Análisis completo del Europeo Sub'17 2014

Analizamos a fondo todo lo que nos ha dejado el Europeo Sub'17, destacamos a los mejores jugadores y repasamos lo sucedido.

La selección inglesa se ha proclamado campeona de Europa en categoría sub 17. El conjunto británico consiguió este miércoles imponerse a Holanda en la final del campeonato celebrado en Malta. La tanda de penaltis resultó decisiva para determinar el título. En Fútbol Primera analizamos lo que ha dado de sí el torneo continental.

Durante 12 días de mayo, Malta ha acogido el Europeo Sub 17, siendo la sede de la fase final del campeonato en la edición de 2014. A dicha fase habían logrado clasificarse, tras pasar la ronda élite, Inglaterra, Holanda, Portugal, Escocia, Alemania, Turquía y Suiza, además de la anfitriona Malta, cuya presencia es prácticamente inexistente en este tipo de torneos. Países como España, Italia o Francia no formaban parte de la fase final, además de la actual campeona, Rusia, que buscaba equipo sucesor para levantar el trofeo. El cártel, por tanto, carecía de la selección más laureada en este torneo, España, con 8 títulos. Aunque, eso sí, seis de esos tanto llegaron antes del año 2002, cuando se pasó de categoría sub 16 a sub 17. 2014 y Malta querían saber quiénes serían los nuevos Rooney, Fábregas, Sahin, Toni Kroos, Bojan, Wickham o Max Meyer, mejores jugadores del torneo en ediciones anteriores. En la pasada de 2013, al guardameta ruso Anton Mitryushkin le fue otorgado este reconocimiento.

Las posibles estrellas del futuro y próximos jugadores de primer nivel se dieron cita en Malta con la intención de reinar en el continente europeo. Configurados en 2 grupos de 4 equipos cada uno, Inglaterra, Holanda, Turquía y Malta estuvieron encuadradas en el Grupo A, mientras que Alemania, Portugal, Escocia y Suiza lo hicieron en el Grupo B. De esta fase de grupos, Holanda como primera del A e Inglaterra como segunda pasaron a semifinales, y por parte del B lo hicieron Portugal y Escocia. Los holandeses se impusieron de manera contundente a los escoceses, mientras que los ingleses sufrieron más para pasar por encima de los lusos y acceder a la final.

El último partido, en el que se decidía el título, tuvo unos tintes grises en cuanto a fútbol. Ambos conjuntos estuvieron por debajo de las expectativas. En la fase de grupos ya se habían visto las caras, con una victoria favorable a los tulipanes por 0-2, aunque el conjunto inglés tuvo muchas rotaciones. En la final, Solanke adelantó a los británicos al cazar dentro del área una segunda jugada tras un córner, controló y disparó, todo muy rápido, poniendo el 1-0. Antes del descanso, una magnífica asistencia de Bergwijn al primer toque permitió a Schuurman entrar desde atrás y hacer el empate. La segunda parte bajó el nivel, y el título tuvo que decidirse en los penaltis. Ahí, Inglaterra se impuso para alzar el trofeo. Ledson encarriló la tanda a favor de los ingleses en el primer penalti, y el guardameta Woodman detuvo el lanzamiento del delantero holandés Van der Moot. Taylor Moore, Schuurman y Cooke transformaron los suyos, y el central tulipán Verdonk lanzó fuera su lanzamiento. Él ya había marcado 2 goles de penalti durante el campeonato, pero el más decisivo lo falló. La responsabilidad quedó para Kenny, quien debía marcar para llevarse el triunfo. Así lo hizo, e Inglaterra se convirtió en campeona del Europeo Sub 17 cuatro años después de la última vez que lo consiguió, para sumar su segundo título en esta categoría.

INGLATERRA

Desde el primer día presentó sus credenciales al título. Ante Malta firmó un brillante 0-3, con Patrick Roberts dejando señales de querer ser el mejor jugador del campeonato. El extremo del Fulham, quien ya ha debutado con el primer equipo, llegó al Europeo Sub 17 como principal estrella, y en los dos primeros encuentros demostró el por qué. La banda (principalmente derecha) es su zona de arrancada. Una vez recibe el balón, conduce, se zafa de los defensores y busca el golpeo con la zurda. Su disparo es potente y dirigido, siendo el arma más buscada por él y los suyos. Las sensaciones que dejó son de ‘crack’, y las ganas por querer verle iban a más y más.

