El Tata deja ver que no seguirá en el Barça
"Uno no dio la talla y no ve necesario pedir una segunda oportunidad", comentó el técnico argentino en rueda de prensa
Tras el doloroso empate in extremis ante un equipo que lucha por la permanencia como es el Getafe de Cosmin Contra, el Tata Martino ha asumido toda la culpa de las tablas en casa ante los azulones y además ha dejado caer que no seguirá la próxima temporada en el banquillo azulgrana.
"Hay veces que uno no dio la talla y no ve necesario pedir una segunda oportunidad porque no la merece", con estas rotundas palabras concluía la rueda de prensa posterior al partido el técnico argentino, dejando ver que no continuará en el banquillo del Camp Nou la próxima temporada, que sería la segunda y última de su contrato. Instantes antes, cuando fue preguntado por su futuro, aseguró: "¿Mi futuro? Todavía hay tiempo, no hay que apurarse. Siempre hay tiempo para decir lo que haya que decir".
Que el Barça de Martino no ha estado al nivel esperado ni deseado no es ningún secreto. Eliminados de Copa ante el eterno rival y de Champions en cuartos de final, con la Liga virtualmente perdida y con sólo la Supercopa de España lograda mediante dos empates el balance es bastante nefasto para un club que siempre aspira a todo.
No toda la culpa es del argentino. Cuando llegó el de Rosario optó por un juego mucho más directo que intercalaba el pase en corto con el largo y que obligaba a correr a los de arriba para presionar la salida de balón rival. Pero parece que eso no gustó a un sector del barcelonismo que exigía la vuelta al 'estil del Barça', un estilo que impuso Guardiola y que durante tres temporadas dio sus frutos, pero los rivales ya saben a qué juegan y también cómo frenarlo, pese a que muchos se aferran a él como a un clavo ardiendo. Esta temporada ha sido una clara muestra de ello.
Los jugadores tienen también gran parte de culpa, nunca ha parecido que quisiesen llevarse alguno de los tres principales títulos en lo que algunos han diagnosticado como conformismo tras una laureada etapa y otros como que se están reservando para el Mundial de este verano en Brasil. Un Messi que durante muchos partidos le hemos podido ver caminando mientras sus compañeros trataban de presionar o buscar espacios, un Neymar que no se ha adaptado al fútbol europeo y una defensa que hace aguas han sido la clara muestra del estado físico de los culés esta campaña, donde a Martino sólo se le puede reprochar no haber sabido gestionar estos casos.
Bien es cierto que no ha sido la temporada del Barcelona fuera de los terrenos de juego y, como se dice vulgarmente, parece que les haya mirado un tuerto. Las irregularidades en el fichaje de Neymar acabaron con la dimisión del presidente Sandro Rosell y afectó indirectamente al brasileño, Messi y su padre tuvieron algún que otro lío con Hacienda, la sanción de la FIFA y el lamentable fallecimiento de Tito Vilanova tras dos años de lucha contra el cáncer. Un annus horribilis que ha desembocado en lo que algunos han denominado ansiadamente "fin de ciclo".
Zubizarreta y los suyos deberán ponerse ya manos a la obra para confeccionar una plantilla que vuelva a hacer vibrar al Camp Nou, y parece que el primer cambio pasará por el banquillo como el propio Tata Martino ha dejado ver esta tarde.