de efectividad en ellos. Teniendo en cuenta que su media antes de la lesión se encontraba por debajo de los 70 pases, se puede decir que el croata no ha perdido ni un ápice de su toque. Es cierto que el de ayer era un encuentro para redimir penas y que se suponía que el Levante iba a ofrecer muy poca resistencia. Así fue, pero teniendo en cuenta la situación del Real Madrid, un tropiezo ante el equipo azulgrana podría haber sido una antesala volcánica de cara al clásico. Por suerte para los aficionados del Real Madrid su corazón no sufrió ningún vuelco en la noche de ayer. Fue un gran día también para Bale, que volvió a ver puerta tras muchos encuentros sin lograrlo y además lo hizo por partida doble. Pero como decimos, la estabilidad que aportó Modric al centro del campo madridista puede considerarse como el remedio mágico que el equipo necesitaba.

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Ante el Levante eran vitales los primeros minutos, porque sería en ellos donde el Real Madrid debería ganarse a un público herido. Fue en la primera media hora donde el juego de los de Ancelotti fue más dinámico, coincidiendo con el tiempo en el que Modric tuvo más gasolina. Después el encuentro se convirtió en un manso enfrentamiento, abierto únicamente a alguna genialidad individual, pero el trabajo estaba hecho. En el Camp Nou la diferencia en la calidad del rival será notoria, pero a Modric todavía le resta una semana para lograr una puesta a punto que puede ser terriblemente decisiva para salvar a su equipo. Además, allí tendrá cerca a Toni Kroos, por lo que el Real Madrid intentará recuperar sensaciones olvidadas en los últimos meses. La vuelta del croata es una magnífica noticia para los blancos.