Tito Vilanova: La Liga de los 100 puntos y la mano derecha de Guardiola
Tito Vilanova fue el entrenador de la mejor liga de la historia y el compañero inseparable de Pep Guardiola en el Barcelona.
Cuando el Fútbol Club Barcelona anunció la contratación de Tito Vilanova como entrenador del primer equipo el mismo día que Pep Guardiola anunciaba su marcha, todo el barcelonismo se puso en pie para aplaudir uno de los comunicados más emocionantes de la historia del club. El que había sido la mano derecha del técnico de Santpedor en la consecución del triplete y en la evolución del equipo desde la temporada 2008-09 hasta la 2011-12 era nombrado su sucesor tras pasar un año personalmente complicado. Pocos meses antes de recibir la mejor noticia de su vida, Tito recibió probablemente la peor: tenía que ser operado de un tumor en la glándula parótida. Fue el 22 de noviembre de 2011, el día que el equipo viajaba a Milán para enfrentarse al Milan en partido correspondiente a la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Ese día nadie se imaginaba todo lo que podía suceder, algo que ahora todo el mundo sabe y algo de lo cual no hay que continuar hablando por el dolor que acarrea. El periodismo en ciertos momentos de la historia tiene que aprender a usar la ética y afrontar su responsabilidad social de la forma más profesional posible. Dicho esto y con los hechos más que conocidos, la mejor manera de hablar de Tito Vilanova es recordando su pasado más feliz. El pasado en el que fue jugador, entrenador en Tercera División y entrenador de uno de los mejores equipos de la historia. Porque Tito merece ser recordado así.
Después de entrenar al Palafrugell, al Figueres y al Terrassa, Tito Vilanova recibió la llamada de uno de sus mejores amigos en la infancia, un tal Josep Guardiola, con quien compartió experiencias en La Masia, para que le acompañase en la aventura de dirigir al FC Barcelona B en Tercera División, con el reto mayúsculo de devolverle al filial blaugrana el sitio habitual y el respeto perdido en los años anteriores. En la primera temporada juntos, 2007-08, el brillante tándem subió de categoría al B y, con la marcha de Frank Rijkaard en el primer equipo y viendo la evolución que había sufrido el filial con ellos dos, Joan Laporta decidió, de forma sorprendente, entregarles un equipo que acababa de finalizar una de las mejores etapas de su historia.
A partir de ahí, la historia es ampliamente conocida. Ambos trazaron las directrices del mejor Barça, de un equipo que hizo historia ganando todos los títulos posibles (6) en un año natural y que se convirtió en la referencia del mundo del fútbol. Su filosofía de juego es ahora implantada por varios clubes en todo el planeta y la forma de dominar el balón para crear ocasiones y desgastar al rival es un ejemplo para la mayoría de entrenadores y jugadores. Precisamente el año en el que se le diagnosticó la enfermedad, Pep Guardiola fue premiado con el trofeo al mejor entrenador del mundo, en una gala en la que no se olvidó de su amigo y compañero: “Desde el fondo de mi corazón me gustaría dedicar este título a Tito Vilanova, mi amigo, compañero, asistente, que aunque últimamente no viene mucho con nosotros siempre está. Tito, va por ti”.