Parma, el ocaso de un sueño
Tras la suspensión en la Serie A del Parma - Udinese por impagos esta tarde, la crisis de los Crociati se agrava considerablemente
En 1913 nacía el que a la poste sería el principal equipo de la ciudad de Parma en ese protodeporte que era el fútbol de principios del Siglo XX. Aquel equipo, aquel sueño, logró pasear el nombre de una ciudad de apenas 150.000 habitantes por toda Europa, pero ahora, 102 años después de su fundación, el equipo corre un serio riesgo de desaparecer. Y es que una deuda de 100 millones de euros no es fácil de resolver.
El Parma llegó a su apogeo futbolístico durante la década de los 90 donde el equipo, por el que pasaron futbolistas como Cannavaro, Buffon, Hernán Crespo, Thuram, Zola, etc., levantó dos Copas de la UEFA, una Recopa y varias Copas de Italia entre otros trofeos, pero aquel sueño tuvo fecha de caducidad.
En el año 2004, el club tuvo que superar la grave crisis que supuso al equipo la estafa de la empresa Parmalat, cuyo presidente fue propietario del equipo durante casi 20 años, que obligó al equipo a cambiar el nombre de Associacione Calcio por el de Football Club, algo que salvaba al equipo de la investigación a la que el magnate Calisto Tanzi pero no de sus deudas, las cuales se han ido acumulando en el fondo de las arcas parmesanas y ahora, una década después, han hecho insostenible la situación del equipo.
Tras haber tenido que deshacerse de sus figuras y convertirse en un equipo más modesto que pasó alguna temporada en la Serie B, ahora, cuando estaba recuperando el nivel de años anteriores habiendo logrado un 7º puesto en la Serie A, ha estallado el polvorín económico del equipo y está haciendo peligrar seriamente la continuidad del equipo en la máxima categoría del Calcio así como la viabilidad del club.
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La crisis económica del equipo, que en el mercado invernal propició la marcha de jugadores por impago de sus honorarios como el delantero Antonio Cassano, se ha hecho evidente cuando la FIGC (Federación Italiana de Fútbol) ha tenido que cancelar el encuentro entre el Parma y el Udinese que se tenía que disputar en el Ennio Tardini al no poder el equipo local pagar los gastos derivados del personal de seguridad necesario en el estadio y el riesgo de sufrir un corte del suministro eléctrico por los impagos acumulados.
Esta suspensión de partido es sólo la punta de un iceberg que va desde la negativa de la licencia UEFA al Parma por parte de la Alta Corte de Justicia Deportiva para participar en la Liga Europa la pasada temporada hasta la sanción de un punto en liga y suspensión de su presidente y administradores por no pagar el IRPF de alguno de sus fichajes. Una delicada situación que ha llevado al equipo a ser colista de la Serie A con sólo tres victorias y a 12 puntos de la permanencia y con la afición viendo peligrar el fútbol en su ciudad dos décadas después de haber vivido un sueño.
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