Del Grupo A no pudieron avanzar como primeros, ya que en el último encuentro ante Holanda cayeron derrotados, aunque con varios suplentes en el once. En semifinales les esperó Portugal, en lo que bien podría haber sido una final. Los ingleses se vieron apretados por los lusos, y solo los palos les impidieron mantenerse con vida. Eso lo aprovechó Dominic Solanke, para firmar su tercer gol en el campeonato y dar medio pase a la final. El delantero del Chelsea brilló aún más en el tramo final del torneo, cuando más lo necesitó su equipo y resultando decisivo, eclipsando incluso a Roberts, que fue a menos, viviendo un camino inverso al de su compañero. Atacante técnico, necesita poco para encontrar portería. En pocos tocos controla y dispara. Es rápido, y jugó tanto en punta como por detrás de este. En la final volvió a aparecer, para poner por delante a los británicos en el camino por el título, consiguiendo finalizar el torneo como máximo goleador, empatando con Schuurman (Holanda) a 4 tantos. Ya en la fase de clasificación logró un total de 5 goles.

Otro pilar en la selección dirigida por John Peacock es Ryan Ledson. El mediocentro del Everton es el dueño del mediocampo inglés. Abarca metros, asume el mando y dirige, comportándose como auténtico capitán. Pocas veces falla con el balón en los pies. Además, destacan jugadores como Izzy Brown, cuyas aportaciones en banda son muy atractivas, y los centrales Taylor Moore y Joseph Gomez. Quizás, Armstrong estuvo por debajo de lo esperado. Tras anotar 7 tantos en la fase de clasificación, en la fase final solo anotó dos goles. El delantero no pudo disputar la final debido a una lesión.

HOLANDA

De las últimas 5 ediciones del campeonato, Holanda había logrado estar presente en 3, ganando 2 de esas mismas. La selección ‘tulipán’ es de las más fuertes hoy en día de la categoría, y sus números y participaciones así lo demuestran. Esta vez, a punto estuvo de hacerse con el título, sumando una final más. Solo Inglaterra y la tanda de penaltis lo impidieron. El Europeo Sub 17 comenzó para los holandeses prácticamente de la misma forma que terminó. En el partido inaugural ante Turquía comenzaron perdiendo. En ese mismo encuentro, Verdonk dispuso de un penalti para empatar, y lo marcó. En la tanda de penaltis de la final dispuso de uno, que era ‘casi’ definitivo, y lo falló.

La selección de Maarten Stekelenburg dispone de buen trato de la pelota, elaborando las jugadas y teniendo paciencia. Eso mismo se convirtió en su pecado, siendo parsimoniosa a veces la circulación de balón y no dando frutos el dominio conseguido a través de la posesión en muchas ocasiones, viéndose contrarrestados por los rivales en muchas ocasiones. 2 goles encajados ante Turquía, otros tantos ante Malta, o tramos de poco ataque en la final ante Inglaterra así lo demostraron.

El conjunto holandés estaba cimentado en una pareja de centrales complementaria, mientras que el capitán Veendorp era el más rocoso de los dos, el central de la cantera del Feyenoord Calvin Verdonk era la primera vía en la salida del esférico. El manejo de balón y el buen desplazamiento en sus envíos fueron claves en el inicio de las jugadas de su equipo. En el centro del campo residió el ‘otro’ máximo goleador del campeonato. Jari Schuurman partía en el doble pivote y desde ahí se descolgaba e irrumpía en el ataque, como un auténtico ‘llegador’. Ante Malta abandonó completamente esa posición atrasada, jugando en la punta del ataque y logrando un ‘hattrick’. Su gol en la final, el cual significó el empate, le valió para sumar su cuarto tanto y encabezar la tabla de máximos goleadores junto a Solanke. Versatilidad al servicio del gol.

En ataque, dos fueron los principales nombres del combinado holandés. El primero, Ould-Chikh. En el primer partido ante Turquía no fue titular, pero su aparición desde el banquillo fue imprescindible para ganar el encuentro. De un potente disparo suyo nació el 2-1, y él mismo firmó el 3-1 con una admirable vaselina. A partir de ahí, el resto de partidos estuvo en el once, apareciendo tanto en banda derecha como en la izquierda. Mucho desborde y regate, con la misión de encontrar portería. El otro fue Bergwijn, quien destacó en los primeros encuentros, siendo el gran atractivo en la vanguardia holandesa a raíz de la potencia y velocidad que aportan su juego. También extremo que, al igual que su compañero, podía aparecer por cualquiera de las dos bandas, con disposición para encarar o buscar el centro.

PORTUGAL

“El sentimiento cuando pienso que merecimos estar en la final es de tristeza. Debido a la calidad que mostramos y a nuestra organización de juego lo merecimos. Creo que hemos jugado el mejor fútbol del campeonato”. Esas eran las palabras del seleccionador portugués Emilio Peixe tras caer eliminados ante Inglaterra en semifinales por 0-2. Las mismas que sirven de resumen para lo que ha sido la participación de los suyos en Malta.

