Serie A: los fichajes más caros de Invierno
Recopilamos los fichajes más caros que se han cerrado en el periodo del mercado de invierno durante los últimos años en la Serie A
Existe una lectura automática para que los clubes accedan a intentar mejorar sus plantillas y funcionamiento deportivo a mitad de temporada. La apertura del mercado de invierno a finales de los años 90 dentro del fútbol europeo, abrió una clara posibilidad de reaccionar o, al menos, buscar nuevos estímulos que pudieran alterar o provocar un giro positivo en la trayectoria natural. Y esa lectura es francamente negativa para todo aquél que ejecuta esta posibilidad invernal, pues no solo se asume una falta de organización previa sino que también se admite una línea alejada de las mejores previsiones. Todo aquél que acude al mercado de fichajes de invierno, lo hace con un punto de ‘desesperación’ y, por ello, es una fase de la temporada tan corta como singular. Grandes clubes han gastado cifras escandalosas en ese intento de reactivación y que, con el paso de los años, convierte a estos refuerzos en auténticos epicentros de interés. Repasamos los 4 grandes campeonatos de Europa en busca de los fichajes más caros de los 5 grandes clubes de cada país. Hoy, la Serie A.
Juventus: Thierry Henry – 12,5 millones de euros
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Hoy en día casi sería imposible imaginar que una de las estrellas de la selección que gana un Mundial y que apenas es un juvenil con una pinta espectacular, pueda ser futbolista de un equipo ‘menor’. Y es que con permiso del Mónaco, aquellas cabalgadas y goles de Henry en Francia 98, estaban asegurándoles a los del Principado un traspaso. Y así fue pocos meses más tarde, cuando el galo más referencial de los últimos años y que acaba de retirarse justo estas semanas, llegó a la Juventus con solo 21 años. Más curioso es que pese a ser los Bianconeri los que más rápidos estuvieron para contratar a la perla que todos querían, no le fue bien en la Serie A. Solo jugó 19 partidos con 3 goles, lo que convierte esa etapa en la más negativa de su carrera. Rápidamente, en un proceso duro para la Vecchia, se decidió traspasarlo a un Arsenal donde sí se convirtió en leyenda.
Milan: Balotelli – 22 millones de euros
No hace mucho, cuando en su enésimo movimiento de mercado el italiano llegó al Liverpool, hubo varias infografías que mostraban la devaluación de sus fichajes. Por entonces, cuando ‘Super Mario’ se asomaba de regreso a Italia para vestirse esta vez de milanista, fuern más de 20 millones invertidos. Y hay muchas valoraciones a efecto pues ni el equipo milanista estaba ya en su mejor momento, ni fue el goleador quien le sacó de ellos. Pero sin ser críticos con el contexto global, a nivel individual si fue Mario el único futbolista de renombre que mantuvo en posiciones altas y en puestos de Champions a los de San Siro. No paró de hacer trastadas lejos del césped, pero en él, marcó 30 goles en 54 partidos (un porcentaje bastante interesante para un campeonato tan táctico). A día de hoy, cuando está atravesando su peor racha de cara a puerta, esos registros parecen aún mejores. En Milan han visto la mejor versión de Balotelli.
Inter de Milan: Clarence Seedorf – 24,5 millones de euros
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No era un joven por foguearse, sino un aún joven con todos los títulos ya anotados en su haber y con un crecimiento aún enorme para aportar al siempre caótico entorno interista. Y aunque fue precisamente en esa ciudad donde iba a dejar un rastro de elegancia y grandes números, no fue precisamente en el lado neroazzurri. Porque Seedorf fracasó jugando en el Inter cuando llegó en 1999. Nunca tuvo continuidad en el momento más extraño y discontinuo de los últimos tiempos. Ni actuaba en sus mejores posiciones ni con la libertad que habría necesitado. Fue un primer paso por Italia y por sus nuevos conceptos, que acabó interiorizando para triunfar mucho más y durante tiempo prolongado en el gran rival. Algo que dolió y que duele con el tiempo. Un icono del fútbol que, sin embargo, no tiene buen recuerdo en la parte interista de Milan.
Roma: Hidetoshi Nakata – 21,7 millones de euros
Toda la carrera de un japonés que rompió fronteras cuando a los jugadores nipones aún no se les consideraba competitivos para ello, es extraña. Desde que llegó a un modesto como el Perugia italiano después de haber triunfado en el fútbol de su país, hasta que fichó por la Roma con un traspaso de oro muy desproporcionado para la época y hasta como tras varias aventuras más, acabó retirándose antes de llegar a los 30 años. Nakata era un mediocentro o enganche que, conforme avanzó en sus años de profesional, fue mediático como pocos. Talentoso, de gran toque a balón parado y con un gran golpeo, fue capaz de hacer de Italia su lugar adecuado para progresar y de Roma, el epicentro donde despegar al máximo nivel. Definitivamente. Nunca llegó a ser una estrella mundial por más que los flashes y su mediaticidad, siempre le superara. Desde que se retiró, se convirtió en viajero liberal por el mundo y a expandir una empresa de sake que lleva su nombre.
Fiorentina: Valeri Bojinov – 14 millones de euros
Si hay un futbolista que haya sido dotado de un cartel de posible estrella del futuro gracias a una época en la que brilló como nadie gracias a su buena lectura en un esquema técnico concreto, ese es el delantero búlgaro. El fútbol alegre del checo Zeman en el banquillo del Lecce, llevó a aquél modesto equipo a brillar en la Serie A y ganar a clubes más poderosos. El gran artífice ofensivo de aquellos milagros, fue Bojinov, con nada menos que 14 goles ese curso, alucinante para ser un chico de solo 20 años casi desconocido. Su estrella ganó enteros entre los grandes del país y lo fichó la Fiorentina, haciendo su mayor desembolso histórico en invierno. Jamás lo recuperó. Ni en constancia ni en goles (10 en dos temporadas), pero sobre todo por la mala suerte con diversas graves lesiones que lo frenaron. Tras haber pasado por todo tipo de clubes y hasta gozar de ciertas oportunidades en clubes grandes, hoy, solo con 28 años, ha tenido tiempo de volver a Bulgaria y regresar a suelo italiano porque juega en la Ternana de Serie B.