El derbi de Roma de Gascoigne

SS Lazio y AS Roma disputan hoy el derbi de la capital de Italia, uno de los encuentros más calientes y apasionantes del fútbol transalpino. Hoy recordaremos un enfrentamiento del pasado, concretamente el primero que jugaron los dos equipos en la temporada 1992-93. Paul Gascoigne fue el gran protagonista.

“Si es inteligente no vendrá a Italia” - Claudio Gentile

Claudio Gentile, el hombre que anuló a Maradona en el mundial de 1982, avisaba a Paul Gascoigne del peligro que supondría para su carrera llegar a una liga como la italiana. Sus palabras se convirtieron en un serio aviso de las dificultades que el “Bad Boy” del fútbol inglés iba a encontrar en La ciudad Eterna, pero Gascoigne necesitaba salir de Inglaterra. Su gran reto personal consistía en volver a vestir la camiseta de la selección; la mejor forma de lograrlo sería demostrando que el suyo era un fútbol con capacidad para seducir más allá del Canal de la Mancha. Gascoigne era diferente y además se sentía especial, tan especial que jamás reflexionó ni aceptó un consejo cuando comenzaron los problemas.

En Italia se le adoraba desde la Copa del Mundo de 1990. Sus lágrimas en las semifinales conmovieron a un país acostumbrado cada vez más a la importación de talentos. En el mundial Gascoigne formó parte de la mejor selección inglesa que se ha visto en una gran cita en las últimas cuatro décadas; un equipo con instinto, talento, suerte y una estrella, el gran Paul Gascoigne.

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Pronto las lesiones y las pintas de cerveza oscurecieron al genio, y su carácter bipolar comenzó a enemistarle con el entorno más conservador del fútbol inglés. Su lesión en la final de la FA Cup de 1991 demostraba una vez más que su cabeza no andaba por un buen momento. “Gazza” se lanzó de forma desesperadamente agresiva a un jugador rival, Gary Charles, con tal mala fortuna que en la entrada terminó destrozándose su propia rodilla. A pesar de ello la Lazio no cesó en su empeño por ficharle, algo que unido a la necesidad imperiosa del Tottenham por vender (ese verano salieron Gascoigne y Lineker) hizo que el jugador abandonara las islas.

Verano de 1992

En Italia se le esperaba con honores de emperador romano, pero Gascoigne todavía debía rendir pleitesía a su gran Hobby; una última noche de desenfreno en Londres le aguardaba. Su fiesta de despedida en el verano de 1992 dio la vuelta al mundo, y sobre todo alarmó a los dirigentes del cuadro lazial, ya que las imágenes mostraban a un Gascoigne ebrio, desencajado y muy pasado de peso. Su barriga delataba un verano de excesos que no correspondía con la actitud que debería mostrar un jugador por el que se terminaban de pagar millones de libras.

Pese a todo, no se perdió la esperanza de que en Italia el británico ordenara su vida y volviera a pensar exclusivamente en su profesión. Él y Papin se convirtieron en los grandes fichajes del verano en la serie A, el campeonato más espectacular del fútbol europeo. Sus compañeros deseaban tenerlo en el equipo, esperando que les ayudara y guiara al triunfo. En la Lazio jugaban destacados hombres como Thomas Doll, el centrocampista nacido en la RDA que terminaba de perder la final de la Eurocopa de naciones con la selección de su país ya reunificada, campeonato en el que no estuvo Gascoigne por cierto.

En la delantera destacaba “Beppe” Signori, que realizaría ese año la mejor temporada de su carrera proclamándose capocannoniere de la Serie A. Riedle, Fuser, o Winter completaban el equipo. Pero si un hombre anhelaba trabajar con “Gazza” ese era Dino Zoff, el técnico de aquella Lazio. Cuando el ex-portero de la selección italiana recuerda el paso de Paul Gascoigne por Roma no puede evitar la sonrisa; sus palabras denotan admiración paternalista hacia un jugador diferente.