A un paso se quedó Portugal de acceder a la final del torneo. Fueron el equipo que más sometió a sus rivales y que más presión a través del ataque hizo en el campeonato. No fue menos en semifinales, siendo superiores a Inglaterra y golpeando hasta tres veces en la madera durante el primer tiempo. Los lusos no mataron y por ello terminaron pagándolo. Un gol de Solanke les puso en desventaja, y cuando buscaban la igualada se encontraron con el segundo y definitivo tanto que les eliminaba. Lo visto en el terreno de juego no sirvió para hacer justicia en el marcador, quedando a las puertas de la final.

De la fase de grupos avanzaron como equipo menos goleado. Ningún tanto en contra recibió Portugal durante la primera parte del torneo, por los 4 a favor que marcó. Su defensa tenía dos ‘currantes’. El central Francisco Ferreira fue uno de los grandes baluartes defensivos de este europeo, mostrando sus dotes físicas y su buen juego aéreo, solvente y cortando los ataques rivales de raíz, sin dejar segundas oportunidades. El lateral zurdo estuvo ocupado por Yuri Ribeiro. Pequeño e incansable, capaz de multiplicarse en una misma jugada y aparecer en una corta fracción de tiempo en defensa, pasar al ataque y volver a la defensa. El costado zurdo siempre tenía su presencia, incorporándose hacia delante tanto por fuera como por dentro. Al torneo llegó como máximo asistente de la fase de clasificación, con 6 pases de gol.

La principal estrella del combinado ibérico fue Renato Sanches. El centrocampista del Benfica es un jugador corpulento, que busca el contacto con el balón. Su radio de acción era amplio, bajando a recibir el balón para construir o esperando más adelante para aparecer en zonas más determinantes. Su movilidad fue el reflejo del equipo, cuyos ataques estaban llenos de permutas e intercambios de posiciones por parte de los jugadores de tres cuartos en adelante. Desborda calidad y posee un gran regate en corto. El problema que atesora es que parece jugar andando. Y un lado, al otro, o por detrás se encontraba siempre Rubén Neves. Capitán de la selección y pilar del equipo. Es el eje central y el jugador que aporta el equilibrio, con una visión de juego que acelera el juego debido a su facilidad para encontrar espacios.

ESCOCIA

Contra pronóstico, Escocia logró acceder a las semifinales del europeo, clasificándose en un grupo en el que competía con Portugal, Alemania y Suiza. Los escoceses desembarcaron en Malta con la predisposición de desplegar un juego diferente al más acorde con la idiosincrasia del balompié escocés. Sin embargo, en el primer encuentro contra los portugueses se vio un equipo replegado, que a ratos se estiraba para intentar crear más peligro, aunque sin efecto. En líneas generales, su juego fue de contención atrás y esperar. Ante Portugal no le sirvió, en parte, debido a la actuación de su portero. McCrorie tuvo parte de culpa en los dos tantos que su equipo encajó. Primero, cantó en el disparo de Renato Sanches, y luego despejó mal en el segundo tanto, dejando la portería vacía.

El segundo envite del calendario fue ante Alemania, sin duda el encuentro clave para pasar de ronda. Aguantaron las múltiples envestidas de los germanos, quienes acabaron desesperados el partido tras chutar incluso dos veces al poste, para que Wright consiguiese el gol que valía una victoria. Los tres puntos permitieron a los escoceses depender de sí mismos en la última jornada. Ante Suiza comenzaron perdiendo, pero voltearon el partido con 3 tantos, pasando a semifinales. Allí se encontraron con Holanda y un 5-0 que les dejó en la ‘cuneta’.

ALEMANIA

La gran decepción de la competición. Junto a Holanda, ha sido la gran dominadora de la categoría en el último lustro. 1 título y 3 finales en las últimas cinco ediciones. Sin embargo, en 2014 no ha sido capaz de pasar de la fase de grupos, logrando tan solo un punto de los nueve posibles, y anotando un único gol en sus tres partidos. Su participación se puede definir de ‘caótica’. Así fue desde el comienzo hasta el final. Ante Suiza falló ocasiones imperdonables, erró un penalti y dejó escapar una ventaja de 1-0. Frente Escocia perdonó ocasión tras ocasión y perdió. Contra Portugal solo le valía ganar y esperar el resultado del Suiza-Escocia para saber si podía pasar. Ocasiones marradas en boca de gol y no conseguir tener el control del encuentro, terminaron por costarle la derrota.

La estructura sobre el papel daba buenas sensaciones. Un doble pivote que ofrecía garantías defensivas con Bektic, y soluciones al igual que manejo a través de Henrichs. Jugadores de desborde, como Ferati, y mucha movilidad en tres cuartos, con Ochs en la punta cayendo a diferentes posiciones. Pero nada les funcionó. El ataque estuvo errático durante el campeonato, no aparecieron la ideas y la claridad les abandonó.

