César Jiménez, una década desde que Figo le retiró del fútbol

Desde que el fútbol es fútbol, no son pocos los futbolistas prometedores que han visto truncadas o condicionadas sus carreras por culpa de una lesión, algo frustrante pero que lo es todavía más si ha sido producida por una entrada. Así le ocurrió a César Jiménez, ex defensa central del Real Zaragoza, hace diez años tras recibir una brutal patada del madridista Luis Figo en el Santiago Bernabéu.

No estaba siendo la temporada de César en La Romareda. Sabía que el técnico Víctor Muñoz no confiaba en él y pidió al club que le dejase marchar en el mercado de invierno tras no haber disputado ningún encuentro durante la primera vuelta del campeonato, pero el Zaragoza se negó a traspasarle. Entonces se abrió ante él una oportunidad única: Gabi Milito, titular indiscutible en la zaga maña, se perdía por sanción el encuentro ante el Real Madrid y César era el elegido para sustituirle ante su antiguo equipo, el que le fichó para la cantera antes de dejarle marchar al filial de la capital aragonesa.

La ilusión invadió al central: "Estoy aquí para lo que haga falta", comentaba antes del partido. Su misión era evitar que Raúl y Ronaldo se acercaran a la portería de Luis García y así lo estaba cumpliendo durante los primeros minutos del encuentro. Por si fuera poco, David Villa adelantaba al Real Zaragoza en el 20'; sólo quedaba aguantar los envites del equipo de Vanderlei Luxemburgo, pero un minuto más tarde César sentiría el golpe más duro de su carrera.

En un balón disputado con Luis Figo, César entró a despejar el balón del área pero el portugués dejó el pie, que se incrustó en la rodilla izquierda del defensa. Sus gestos de dolor alertaron a todos los que estaban sobre el césped; era imposible que pudiera seguir jugando y Aranzábal le sustituía sin apenas calentar. Aquel encuentro lo terminaría perdiendo el Zaragoza por 3-1, pero también perderían a César porque en la enfermería se confirmarían los peores presagios: rotura del ligamento cruzado anterior, rotura de fibras profundas, menisco-tibiales y menisco-femorales a nivel de ligamento colateral externo.

Ya en Zaragoza, el jugador se mostraba "Tranquilo, ya ha pasado todo y ahora en lo único que pienso es en recuperarme cuanto antes". Sobre la jugada sólo añadió: "Llega tarde y con la plancha armada. Impresiona verlo. Me da bien, de lleno. No entiendo como mete la pierna y menos como mete la plantilla por delante. No me entra en la cabeza que ningún jugador quiera lesionar a otro, pero se podía haber evitado". César no dejó de recibir llamadas de Figo, que aseguraba "En ningún momento mi intención fue hacerle daño. No me siento bien y estoy muy triste. Espero que cuanto antes vuelva a los terrenos de juego con todo el éxito del mundo".

Tras dos años y medio de infructuosa recuperación repletos de recaídas y sin haber podido volver a vestirse de corto, César Jiménez anunciaba en rueda de prensa que dejaba el fútbol profesional a los 30 años tras no haberse recuperado con éxito de la lesión producida dos temporadas atrás.

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