Leicester, caminando hacia el retorno
Es favorito para ascender a la Premier League
El lugar donde deben purificar sus imperfecciones antes de poder gozar de la gloria eterna viene a ser la definición de purgatorio. Ese prefacio que sirve de antesala para poder codearse con la divinidad de tú a tú. La espera es su estado natural. La duración de ella no está determinada, el sufrimiento acaecido mientras se concreta el acceso al edén tampoco. Bajando a lo terrenal, el purgatorio puede ser un verdadero infierno. Más aún cuando ya se ha estado dentro, pasando las puertas del cielo.
Dos equipos cayeron de allí un mismo día, separando sus caminos de la buena senda. La última vez que el Arsenal se proclamó campeón de la Premier League fue en la temporada 2003/04. Desde entonces, todo han sido tentaciones con luchar por el título, terminando la mayoría con la conformidad de acabar en puesto de Liga de Campeones. Una FA Cup y una final de Champions de por medio, eso sí. Aquella temporada, la del título, puso su broche final en Highbury con una victoria por 2-1 ante el Leicester City. Paul Dickov adelantó a los visitantes, pero Henry y Vieira se encargaron de darle la vuelta al marcador. Eso ocurrió un 15 de mayo de 2004, día en el que los ‘zorros’ jugaron su último partido Premier.
El recuerdo de los zorros
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Del gol de Dickov hasta el 1 de septiembre de 1908 van casi 96 años. Aquella fecha vivió el debut en la principal competición del fútbol inglés por parte del Leicester. Fue ante el The Wednesday, con un marcador final de 1-1. Pasando hojas del calendario, aquel septiembre significó el inicio de lo que a la postre han sido 50 temporadas en la Premier League por parte del conjunto de Leicestershire. 1900 partidos, 603 victorias, 500 empates y 797 derrotas. Momentos álgidos han sido las tres consecuciones de la Copa de la Liga y una Community Shield. Esa supercopa, la de 1971, se la ganó al Liverpool de John Benjamin Toshack. Aunque el primero de estos títulos llegó en el año 1964, tras vencer en la final 3-2 al Stoke. Los otros dos fueron logrados ante Middlesbrough (1-0) y Tranmere Rovers (2-1), este último siendo el más reciente de todos, en el año 2000. Igual de álgidos fueron los 103 goles logrados por Gary Lineker con la camiseta de los ‘foxes’.
La Championship acogió al Leicester después de aquel gol de Dickov. Un campeonato que asila a los caídos, que nada más dar con sus huesos en la segunda categoría ya tienen en mente poder abandonarla al año siguiente en forma de ascenso. Pero la Championship te atrapa y te hace prisionero. Frío, viento, lluvia, elementos que vislumbran una competición con la lucha por bandera, donde morder el barro y manchar el uniforme de fango son la satisfacción de haber estado en la guerra. Parece una cuestión espartana pintándola así, pero es el más puro estilo inglés. Mientras quede un solo pecado en el interior, la Championship no dejará marchar a nadie.
En Leicester lo pasaron mal, y en lugar de ir hacia arriba el destino les señalaba una caída mayor. En la 2007/08 descendieron a League One, aunque no duraron allí más de una temporada. Ahí comenzaron un cierto resurgir, y su vuelta se produjo de forma potente, jugando el play-off de ascenso a la Premier contra el Cardiff. No pudo ser, como tampoco lo fue la pasada campaña, en la que finalizaron sextos y las semifinales de ascenso les depararon un enfrentamiento contra el Watford, donde cayeron eliminados.
Todo eso es pasado, sirve para los anales de historia pero no para lograr objetivos, no para vivir sueños. Quedarse estancado en el tiempo lleva consigo la fatal consecuencia de convertirse en un recuerdo. El Leicester City no está por la labor de ser un mero recuerdo de la Premier League, el presente pasa por ellos y la travesía hacia el retorno parece marcada. Rey del poder, poder del rey. El nombre de su feudo, King Power Stadium, parece un reflejo de lo que hoy día vive el conjunto de Midlands del Este, gobernando de manera autoritaria la tabla clasificatoria tras 25 jornadas disputadas.