El jugador más destacado, con una actuación de buena nota, fue el central Gimber. El defensa del Hoffenheim luchó de principio a fin. Jefe de la zaga, trabajaba por él y por los compañeros. Cerró espacios y ayudó en las coberturas de manera constante. Por arriba era casi imposible de superar, y al suelo iba muy bien para cortar. ‘Parcheó’ las carencias que sus acompañantes mostraron.

SUIZA

Durante 25 minutos, Suiza fue equipo semifinalista del Europeo Sub 17. Tras empatar con Alemania y perder con Portugal, el combinado helvético llegó a la última jornada con la posibilidad de pasar de ronda. De ganar su enfrentamiento ante Escocia lo habría hecho, ya que Alemania perdió con Portugal. Y consiguió adelantarse, por mediación de Oberlin en el minuto 20. Sin embargo, en el 45 llegó el empate escocés y más tarde la remontada, finalizando el partido con un 1-3 en contra.

Las principales bazas del seleccionador Débonnaire pasaban por tres hombres. El primero, la figura del equipo, el delantero Ajeti. El atacante suizo ya ha gozado de minutos con el primer equipo del Basilea, además de saber lo que es marcar con esa camiseta. En la fase de clasificación para el europeo su cifra de goles llegó a 5, siendo uno de los máximos goleadores. Sin embargo, en Malta su ‘pólvora’ estuvo mojada. Mostró sus aptitudes, siendo peligroso cada vez que cogía el balón en las proximidades del área o dentro de ella, y siendo difícil de parar por parte de los defensores. Pero el gol se le resistió. El segundo jugador suizo con mayor peso fue Oberlin. El ‘10’ suizo era la principal vía de transición hacia el ataque. Desde la banda o por el centro, su velocidad y potencia servían para correr a los suizos. En el ‘debe’ de este jugador es que aún le queda mucho por pulir esas dos virtudes que tienen y controlar su velocidad. La tercera pieza más destacada de los helvéticos fue el guardameta. Kobel fue el portero del torneo que mayor seguridad mostró en sí mismo. Bajo palos se hizo duro de batir, y por arriba mostró serenidad a la hora de salir a por el balón.

TURQUÍA

Campeona en 2005 con Nuri Sahin a la cabeza, Turquía sabía en Malta de la dificultad de poder pasar de la fase de grupos. Encuadrada en el grupo con Inglaterra y Holanda, la clasificación pasaba por intentar arañar algún punto ante alguno de los dos combinados. Su puesta en escena fue atractiva, con un primer tiempo ante los holandeses en el que hicieron disfrutar y durante el cual gozaron de ocasiones. Presionaron y supieron salir con claridad.

El delantero Enes Ünal era la punta de flecha del equipo y jugador clave. Posee una gran facilidad para el remate, de cualquier situación es capaz de sacar peligro, además de ser insistente y tener predisposición para perseguir el esférico. Ante Holanda adelantó a Turquía, aunque finalmente se vieron remontadas. E igual historia vivió ante Inglaterra. Enes Ünal abrió el marcador para poner a los turcos arriba en el marcador, pero el resultado final les fue desfavorable. Vendieron cara su derrota y eliminación, y buscaron con ahínco el pase a semifinales.

Mención destacable también merece el guardameta Tarik Çetin, quien demostró reflejos en varias ocasiones, salvando al combinado turco gracias a sus intervenciones bajo palos, y Emirhan Aydogan. Con el ‘10’ a la espalda, de sus botas salió gran parte del peligro de Turquía. Habilidoso con el balón y con gran visión de juego, capaz de jugar con criterio tanto a ras de suelo como por alto.

MALTA

Resulta extraño ver a Malta en una fase final de un campeonato de fútbol de cualquier categoría. Al ser la anfitriona, el país del Mediterráneo tenía la oportunidad de vivir una oportunidad así en la edición de 2014 del Europeo sub 17. Para el conjunto maltés, poder disputar tal campeonato ya era un premio, por lo que solo le quedaba disfrutar de él y hacer un torneo hornada del que sentirse orgullosos.

A pesar de ser la única selección que no ha sido capaz de ganar ningún punto, y terminar el torneo como máxima goleada, la selección de Malta consiguió marcar dos tantos. Ambos llegaron en el partido ante Holanda, que luego sería finalista, en un partido en el que incluso mereció más goles y en el que no dejaron de intentarlo. A pesar de estar siempre por debajo en el marcador, no le perdieron la cara a la competición ni a sus partidos. En los anfitriones destacaron el delantero Mbong y el extremo Friggieri.

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