De jugador a entrenador por una lesión
Clough tuvo una carrera notable como delantero que le llevó a ser internacional, pero una lesión le obligó a colgar las botas antes de tiempo
Brian Clough tuvo una carrera bastante notable como futbolista. Su demarcación era la de delantero y gracias a sus buenos números llegó a ser internacional con la selección inglesa. Una complicada lesión le obligó a colgar las botas antes de tiempo y pasarse a los banquillos. "Bendita" lesión.
Inició su carrera como delantero en el Middlesbrough de la Segunda División Inglesa, equipo de su ciudad natal y en el que jugó 222 partidos anotando 204 goles a lo largo de seis temporadas (entre 1955 y 1961). Su promedio goleador en ese equipo fue de 1,08 goles por partido y, junto a sus buenas actuaciones, le valieron para fichar por el Sunderland de la misma división, previo pago de 42.000 libras.
El 26 de diciembre de 1962 sufrió una lesión del ligamento cruzado anterior en un choque con el portero rival y se perdió el resto de la temporada en la que el equipo ascendió de categoría. Consiguió reaparecer en la siguiente temporada, debutando en Primera División (a la poste Premier League), pero tan solo jugó tres partidos (anotando un gol) antes de tomar la decisión definitiva de retirarse por las secuelas que le produjo la lesión.
El Sunderland le hizo un partido de homenaje en el Roger Park ante 31.000 espectadores y que enfrentó al equipo local con un combinado de jugadores del Newcastle United y de la selección inglesa, partido que Clough disputó con su dorsal 9 y en el que marcó un último gol simbólico desde el punto de penalti. Era el final del Clough jugador.
Entonces comenzó su andadura por los banquillos. Clough empezó dirigiendo a categorías inferiores del Sunderland hasta que le llegó una oferta del Hartlepools United, de la cuarta división inglesa, que aceptó convirtiéndose en el entrenador más joven del fútbol inglés.
Salvó al Hartlepools del descenso y comenzó a fraguar su filosofía de juego: motivación de sus jugadores, promover el juego limpio y una defensa sólida pero respetando lo anterior, algo que no encajaba en un deporte que, por aquel entonces, se asemejaba en muchas ocasiones al rugby. También fraguó una fuerte amistad con Peter Taylor, portero del Middlesbrough durante su etapa allí, una figura clave en la carrera de Clough como segundo entrenador.
Tras alguna disputa con el presidente del club, el Derby County de la segunda división le ofreció el puesto de entrenador a Brian Clough en 1967. Algo estaba cociéndose en la división de plata del fútbol anglosajón.