Santa Cruz, el equipo más seguido de América

Santa Cruz es un humilde club de Brasil que milita en las categorías inferiores del fútbol brasileño, pero puede presumir de contar con la mejor afición de América, con una lealtad a prueba de fuego. Contamos la peculiar historia de una afición que nunca abandona a su equipo.

Un disparo al poste, una falta que se marchó cerca del larguero, un desvío del defensa que el portero sacó en la línea y un tenebroso penalti errado por el delantero rival. Ocasiones todas, goles ninguno. Ésta vez no eran necesarios. Los gritos de la torcida eran más pasionales que nunca, la emoción rebasaba el audiómetro del estadio y el alcohol vivía libremente entre los jugadores, a los que era tan difícil entender, como encontrar. Todos, inclusive el utilero, desnudados por sus aficionados en el propio césped, agradecían el apoyo de esas incansables 68.000 almas que creyeron en su objetivo casi como justicia divina. Era la mayor fiesta que muchas generaciones conocieron (y quizás conocerán), el día más importante en la historia reciente de su gigantesco-modesto club, el momento álgido de quien ha roto todas las estadísticas posibles en fidelidad, unión y fuerza colectiva. Santa Cruz, su mundo, sus miles de seguidores pernambucanos, habían vuelto a destrozar las barreras de la lealtad para colocar al Tricolor de Recife... en Serie C (Tercera División).

El recuerdo es cercano, aún late, aún se siente. A mediados de noviembre de 2011, el Arruda explotó. El estadio epicentro del fútbol pernambucano construido en 1972 (con 90.000 plazas pero solo 68.000 utilizables porque el resto se han denegado al ser de pie), había sumado 250 000 aficionados en seis partidos de la Serie D (Cuarta División). Su media durante esa campaña en las catacumbas del fútbol brasileño, había sido de 37.000, mostrando la realidad pasional y la fuerza global de la torcida con su Serpiente Coral (nombre que recibe el club). Tanto, que esa movilización constante, le colocaba nada menos que en el puesto 39º en el top 100 de clubes que más afición promueven cada semana en todo el fútbol mundial. Tantísimo, que se convertía un año más en el club sudamericano con mejor promedio de hinchas por partido. Una locura inexplicable que supera a nivel nacional a Corinthians, Flamengo, Internacional, Santos... e incluso a esfera continental a Boca, River, Colo Colo, Nacional, LDUQ... El equipo más seguido de América.

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Santa Cruz cumplirá en menos de un año su primer Centenario (febrero de 2014) y el reto de la institución desde aquella mágica tarde donde se asomaron al tercer nivel del fútbol nacional brasileño, es poder vivirlo en el segundo escalón. El Tri de Recife, que en sus primeros años de vida tuvo que alterar un poco sus colores por la coincidencia con Sao Paulo (por ello lo del Tri-color), fue el primer club del estado que permitió jugar con esos colores a futbolistas de piel negra-mulata. Fue 25 veces campeón del Campeonato Pernambucano y 3 veces del Súper-Pernambucano, aunque pocas veces ha estado regularmente entre los mejores en la Serie A.

En los últimos tiempos, una serie de problemas administrativos, financieros y deportivos, le llevaron a lo más bajo del fútbol estadual, pero jamás perdió el apoyo de sus eternos seguidores. Fue entonces cuando grandes centenares de aficionados se unieron para apoyar más que nunca al club y empujar en la recaudación de los partidos como primer paso para establecer una nueva era sin graves problemas para equilibrar las cuentas (se sumó nada menos que R$ 2,385.529).

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Ese apoyo se hizo sentir en el césped donde, de inmediato, el equipo se convirtió en el letal campeón de la categoría. Se multiplicaron los afectos, exorbitados en torno a su nuevo himno que lejos de ser el que otrora sonara desde el exilio, pasó a ser una versión más coloquial apoyada por los que verdaderamente apoyan desde las tribunas. Ahora, esa masa social en torno a 2,2 millones de personas, convierten el Arruda en una fiesta que explota cada semana con el "O Mais Querido" (el más querido) compuesto por Lourenço da Fonseca Barbosa. Es su ley, es su voz, es su club y, desde luego, su sentimiento imperturbable.

Hoy, a falta de unos meses para final de campaña, Santa Cruz lucha por meterse en puestos de Play-off y así mantener ese sueño que cerraría el círculo Pre-Centenario en el segundo nivel nacional. Hay fe, convicción y, desde luego, fuerza global para que el Tri de Recife acabe brillando en la élite. Mientras, seguirán demostrando al mundo que la pelota rueda con más sentimiento cuando atraviesa Pernambuco...

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