“Desayunaba un helado, almorzaba con cerveza y cuando se lesionó explotó como una ballena, ¿pero me pregunta como jugador? Era fantástico, me encantaba ese muchacho. Él era un genio, un artista”

Gascoigne no debuta en competición oficial hasta finales de septiembre de 1992. Tenía 25 años y cuatro meses, y participó 46 minutos en un encuentro de liga ante el Genoa. No fue el debut soñado, aunque una semana más tarde vuelve al Olímpico para ayudar a su equipo en una gran actuación ante el Parma. A los 12 minutos provoca un penalti que Signori transforma, la Lazio gana 5-2 y Gascoigne da muestras de su calidad. Pese a todo, debe ser sustituido en el minuto 68; su estado físico sigue sin ser el mejor, “solo estoy al 75%” declara.

Pero el primer partido grande de Gascoigne llega con la visita de la Lazio al Milan de Fabio Capello. La afición rossonera se mofa del jugador y de su exceso de peso (llegan a verse aficionados vestidos de “gazza”) , y lo cierto es que sobre el campo los hombres de Zoff son masacrados por la maquina milanista. El 5-3 final compromete seriamente al técnico y no desencadena entusiasmo entre los aficionados por las evoluciones de Gascoigne. Al menos produce una nota positiva, ya que el inglés disputa por primera vez los 90 minutos.

A la derrota le suceden tres partidos más en los que Gascoigne no ve puerta, la preocupación va “in crescendo” y además el siguiente encuentro sería ante la Roma. Para preparar el derbi la Lazio viaja a España en un parón de la liga. Los de Zoff disputan un amistoso en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla de Maradona, un encuentro que termina 1-1 con goles de Simeone y el propio “gazza” tras una excelente jugada individual. Buenas vibraciones por fin antes del día D: el 29 de noviembre de 1992 espera la Roma en el Olímpico para firmar la verdadera reválida del equipo.

Las horas previas al choque se presentan muy calientes, sobre todo cuando la policía descubre un arsenal de armas y simbología fascista que la Curva Nord (los hinchas radicales de la Lazio) guardaban para la batalla. El partido comienza con las siguientes alineaciones:

SS Lazio

Valerio Fiori; Roberto Bacci,Mauro Bonomi, Giuseppe Favalli, Angelo Gregucci, Roberto Cravero, Thomas Doll, Diego Fuser, Paul Gascoigne, Aron Winter, Giuseppe Signori

Entrenador: Dino Zoff

AS Roma

Giuseppe Zinetti; Silvano Benedetti, Amedeo Carboni, Sinisa Mihajlovic, Aldair, Valter Vonacina, Antonio Comi, Giuseppe Giannini, Thomas Hassler, Andrea Carnevale, Rugiero Rizzitelli

Entrenador: Vujadín Boskov

Las gradas presentan un sensacional aspecto. En el campo se palpa la tensión y los dos equipos aprovechan la mínima oportunidad para tratar de hacer daño al rival. Los dos técnicos se desesperan en la banda y consumen cigarrilos sin descanso. Giannini lleva el drama al banquillo de la Lazio con su tanto al poco de comenzar la segunda parte. En ese momento el conjunto lazial tira de oficio y orgullo. De perder puede ser la última aparición de Dino Zoff.

El colegiado Luciano Luzi escamotea un penalti clarísimo producido sobre Signori, y antes del final tampoco da validez a un gol fantasma a todas luces legal. La “Curva Nord” pide un último esfuerzo a los suyos. Restan 4 minutos para el final y la Lazio saca una falta por el lado derecho de su ataque. La lanza Signori y aparece Gascoigne para cazar un balón en el área, rematando de forma franca a portería.

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Gol de la Lazio. Por fin un momento de gloria para un Gascoigne que corre desesperadamente hacia sus aficionados; nadie olvidará este gol ni las lágrimas de “Gazza”. La Lazio resiste y da la cara ante su eterno rival, es una tarde histórica para el 10 del conjunto celeste.

Han pasado más de 21 años de aquel encuentro y actualmente Gascoigne se debate entre la vida y la muerte. Los excesos y una mente infantil sin capacidad para avistar el peligro le han convertido en un enfermo casi terminal. Ya advirtió Gentile del peligro de ir a jugar a Italia, pero allí, un 29 de noviembre de 1992 el “niño” Gascoigne consiguió volar durante unas horas muy cerca de la felicidad.