El Barça - Málaga que casi cierra el Camp Nou

En 1977 un encuentro de Liga entre ambos equipos terminó con espectadores saltando al terreno de juego tras una pésima actuación arbitral

El Barcelona del Cruyff futbolista marchaba bien durante la primera mitad de la temporada 1976/77 en el campeonato de Liga, incluso llegaron a proclamarse campeones de invierno, pero la buena marcha del equipo y de la era del holandés en el conjunto azulgrana comenzó a truncarse un 6 de febrero de 1977, cuando en la Jornada 21 el Málaga visitó el Camp Nou protagonizando un encuentro que bien pudo costarle el campeonato a los culés. El partido de la 'Cruyff-cifixión'.

El modesto CD Málaga visitaba a un Barcelona que después de quedarse a las puertas en la temporada anterior veía cerca el título de Liga a pesar de encontrarse prácticamente en el ecuador el torneo. Un tempranero gol de Cruyff dejó entrever que el guión del partido estaba yendo según lo previsto, hasta que entró en escena el antagonista de la obra: el colegiado Ricardo Melero. El trencilla no dudó en no pitar dos penaltis bastante claros a favor de los azulgranas, anuló un tanto a Neeskens y dio por bueno el gol de Esteban Vigo en el 25' tras rematar con la mano el balón después de haber recibido el pase en fuera de juego. Como era de esperar, el encuentro se alteró bastante, pero en la segunda mitad un tanto de Neeskens al cuarto de hora calmó a la grada.

Es entonces el momento de Johan Cruyff. El holandés, como capitán del equipo y siendo uno de los que más sentían los colores, protestó airadamente las contínuas polémicas decisiones de Melero, quien a 15 minutos del final del encuentro expulsó al azulgrana con dos tarjetas amarillas consecutivas. El acta del encuentro recogió que el jugador se dirigió al árbitro con expresiones como "Marica, que eres un marica" o "Melero, eres un hijo de la gran puta", algo que el futbolista desmintió, asegurando que en todo momento dijo "Manolo, marca allá", dando indicaciones a su compañero Manolo Clares.

Pero ya era tarde para explicaciones, el ídolo culé abandonaba el césped rumbo a los vestuarios y los espectadores, pese a ir ganando 2-1 su equipo, comenzaron a mostrar su descontento arrojando las almohadillas al césped y pocos instantes después no fueron pocos los que saltaron al terreno de juego a intentar agredir al colegiado, quien tuvo que abandonar el campo protegido por jugadores y empleados del club azulgrana.

El bochornoso espectáculo sacudió a la opinión pública, que pedía una sanción ejemplar para Cruyff y el cierre por varios partidos del Camp Nou. El Comité de Competición falló y el holandés fue sancionado un partido -que luego fue ampliado a tres- mientras que el estadio del Barça no se vio obligado a cerrar sus puertas en ningún encuentro. La opinión pública fue calmándose y el debate se fue diluyendo. Finalmente, el Barcelona ganó aquel encuentro pero se quedó a un punto de alzarse con el título a final de temporada, pero aquel partido al menos sirvió para que desde entonces la RFEF impone el uso de vallas en los estadios para evitar o poner más complicado el acceso de espectadores al terreno de juego.

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