Barcelona: Genealogía de un final de ciclo

Después de la derrota en la final de la Copa del Rey el pasado miércoles, el Barcelona afrontará mañana una nueva jornada del campeonato de liga, la vuelta a la realidad de una temporada que terminará sin títulos importantes para los azulgrana salvo milagro.

El gol de Gareth Bale el pasado miércoles significó para muchos el final definitivo de un ciclo de victorias histórico para el Barcelona. Lejos de la cabeza en el campeonato de liga, y ya sin opciones en la copa y la Champions League, parece que el Barça volverá a firmar una campaña sin ninguno de los tres trofeos más importantes, algo que no ocurre desde 2007-08, la última temporada Frank Rijkaard.

Y es que con el adiós del técnico neerlandés se produjo un verdadero cambio en la entidad. Es cierto que varios jugadores importantes en la etapa Guardiola ya habían destacado con el anterior entrenador, pero la llegada del de Santpedor se convirtió en una revolución futbolística; el modelo Barça exprimido hasta su máxima esencia. Los títulos permitieron coronarse a un grupo de jugadores que fueron bautizados muy pronto como el mejor equipo de la historia del Barça, para algunos el mejor conjunto que se ha visto en un terreno de juego.

La continuidad parecía asegurada tras la salida de Pep Guardiola. Tito Vilanova asumió la responsabilidad con el aval del técnico saliente, y pese a las dificultades, el Barça confirmó en cierta manera esa continuidad conquistando un nuevo título de liga. Pero las sensaciones vividas en la Champions League ya auguraban que los siguientes meses no serían fáciles. Con Tata Martino el Barça comenzó perdiendo la pelota y terminó regalando títulos y goles. La suerte que en el pasado estuvo del lado de los azulgrana (el gol de Iniesta en Stamford Bridge, las apariciones estelares de Messi) abandonó por completo a los catalanes. Lesiones, sanciones y balones al palo han dejado al Barça en avanzado estado de descomposición.

Para comenzar de nuevo es necesario el fracaso, pero no parece que para el Barça vaya a ser fácil realizar una reconstrucción aceptable. Varios jugadores no terminan de ejercer la autocrítica necesaria en estas ocasiones y parecen echar la culpa al entorno o al juego de sus rivales para justificar sus derrotas. En 2008 Guardiola tuvo que limpiar el equipo, convertir un vestuario sin ley en un ejército de profesionales con mucha hambre de triunfo. No fue fácil.

Muchos especialistas sobre la actualidad del Barcelona opinan que los problemas del Barça de Rijkaard comenzaron en Mónaco con aquella derrota 3-0 ante el Sevilla en la Supercopa de Europa. Fue el primer signo de alarma para unos jugadores que parecían más preocupados en firmar contratos y campañas publicitarias que de hacer historia. No se equivocaron los que encontraron en Frank Rijkaard un amigo de los futbolistas más que un comandante con galones para liderar a tantas estrellas. Guardiola tuvo que implantar su idea, convencer a sus jugadores del camino y alejar a los parásitos del vestuario que podían impedir la evolución de su dios futbolístico, Lionel Messi.

En 2007-08 el Barça llegó sin opciones al final de liga. El Real Madrid ha ganado pocos campeonatos de forma tan plácida. En la Copa del Rey fue eliminado en semifinales por el peor Valencia de las últimas décadas, un club entrenado por uno de los héroes de la historia del Barcelonismo, Ronald Koeman. Con la soga al cuello y muy pocas esperanzas, aquel Barça se midió al Manchester United de Ferguson en las semifinales de la Champions. Ahogado y sin fuerza, los ingleses les ganaron jugando a medio gas. Fue la última temporada sin un gran título. Seis años después el Barça vive una nueva reválida que cuenta con el añadido de no tener muy claro como será el verano, quién estará y si el bloqueo de operaciones continuará. Con el gol de Bale dio comienzo la nueva realidad del Fútbol Club Barcelona.