Luis Enrique, héroe y villano en el Bernabéu

El Lucho regresa al Santiago Bernabéu, campo donde jugó cinco temporadas, formando parte del Barcelona diez años después

El triángulo amoroso entre Real Madrid, Luis Enrique y Barcelona no es ninguna novedad, pero hoy tenemos una ocasión que nos obliga a hablar de ello. El Lucho regresa al Santiago Bernabéu como parte de la expedición azulgrana diez años después, un campo donde en poco tiempo pasó de ser un héroe a ser un villano para la afición madridista.

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La historia de Luis Enrique con el Real Madrid comienza en 1991 cuando, tras una gran temporada en el Sporting al que ayudó a clasificar para la Copa de la UEFA, media Liga se fijó en él. Finalmente, los blancos fueron quienes se hicieron con sus servicios, pero sus comienzos no fueron nada fáciles. Tanto Radomir Antic como Benito Floro orientaron el juego del Lucho más hacia facetas defensivas como lateral o interior, pero con la llegada de Jorge Valdano al banquillo todo cambió.

El técnico argentino vio el potencial ofensivo que atesoraba Luis Enrique y no dudó en adelantarlo de posición. Era la temporada 1994/95 y el Real Madrid comenzaba la campaña 'birlando' a Michael Laudrup al Barcelona; el danés había sido determinante en la 'manita' del eterno rival a los madridistas y esa temporada reeditó el 5-0 pero esta vez en las filas del Real Madrid, enterrando definitivamente al Dream Team en un partido donde el Lucho anotó el cuarto gol.

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Tras la consecución del título de Liga esa misma temporada, la campaña siguiente fue todo lo contrario. Con el club inmerso en una crisis deportiva, el presidente del club por aquel entonces, Lorenzo Sanz, no alcanzó un acuerdo con el jugador para renovar su contrato dado el malestar del futbolista con algunas facetas del club y con una parte de la afición que nunca le perdonó ciertos errores sobre el césped, por lo que el Lucho quedaba libre y el Barcelona no dudó ni un instante en hacerse con él.

Robson, entrenador azulgrana, logró encajar a la perfección a Luis Enrique, que culminó la temporada con 17 goles en 35 encuentros, dos goles más que los anotados en sus cinco años en el Real Madrid. No obstante, la afición blaugrana no había olvidado todavía su pasado blanco. El Lucho necesitaba 'una prueba de amor' para su nueva hinchada, y esta llegó el 1 de noviembre de 1997 en el Santiago Bernabéu en forma de gol al eterno rival y ex equipo del asturiano que sirvió para dar la victoria 2-3 al Barça. El mismo escenario, el mismo partido y hasta la misma celebración que tres años atrás, pero con otra camiseta.

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Desde entonces, el Lucho logró ganarlo casi todo con el Barcelona hasta la temporada 2003/04 en la que decidió colgar las botas en la que él considera su casa. "La época en el Real Madrid no me trae buenos recuerdos", ha sido una de las frases con las que el asturiano se ha negado a hablar de su paso por el conjunto madridista. "Me veo en las figuritas y en televisión y me siento raro de blanco. Creo que el color azulgrana me sienta bastante mejor".

La pasada campaña regresó como técnico del Celta de Vigo y la afición del Real Madrid no olvidó su pasado, dedicandole el más absoluto de los desprecios con recuerdo de Amunike incluido. Ahora que el Lucho regresa como parte de la expedición del Barcelona diez años después, poco parece que va a cambiar en la hinchada del Santiago Bernabéu, pero es algo que no parece quitarle el sueño a Luis Enrique porque, según él, "para un jugador del Barça siempre es gratificante sentirse pitado en el Bernabéu".

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