El cierre del mercado cuando no puedes fichar

Anoche, pese a ser todavía 30 de enero, se cerró el mercado de fichajes en España y lo hizo sin mucho movimiento, en especial para aquellos equipos de primera y segunda división que por impagos y deudas tienen muy difícil o prácticamente imposible inscribir nuevos futbolistas en sus filas. Es el caso de Getafe, Elche, Sporting de Gijón, Real Zaragoza y Osasuna, que representan la otra cara del mercado de fichajes.

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No es fácil la situación en la que se encuentra el Getafe. Además de las deudas que acumula sin pagar, el hecho de haber sobrepasado el límite salarial -algo en lo que no ha ayudado en absoluto el Caso Pedro León- ha obligado al club azulón a vivir más salidas que llegadas, no habiendo fichado a nadie a pesar de la salida de Míchel y el entrenador Cosmin Contra rumbo a China. Sólo el regreso de Quique Sánchez Flores al banquillo del Coliseum es la única cara nueva de este mercado de fichajes en Getafe.

Pero peor es el caso del Elche, donde las fatalidades de una directiva perdida están acabando con la paciencia de los aficionados ilicitanos, que ven cómo el equipo se hunde en la clasificación sin que nada pueda remediarlo, ni mucho menos unos fichajes que no han llegado porque sencillamente no hay más dinero en las arcas. La lesión de Mosquera será otro impedimento con el que no contaban los de Elche en su lucha por mantenerse otro año en la máxima categoría.

En segunda división no es muy distinta la cosa. Osasuna y Sporting de Gijón continúan en su lucha por el ascenso sin haberse reforzado durante este mes de enero y confiando en gente de la casa. Quien sí que ha podido fichar ha sido el Real Zaragoza, pero teniendo que hacer malabarismos en sus cuentas; tras un acuerdo con Hacienda que les ha permitido deshacerse del lateral Carlos Diogo, los maños se han hecho con los servicios de Natxo Insa que ocupará la ficha del uruguayo.

Esa es la otra cara del mercado de fichajes español, la de aquellos equipos que deben encarar lo que resta de temporada con el mismo equipo que con el que comenzaron en verano o incluso con menos jugadores que entonces. Y delicada es la situación de los tres equipos de segunda, que además de afrontar lo que resta de temporada con lo que tienen, lo hacen con un objetivo común: liquidar deudas, ya que de los contrario podrían terminar la temporada con un descenso administrativo que nunca es plato de buen gusto.