Welcome, Pepe Mel

Debutó al frente del West Bromwich Albion con un empate

Pepe Mel debutó este lunes en la Premier League como técnico del West Bromwich Albion. El ex entrenador del Betis se estrenó ante el Everton de Roberto Martínez. El encuentro se saldó con empate a 1, merced al gol logrado por Lugano en los 15 minutos finales.

Rompió a llorar. No se pudo contener. La emoción le invadió y el sentimiento se apoderó de él. Eran lágrimas de dolor, de rabia e impotencia, de no poder lograr un objetivo. Las lágrimas que Pepe Mel nunca quiso derramar en la rueda de prensa que nunca quiso dar. Hace mes y medio fue destituido como técnico del Real Betis. Su beticismo le impidió alargar el discurso de despedida. Los recuerdos eran demasiados e imborrables. La mayoría de la afición desaprobaba su cese como padre de una plantilla a la que dejaba huérfana. Pepe Mel no volvería a sentarse en el banquillo local del Benito Villamarín.

Su cártel andaba al alza. Un ascenso y llegar a Europa con un club administrado judicialmente lo permitían. Ofertas no le iban a faltar y la Premier llamó a su puerta. Steve Clarke, tras una racha de 2 puntos de 18 desde noviembre hasta finales de diciembre con el WBA, tuvo la misma vivencia que Mel: el despido. Keith Downing se hizo cargo del equipo mientras que la entidad negociaba con el técnico madrileño. En el cambio de año parecía que el ex del Betis sería el nuevo míster del West Brom, pero todo se enfrió. Finalmente, el acuerdo llegó a buen puerto y Pepe Mel se convirtió en nuevo entrenador en el fútbol inglés.

El debut traía consigo buenas expectativas, pues el duelo ante el Everton así las ofrecía. Nada más llegar y duelo español, nada menos que contra Roberto Martínez, que anda en puestos europeos con los ‘toffees’ acechando la cuarta posición. The Hawthorns era el lugar de quedada y Mel reconocía cumplir un sueño en sus declaraciones previas al arranque del choque. Dos españoles ante sí, prueba de la evolución del fútbol inglés. El pelotazo y el balón largo se han sustituido por el juego a ras de césped y la búsqueda de la pelota para la elaboración como medio con el que llegar al triunfo.

El primer once de Pepe Mel al frente del WBA mostraba un 4-4-2 con: Foster; Reid, Lugano, Olsson, Ridgewell; Gera, Morrison, Yacob, Brunt; Anelka,Vydra. La dulce melodía que prometía el enfrentamiento en The Hawthorns terminó en cantos de sirenas. Fue aburrido durante largos tramos y el pelotazo que va erradicándose floreció. Mirallas adelantó a los de Liverpool, tras una dejada de cabeza de Lukaku. El delantero belga lo ganó prácticamente todo por arriba, y le sirvió a su compatriota una recepción con la que dejarle en una posición franca para anotar. A 15 minutos para el final, Diego Lugano aprovechó un centro de Morrison en banda diestra. Fuerte, potente y plano. Así fue el envío del escocés, que conectó con la testa del ex del Málaga. Un balón así solo necesitaba una frente que apuntase a portería para terminar en gol.

Con el empate Pepe Mel ya ha logrado sus primeros puntos con su nuevo equipo. Su debut dejó varios matices sobre el terreno de juego. En la primera mitad se vio un Nicolas Anelka muy móvil, cayendo a los costados y mostrándose en posiciones más atrasadas de la punta de ataque. En el descanso, Mel movió fichas y retiró a Vydra para dar entrada a Anichebe. La actuación del ex del Everton mejoró la del checo, ofreciendo mejores prestaciones y buen juego de espaldas. El segundo cambio del nuevo técnico del West Bromwich mejoró al equipo. Retiró a Gera e introdujo en el terreno a Mulumbu. El movimiento trajo consigo una restructuración, pasando a un 4-1-4-1, con Anelka ocupando la banda diestra y el congoleño Mulumbu actuando de interior. A raíz de ahí, el equipo tuvo más mordiente en líneas más adelantadas. Un dato que podría gustarle a Mel y que puede servirle, aportado por Carlos Rosende en Twitter (@TheRosende): con Yacob y Mulumbu en el centro del campo, el WBA ha empatado ante Arsenal, Chelsea y dos veces contra el Everton, además de ganarle al Manchester United.

Ahora Mel tendrá que luchar por no pasar apuros en la clasificación y quedar en una zona tranquila de la tabla. Y empieza a hacerlo 49 días después de sus lágrimas de despedida. Esas lágrimas que tendrán que convertirse en sudor. 49 días se han perdido por el camino, 49 días del despido de Mel hasta la llegada de Calderón.

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