Wayne Rooney, 'Red Devil' para siempre

El jugador ha firmado un nuevo contrato hasta el término de la temporada 2019 y en el que pasará a cobrar un sueldo semanal de 300.000 libras

Hay miles de futbolistas en el planeta fútbol, y todos, con la misma ilusión, ser grandes, que su nombre suene en los mejores estadios del mundo, que la gente les grite desde sus asientos, que los clubes les deseen, que la historia les recuerde. Algunos dicen que el fútbol no tiene memoria, pero se equivocan. La memoria del fútbol es muy buena, aunque a veces muy dura. En el fútbol, como decía el gran Luis Aragonés, “al segundo nadie le recuerda”, pero al campeón, al campeón le recuerda todo el mundo. La memoria futbolística es para el campeón, para los grandes entre los grandes. En el fútbol hay jugadores buenos, muy buenas, futbolistas grandes, que marcan una época o a un equipo, pero hay una denominación que va más allá, los mitos. Algunos de los jugadores que han practicado este maravilloso deporte se han aupado hasta el Olimpo de los dioses del fútbol, hasta la categoría de mitos. Uno de ellos es sir Bobby Charlton, el mejor futbolista de la historia del país que inventó el fútbol, Inglaterra.

Sir Bobby Charlton fue uno de los supervivientes de aquella trágica tarde del 6 de febrero de 1958 en la helada pista de despegue del aeropuerto de Munich. Un equipo de leyenda moría aquella tarde pero uno de los que sobrevivió les honró durante los siguientes años, sobre todo, una década después en el estadio de Wembley con la conquista de la Copa de Europa. Sir Bobby Charlton es sinónimo de elegancia, calidad, sacrificio, esfuerzo, pero ante todo, de goles. Su nombre va ligado al del Manchester United, escudo que defendió toda su vida. Old Trafford no sería lo mismo sin el hombre que definió el estadio como “El Teatro de los Sueños”. El Manchester United no sería lo mismo sin el hombre que le hizo renacer cuando todo parecía perdido. 249 goles con su firma le convierten en el máximo artillero del club, un galardón que puede tener sus días contados.

No ha habido ni habrá nadie tan grande como sir Bobby Charlton en el United, pero hay un futbolista que puede auparse al Olimpo de los dioses del Manchester United, lugar que preside el propio Charlton. No es otro que Wayne Rooney, el “asesino con cara de niño”, símbolo del club en los últimos años está cerca de cumplir su décima temporada en Old Trafford donde llegó siendo una joven promesa. En el mítico estadio se ha hecho un hombre, y está a un paso de convertirse en un dios. 208 goles llevan su firma, a tan solo de 41 de alcanzar al mito. Hoy hablamos de que llegar a los 249 de sir Charlton es una realidad para Wayne Rooney cuando a firmado un nuevo contrato con el Manchester, un acuerdo que le hará “red devil” para siempre y lo elevará al Olimpo de Old Trafford.

A un paso del adiós

Wayne Rooney llegó al Manchester United con tan solo 17 años tras deslumbrar en el Everton. A pesar de que el United le incorporó cuando ya era una de las estrellas emergentes del fútbol, los ojeadores del Manchester hacía mucho tiempo que tenían apuntado en sus agendas el nombre de un chico de Liverpool que hacía goles con una facilidad asombrosa. Paul McGuiness, actual director de la Academia del Manchester, recordaba hace años en una entrevista cuando vio por primera vez a Rooney. Era un encuentro entre la escuela del Everton y la del United, en la categoría sub9 aunque el pequeño Wayne tenía 8. Cuando el partido iba 0-0 apareció aquel avispado niño. Así contaba McGuniess lo que hizo: Rooney anotó la chilena perfecta, que para un niño de 8 años es muy complicado, fue algo verdaderamente especial”. Desde ese momento, los ojeadores del United quisieron llevarlo a Carrington, pero nunca lo consiguieron. El Everton lo formó y David Moyes le dio confianza y le hizo debutar en la Premier League. En agosto de 2004, con tan solo 17 años rechazó un nuevo contrato con el Everton ya que veía que los toffess no podían llegar a Europa. El Newcastle rozó a la perla del país pero el Manchester United llegó en los últimos días de mercado y pagó la friolera cifra de 25.6 millones de libras para hacerse con el mejor futbolista de menos de 20 años del mundo.

