Cuando Blatter quiso hacer del Mundialito una alternativa a la Champions
Hace 20 años, Joseph Blatter, como secretario general de la FIFA, auguró un fracaso de la Champions League y un auge del Mundialito

Anoche puso punto y final la XI edición de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, una competición que a pesar de que la disputen los mejores clubes de cada continente, no logra alcanzar esa notoriedad y prestigio que pueden tener la Champions League o la Copa Libertadores, algo que uno de sus principales valedores y que más apostaron por su creación como Joseph Blatter, actual presidente de la FIFA, jamás creyó que sería así.
En 1993 entró en vigor el nuevo formato de la Champions League, que abandonaba su denominación de Copa de Europa y aumentaba el número de participantes, algo que no terminó de parecerle bien al por entonces secretario general de la FIFA Joseph Blatter, quien criticó con dureza esta nueva fórmula augurándole su fracaso en los siguientes años.
Por contra, el que actualmente ocupa el cargo de presidente de la FIFA sí que se mostró a favor y se movilizó para la creación de una Copa del Mundo de Clubes para 1995 que finalmente se crearía en el año 2000 con el fin de "contrarrestar las iniciativas de promotores privados", en clara alusión a la Copa Intercontinental que se llevaba celebrando desde el año 1960 enfrentando al ganador de la Copa de Europa y al de la Copa Libertadores. El entonces secretario general de la FIFA quiso hacer de esta competición la alternativa a la Champions League que no podía ni ver.
Este Mundialito que Blatter tenía en mente se celebraría durante tres semanas en los veranos de los años impares, evitando que coincidiera con el Mundial o la Copa de Europa. Agruparía a un total de dieciséis equipos: ocho europeos (incluyendo los vencedores de Champions, Copa de la UEFA y Recopa) y ocho de las otras cuatro confederaciones (Concacaf, Sudamérica, África y Asia). En total, cuatro grupos de cuatro equipos.
Este experimento actual que es la Copa Mundial de Clubes de la FIFA es fruto de la idea de Joseph Blatter, un torneo que no puede competir ni de lejos con la Champions League pero que el actual presidente de la FIFA llegó a creer que sí. La misma persona que a día de hoy cree que es posible un Mundial en un país como Catar en pleno desierto. El tiempo pasa, pero hay cosas que nunca cambian.