Champions: Schwarzenbeck, Roth, Ricken y otros heroes
Fueron protagonistas en las anteriores finales de Borussia Dortmund y Bayern de Munich,
Recordamos los héroes de Bayern de Munich y Borussia Dortmund en las finales de la Copa de Europa que han disputado los dos equipos alemanes y que se reencontrarán en Wembley.
Mirada al cielo, estirar las manos y poseer el sueño de millones. Aguantar las lágrimas, no parar de saltar y vociferar hasta que el último de los seguidores se mantenga en el graderío. El título deseado, el premio más valorado y el trofeo que extiende lo mediático por todo el planeta. La Champions League representa retos, metas y dos sensaciones completamente opuestas. La del vencedor endiosado y la del perdedor expuesto. La del ganador eterno y la del derrotado enfermo. Pero allí, entre los ‘elegidos’ por la justicia divina de un fútbol aleatoriamente imprevisible, solo hay cupo para intrépidos, los que no se contentaron solo con triunfar colectivamente en una noche única, sino los que además, quisieron ser los protagonistas referenciales. No ganaron, sino que escribieron su apellido (incluso apodo) en todas las fichas de posteridad. Finales hay muchas. Goleadores clave, muy pocos.
Hace no tanto, un gran portero me decía que hay partidos que se recordarán por muchas razones más que por los triunfos. Se escribirán leyendas, anécdotas, peculiaridades y hasta sentimientos desenfrenados, pero solo un porcentaje mínimo de todos ellos, se decidió en un momento puntual que extrapola a su protagonista del resto. Finales donde pocos detalles se recordarán con el tiempo, donde puede pasar desapercibidas cuestiones variadas y donde cualquier aporte hoy determinante, dejará de serlo con el vacío del tiempo. Pero no lo harán quienes marcaron, quienes rompieron el guion, quienes fueron diferenciales el día exacto y quienes provocaron que aquellos partidos sean siempre los de su referencia eterna. Bayern de Munich y Borussia Dortmund ya se codearon entre los grandes y tienen varios mitos exclusivos de citas finales. Ellos no son solo ganadores. Ellos, son aquellos goles.
Schwarzenbeck (Bayern años 70)
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El gol de Schwarzenbeck. Esa simple frase, icónicamente positiva para los bávaros (negativamente para el Atlético de Madrid setentero), nos transporta rápidamente a un contexto determinado sin tener que afrontar mayores explicaciones. El zaguero alemán del Bayern de Múnich no era el más capacitado, tampoco el de mejores condiciones técnicas y ni mucho menos un hombre que debiera decidir partidos determinantes por sí mismo. Era la gran final de Copa de Europa de 1974, disputándose un 15 de Mayo de 1974, en el estadio Heysel de Bruselas. Los rojiblancos con Luis Aragonés, Irureta, Ufarte o Gárate. Los muniqueses con Beckenbauer, Breitner, Hoeness o “Torpedo” Muller. Pero ninguno de ellos pasaría a la historia del encuentro, sino que el protagonista fue un central tosco de aspecto sombrío, mucha experiencia y, desde luego, apellido impronunciable. A 40 segundos del final de la prórroga, Schwarzenbeck obró el milagro para los de Udo Lattek, que nunca acabaron de rendirse con ese gen competitivo intransferible. Atravesó la medular sin oposición y desde 35 metros sacó un disparo fulminante que sorprendió a Reinar bajo palos. El ‘replay’ se disputó varios días después pero el estado físico y anímico de los clubes era completamente opuesto por lo que los bávaros golearon sin piedad (4-0).
Roth (Bayern años 70)
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Era fuerte, agresivo, tozudo pero constantemente dinámico y con energías desbordadas, lo que le permitía ser un complemento de segunda línea y a veces, un delantero más añadido en los esquemas. El bávaro (nacido en un pueblecito cercano a Múnich), fue el jugador más sobresaliente en cuanto a goles importantes de toda su historia. ‘Bulle’ (el toro), marcó el gol que hizo por primera vez campeón de Europa al Bayern en 1974 y marcó el gol inicial (el del 1-0) en tres de las cuatro finales de la Copa de Europa que por entonces ganaron los alemanes. Nada que parezca extraño en él, pues en su primera campaña en el club, con solo 21 años, también fue el único goleador en la victoria en la final de la Recopa de 1967 (1-0 ante el Glasgow Rangers. Una etapa espectacular donde se recuerda a otros, pero donde siempre se situará a Roth por ser la figura letal que mantuvo el nivel goleador en las noches clave. Por eso, y por su potencia de disparo descomunal. Tanto, que en un partido ante el Rapid de Viena, hizo un agujero en la red de la portería. “El balón entró por la escuadra pero el árbitro no dio el gol. Nos acercamos a la portería y vimos que la red estaba rota. Entonces el colegiado dio gol.” En otra ocasión, en el estadio Grünwalder, Bulle Roth golpeó con el balón el marcador. El apodo le llegó muy joven , puesto que en la pretemporada del Bayern durante 1966, el entrenador yugoslavo Tschik Cajkovski aseguraba que tenía un jugador “con tanta fuerza como una Muh (toro en serbio)”.
Lars Ricken (Borussia Dortmund años 90)
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“Aunque aún me siento bien, creo que ha llegado la hora de poner fin a mi carrera después de 15 años como profesional”. No era un cualquier pese a tener que hablar ya como jugador del equipo reserva del Dortmund debido a sus constantes problemas físicos. Aquél modesto era Ricken, 16 veces internacional con Alemania, amarillo durante toda su carrera, más de 300 partidos en BVB y tres veces campeón de la Bundesliga. Aunque todo eso queda a un lado. Ricken es la cara, la joven cara, de aquél Dortmund campeón de Europa en 1997. En esa final, disputaba además en Múnich, ese chico que desde la cantera había logrado ganarse un puesto como revulsivo para la segunda mitad, saltó al césped. Apenas 16 segundos tardó en convertirse en historia. El llegador acabó anotando el 3-1 definitivo para los germanos. Recibió un pase en profundidad al contragolpe, que no pudieron contener los defensores juventinos y que remató con calidad y colocación por encima del meta bianconeri. Un estallido definitivo, impensable, que lo situó en la élite de un chispazo y que nunca nadie podrá borrar. Su día. Su final. Su Champions League.