Su debut con tres goles contra el Fenerbahçe en el segundo partido de la Champions ya preveían lo que vino a continuación. Pronto se convirtió en uno de los ídolos de Old Trafford, pero no todo han sido rosas en la etapa de Rooney como diablo rojo. Ha habido momentos tensos entre el club y el delantero, un jugador con muchísimo carácter que a veces le pasa factura. El primero ocurrió a raíz del Mundial de Alemania 2006. Portugal e Inglaterra se enfrentaban en cuartos de final, quien ganaba, se disputaba estar en la gran final contra el vencedor del Francia – Brasil. Corría el minuto 61 de partido cuando la defensa lusa volvió a derribar a Wayne Rooney, este, preso de su fuerte carácter, pisaba en sus partes íntimas a Carvalho. El árbitro no vio la acción pero Cristiano Ronaldo corrió para hablar con el trencilla que se giró y expulsó a Rooney. Cuando el inglés se marchaba a las duchas, el luso giñaba el ojo a sus compatriotas que estaban en el banquillo. Este gesto y la posterior eliminación de Inglaterra en la tanda de penaltis encendieron los ánimos en Manchester, desde donde se dio el mensaje que le iban a abrir las puertas a uno de los dos, preferiblemente a Cristiano. Fuentes cercanas al inglés declararon que quería “partir en dos” a su compañero. Valencia, Real Madrid y Milan estaban decididos a fichar al luso ya que la tensión no se podría aguantar en el vestuario. Finalmente, ambos llegaron a un acuerdo y el asunto se olvidó.

La relación paterno-filial que Rooney tenia con sir Alex Ferguson se fue tensando hasta romperse hace dos veranos. Al parecer, la relación en el vestuario no era la misma que ante las cámaras y las cosas se habían puesto feas entre el entrenador y su pupilo más adelantado. Además, a esto se sumó que Rooney creía que merecía un aumento de sueldo, cosa que no parecía que el club estuviera muy de acuerdo. Entre unas cosas y otras, el Manchester City y sus petrodólares se pusieron al medio de esta relación tensando aún más la cuerda. La gran oferta económica del City al futbolista le nubló la vista ya que la cantidad era enorme, además, el otro club de Manchester le iba a pagar una gran cantidad a su vecino por el jugador. Las cosas se pusieron feas pero la cordura volvió a imponerse, el jugador renovó y el club le aumentó el sueldo.

El último episodio fue el año pasado, el último de sir Alex Ferguson al frente de la mejor plantilla de la Premier. Las viejas rendijas volvieron a aflorar y algunas suplencias como la de octavos de final en el partido de vuelta ante el Real Madrid hicieron a Rooney plantearse cambiar de aires. Estos pensamientos aumentaron cuando el club anunció que David Moyes iba a ser el futuro entrenador del Manchester. Rooney se la tenía guardada a Moyes desde que este puso trabas para que no saliera del Everton en 2004. Este fue el punto más complicado de la turbulenta relación entre el Manchester United y Wayne Rooney. El jugador se dejó querer. Barcelona, Real Madrid, Arsenal y Chelsea peleaban por él mientras Moyes, en unas declaraciones poco acertadas, consideraba al inglés como “the second choice”. Mourinho se empeñó en tener a Rooney a sus órdenes tras fracasar en su intento de ser entrenador del United, pero el club rechazó la oferta de 45 millones de libras que presentaron los “blues”. Parece que las cosas se arreglaron entre uno y otro. Ambos se tragaron su orgullo, y el Manchester salió ganando.

Más cerca del mito

208 goles en 403 partidos es la carta de presentación de un delantero que pasará a la historia como uno de los grandes. Tras Gary Lineker y Alan Shearer, en la historia de los grandes delanteros ingleses está y estará siempre el nombre de Wayne Rooney, y solo tiene 28 años. Es la esperanza del Manchester United y de Inglaterra, el hombre referencia para todos sus compañeros.

Wayne Rooney es el jugador que todos los entrenadores querrían tener, para muchos, el futbolista ideal. No es Messi ni Cristiano Ronaldo, pero es igual de importante que ellos para cualquier equipo. Wayne Rooney no es el prototipo perfecto de delantero, sino el prototipo de jugador-total. Un hombre que se adapta por sus cualidades físicas, tácticas y técnicas a todas las posiciones. Cualquiera que haya seguido la carrera de Rooney le habrá visto jugar de delantero, segundo punta, mediapunta, extremo izquierdo, extremo derecho, interior, mediocentro,… es un camaleón del fútbol. Su sitio natural es el ataque, es un “asesino sin escrúpulos”, domina todas las suertes, un “killer” nato. Cerca del área es mortal, pero sabe hacer peligro desde lejos con su potente y certero disparo.