La Premier les aguarda
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En la segunda categoría del fútbol inglés, es el equipo que más partidos ha ganado esta temporada (17), el equipo que menos empates ha concedido (3) y el cuarto con menos partidos perdidos (5), además de tratarse del segundo con más goles a favor (46). La única derrota que conoce como local fue ante el Nottingham Forest, encuentro que perdió por 0-2. Sus 54 puntos le hacen ser un líder sólido, con ventaja contra sus perseguidores. El pasado viernes sumó su quinta victoria de manera consecutiva, esta vez ante el Derby County, cuarto clasificado. Los de Derbyshire visitaban Leicester tras ser eliminados de la FA Cup a manos del Chelsea. Y de su paso por el King Power se fueron de vacío. Triunfo contundente, con un 4-1 de marcador final y la cifra de 20 tiros por parte del Leicester ante los 5 de los visitantes. Por algo son el equipo que más disparos realiza por partido de todo el campeonato, con una media de 16’6 por encuentro.
Ante el Derby fueron una apisonadora. Maniataron al rival sin dejarle apenas respirar. El delantero David Nugent estuvo en plan estelar, con una noche redonda. Primero asistió a Ritchie de Laet para que estrenase el marcador con la zurda, y luego remató a gol haciendo el segundo. El único suspiro que le permitieron al rival se encargaron de enmendarlo de modo ipso facto con una bofetada doble en toda la cara. De Laet se hizo un autogol acortando las distancias, pero al siguiente minuto penalti sobre Vardy que lanza Nugent, a gol como no podía ser de otra forma. Y de nuevo asistencia del delantero, esta vez para Vardy, que firmó la sentencia.
En su segunda etapa como técnico del Leicester, Nigel Pearson ha armado un equipo altamente competitivo. El esquema habitual es el 4-4-2 y el once tipo es el formado por: Schmeichel en portería, Morgan y Moore como pareja de centrales, los laterales para de Laet y Konchesky, zona del medio campo comandada por Drinkwater y King, bandas para Knockaert y Dyer, y en la punta del ataque Nugent y Vardy.
La noche de David Nugent ante el Derby County no es casualidad ni mucho menos. Nos encontramos ante el delantero insignia del equipo y uno de los más productivos en la faceta goleadora en Championship. 14 goles atesora en su haber, siendo el cuarto en la clasificación de máximos goleadores. A ello acompaña con 7 asistencias, siendo el sexto de la competición que más reparte y participando así, de manera directa, en el 45% de los goles de su equipo.
El francés Antony Knockaert es uno de los compañeros que sigue su estela en cuanto a asistencias, con 4. Su participación ofensiva es más que destacable. El jugador de 22 años suma 23 apariciones esta temporada, presumiendo de ser el jugador que más ocasiones de peligro genera mediante sus pases, con una media de 2’4 por partido y un total de 55 en lo que llevamos de liga. Es uno de los fuertes del equipo, colocándose en la derecha.
Se trata de un equipo que contrala el juego, mueva la pelota y lo hace en corto, mantiene la posesión, además de finalizar las jugadas en una gran cantidad de ocasiones. Llegan mediante el toque o al contraataque, tanto desde cerca como desde lejos, individual o colectivamente. Y no son flojos a la hora de replegarse y recuperar la posición para defender. De los habituales, hasta 5 superan el 82% de acierto en el pase. Daniel Drinkwater es quien marca ese tanto por ciento, tratándose de uno de los jugadores más completos del plantel. Es el eje del equipo y el que aporta el equilibrio. En la medular siempre hace falta un faro que además sirva de coche escoba. El Leicester tiene en el galés esa cohesión de facultades que le convierten en pilar fundamental. Con el balón en los pies es el segundo jugador que más pases acertados ha realizado en toda la liga, con un total de 1397, y con una media de 55’9. De sus compañeros, es quien más recuperaciones ha conseguido realizar, con 46 robos a lo largo de sus 25 apariciones.
La purga parece ir concretándose. El paso hacia la Premier es firme. De los próximos cinco encuentros, 4 son ante equipos de mitad de tabla hacia debajo. El retorno, sin ser sencillo, puede verse en el horizonte. El 3 de mayo finalizará el campeonato, y lo hará ante el Doncaster. Apenas faltaran días para cumplirse diez años del último partido en la máxima competición inglesa, diez años de aquel gol de Dickov. Mismos que rememoraran el postrero título liguero del Arsenal. Diez años después, los ‘gunners’ son líderes de la Premier como en aquella ocasión. Libres de pecados y con ilusión, dos caminos que podrían volver a rencontrarse.