Su potencia física le hace ser un jugador que puede llegar con mucha facilidad desde segunda línea, como hacía cuando acompañaba a Van Nistelrooy en ataque o ahora con Van Persie. Calidad, desborde, velocidad endiablada, todo esto, combinado con una inteligencia superior para jugar al fútbol. Esto le convierte en un jugador ideal para jugar pegado a banda. Desborda y pega desde cualquier lado, izquierda o derecha. Sir Alex Ferguson lo probó en el centro del campo, y como no, funcionó. Su despliegue físico es admirable y esto sumándolo a la calidad técnica le convierten en un jugador adecuado para canalizar el juego desde la zona de máquinas hasta la delantera. Es un ganador nato, con un carácter indomable que le hace tan peligroso dentro del área, no da un balón por perdido, pelea cada minuto que está sobre el césped, y su implicación es indiscutible. Todas estas cualidades le convierten en uno de los líderes del equipo

Con la salida de Vidic y Evra este verano y el nuevo contrato de Rooney, el delantero inglés se convertirá seguramente en uno de los capitanes del equipo. Wayne Rooney ya ha sido capitán en alguna ocasión, pero ahora lo será de forma continua, se convertirá en el líder deportivo y espiritual de un equipo que el año que viene aspirará a mucho más. Con 5 años más de contrato, Wayne Rooney puede alcanzar unas cifras de vértigo con el United. Lleva casi 10 años defendiendo la camiseta roja del club más laureado del país y ya ha jugado 403 partidos. No llegará a los casi 1000 partidos de Giggs (961 a día de hoy), otro mito del club, pero se quedará cerca de otros dioses del United como Bill Foulkes o Gary Neville. En la clasificación que sí llegará lejos será en la de goleadores. Sus más de 200 dianas le convierten en el cuarto máximo goleador por delante de nombres como el de George Best y Dennis Viollet. A tan solo tres goles está Jack Rowley y por delante, dos Balones de Oro, Dennis Law (237 goles) y el mito más grande de la historia de Inglaterra, sir Bobby Charlton con 249 goles. Esta cifra ya está amenazada por Wayne Rooney, que, con una media de unos 20 goles por temporada, con esta ampliación de contrato, puede entrar y formar parte del Olimpo de los Dioses del Manchester United.

Pero no solo en el Manchester United, también en Inglaterra el nombre de Wayne Rooney amenaza el récord de goles de sir Charlton. Con 49 goles, el mítico futbolista inglés es el máximo anotador de los “pross”. Le siguen de cerca Gary Lineker, Jimmy Greaves y Michael Owen. Rooney, con 38 goles es el cuarto clasificado. El delantero del Manchester United es el alma de la selección de los “Three Lions” y la gran esperanza del pueblo inglés para el Mundial Brasil. Viendo su proyección, el récord de Charlton tiene los días contados.

Claves del nuevo contrato

El contrato está redactado desde el miércoles pero la rúbrica llegó ayer a media tarde. En la rueda de prensa previa al partido de hoy en Selhurst Park, Moyes desmintió que el acuerdo estuviera firmado pero horas más tarde, el club lo hacía oficial, Rooney será “red devil” hasta 2019. Se esperaba que el futbolista firmara el contrato entre miércoles y jueves pero la firma se había retrasado aunque el club no quería que se demorará más en vistas a la importancia que tiene el partido ante el Crystal Palace en el que el United debe sumar los tres puntos si quiere seguir en la pelea por los puestos europeos. El nuevo contrato de Wayne Rooney blinda al futbolista y lo convierte en uno de los jugadores mejor pagados del mundo.

La semana ha sido movida en el United ya que las claves del nuevo contrato de Rooney han acaparado las portadas de los periódicos ingleses, aunque el nombre de Adnan Januzaj también ha estado a la orden del día ya que el futbolista está recibiendo la presión de los diferentes países donde puede jugar, elemento que puede descentrar al futbolista. Pero volviendo a Rooney, el futbolista ha firmado un contrato que extenderá el que ahora tiene que expiraba el próximo año. En el viejo contrato, su salario era de 250.000 libras semanales. Ahora, el jugador firma por cuatro años, más el que le quedaba, cinco más a cambio de 300.000 libras semanales, lo que supone unos 18 millones de euros. Wayne Rooney se convierte así en el futbolista mejor pagado de la Premier League y en un “red devil” para siempre.

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